estocolmo - crenny

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Mis ojos lentamente se abrieron, grande fue mi sorpresa al ver que no estaba en mi cuarto. Todo estaba oscuro, con suerte podía ver algo de la habitación gracias a la puerta que estaba abierta en lo alto, eso me daba entender que estaba en un sótano.

Arriba se escuchaba el sonar de un piano, quien sea que esté tocando, lo hacía muy bien, pero no podía negar que sonaba algo tétrico.

¿Estuve con alguien anoche? Qué extraño...no recuerdo nada, no es propio de mí terminar en este estado. Intenté moverme pero fue inutil, mis manos y pies estaban atados contra la cama.

¿Acaso estuve cogiendo con un sadomasoquista? Comencé a retorcerme en la cama, intentando zafarme de las cuerdas que me tenían preso, pero fue inútil. Estaba comenzando a desesperarme, ¿qué hora era? ¿qué pasó con mis amigos? ¿¡Donde estoy!? En un acto de desesperación me vi obligado a llamar a quien sea que esté tocando el piano allá arriba.

-U-um, ¡ey! ¿Podrías desatarme por favor?- La melodía del piano se detuvo, ahora lo único que se escuchaban eran los pasos de aquella persona.

En el marco de la puerta pude observar su silueta, tenía algo de miedo al estar tan vulnerable ante un desconocido. La luz se encendió y observé a aquella persona, mis recuerdos llegaron.

-Craig, ¿dónde estoy? ¿Por qué estoy atado? ¿Dónde está mi teléfono? Necesito llamar a-

-No necesitas un teléfono aquí.- El azabache comenzó a bajar lentamente, no sin antes cerrar la puerta.- Lamento haberte tenido a oscuras, te veías tan tierno durmiendo que no quería molestarte.

-¿P-podrías desamarrarme? No estoy cómodo.- Tucker tenía un vaso de agua y una pastilla, ambas fueron colocadas en una mesita de luz, mis pupilas se contrajeron al ver que había una foto enmarcada mía decorando esta, más específicamente la que él me había tomado ayer a la noche.- C-craig por favor desátame, ya no estoy jugando.

-¿Quieres que te ayude a levantarte? Quiero que tomes esto, te hará sentir mejor.- A decir verdad mi cabeza me estaba matando, pero lo único que quería hacer ahora era librarme e irme a la mierda, esto se estaba tornando creepy.- ¿Sucede algo malo amor?

-¿¡DISCULPA!? ¡ME TIENES ATADO EN TU CAMA! TE ESTOY DICIENDO QUE ME DESATES, QUIERO IRME.- Craig parecía sorprendido, como si no hubiera esperado mi reacción.

-No te enojes Kenny, por favor.

-No me voy a enojar, pero desátame, mi mamá estará preocupada.

-A tus papás no les importa, si llegas hoy, mañana, o en un año. No te están esperando.- Mi corazón comenzó a latir con fuerza, estaba asustado, ¿quién mierda era este sujeto y que hizo con el chico tímido que conocí ayer?

-N-no s-sabes e-eso.

-Sí lo sé Kenny, fui a tu casa mientras dormías. Tú padre ni siquiera está, Karen seguía durmiendo, ¿quieres saber qué estaba haciendo tú mamá?- Negué con la cabeza una y otra vez.- Estaba tirada en el sofá llena de latas de cerveza, totalmente dormida, sin preocuparse por la llegada de su hijo.

-Cállate, quiero que me desates, me quiero ir a casa.

-Ya te lo dije, esta es tu casa ahora, me temo que ellos no supieron valorarte lo suficiente.- El de ojos verdes comenzó a acariciar mi rostro con delicadeza, mientras que yo estaba a punto de llorar.- Enserio lamento mucho que tenga que amarrarte de esta forma, pero nos tomará un tiempo acostumbrarnos al otro. No quiero que alertes a nadie.- Este tipo vivía con alguien, eso de seguro. No espere más y comencé a gritar.

-¡AYUDA! ESTE PSICÓPATA ME TIENE ATADO, QUE ALGUIEN ME SAQUE DE AQUÍ.- Tucker colocó su dedo sobre mis labios para hacerme callar.

-Shh, no hay necesidad de hacer un escándalo por esto. Temo decirte que nadie va a poder escucharte, insonoricé todo el cuarto, así podemos tener nuestra privacidad sin ser escuchados. Por otra parte, nunca hay nadie en casa.- Ahora sí, el miedo había dominado todo mi cuerpo, inevitablemente comencé a llorar.