[9]

1K 57 333
                                    

Esta vez hablo en serio, hay una parte que es MUY asquerosa, huyan mientras tienen tiempo. Dejen de leer esto por favor, es demasiado enfermo.


-Mira lo que te compre mi amor.- Mis ojos se deslumbraron con el conjunto de encaje que Craig me estaba otorgando.- Cuando lo vi no pude evitar pensar en ti, en lo mucho que me gustaría arracartelo para dejarte desnudo.- Me reí con las mejillas sonrojadas, amaba cuando él tenía estos detalles conmigo.

-¿Esto no es muy costoso? ¿De donde sacaste el dinero?- El mayor besó mis labios con dulzura, mientras depositaba su mano en mi cintura.

-Eso no importa, lo importante ahora es que puedo hacerte todos los regalos que te mereces.

-No lo pongas así...yo no merezco nada.- Mentira, solo lo decía para escucharlo halagarme.

-No digas eso mi amor, te mereces esto y más.- Mi corazón estallaba de su cariño, el azabache me levantó de la cintura y me atrajo hacia él.- Eres hermoso Kenneth.

-Lo sé, me lo dices cada que puedes.

-Mis cuerdas vocales solo sirven para eso.- Sonreí y lo besé, poco a poco sentía como el azabache me empujaba a su cama. Estaba dispuesto a que haga lo que sea conmigo, pero ese irritante sonido interrumpió nuestro momento. Cuando noté que el de ojos verdes se iba a alejar de mí, lo tomé fuertemente del brazo.

-No piensas contestar, ¿o sí?

-Puede ser importante.

-¿Y yo no lo soy?

-Claro que sí mi amor pero-

-Entonces no vas a contestarle.- Enredé mis piernas contra la pelvis del más alto y besé su rostro repetidas veces para llamar su atención. Los ojos de mi pareja seguían pegados al teléfono, por lo que lo tomé del rostro para que solo se enfocara en mí.

-Me vas a mirar a mí, que el teléfono suene, pero tú eres mío.- Lo había logrado, Tucker sonrió ampliamente y me tomó con fuerza de los hombros para arrojarme a la cama.

-¿Quieres mi atención? La tienes, pero no quiero oír quejas después de esto. Ahora date la vuelta.- No dije más nada y obedecí su orden, de un momento a otro, Craig me había colocado una venda en los ojos.

No me quejé ya que esto fue mi culpa, pero me puse algo nervioso cuando me colocó unas esposas por detrás de mi espalda. Estaba completamente inmovilizado y a su merced.

-Me gusta escucharte jadear de miedo.- Mordí mis labios, solo esperaba que no me dejara solo en este estado.- Pero más de placer.- Tucker me metió un dos en el culo, tenían algo que se sentía frío y húmedo, pero dudaba muchísimo que sea un lubricante como la gente.

Gemía del placer, pero parece que eso no era suficiente para mi pareja. Él aplastó mi cabeza contra la cama, imposibilitando respirar, luego tomó la cadena de mis esposas y la tiró en el lado contrario de mi cuerpo, estirando mis brazos de una dolorosa forma.

-CRAIG CRAIG, ESO ME DUELE MUCHISIMO DETENT- Grité de dolor al sentir como lo hizo con más fuerza.

-Dije que no quería quejas, tú me provocaste, ahora haste cargo de lo que tengo aquí abajo.- Gemía de dolor, sentía como mis huesos se iban a partir en cualquier momento.- Ahora más te vale que grites fuerte cuanto me amas, porque de lo contrario me voy a enojar.- El azabache comenzó a embestir contra mi ano con su pene, me hubiera excitado, si no fuera porque estaba en profundo dolor.- ¿Y bien? No te estoy escuchando.

-T-te amo Craig, pero porfavor-

-¡GRITALO!

-TE ADORO, SIGNIFICAS TODO PARA MI, Y-YO TE AMO.

estocolmo - crennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora