estocolmo - crenny

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Mi hombro ardía como nunca, había sido tratado por los médicos hace rato, diciéndome que por suerte la bala no había afectado zonas claves del cuerpo como para inhibir mi movilidad del mismo. Sin embargo, mi brazo era lo que menos me importaba. Apenas me dijeron que Kenny había llegado al hospital sano y salvo, corrí en su búsqueda, sólo para descubrir que aún no podíamos hablar con él ya que por protocolo policial, debían interrogarlo.

Estuvimos esperando por mucho tiempo fuera del cuarto de hospital de Kenny, su familia también estaba a nuestro lado. Los policías habían entrado para hacerle un cuestionario a Kenny así podrían averiguar bien lo que pasó dentro de esa casa. La sola idea de imaginarme por todo lo que habrá sufrido el rubio me provocaba escalofríos, no puedo creer que Tucker lo haya tenido encerrado allí por tanto tiempo. Incluso hasta el final, él intentó lastimarlo, llevarselo lejos y-

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando las puertas del hospital se abrieron bruscamente, se podían escuchar los gritos de los periodistas al igual que ver los flashes de sus cámaras. Varios policías ingresaron, pude sentir como mis pelos se pusieron de punta cuando lo ví, Craig Tucker era arrastrado por los oficiales, su cabeza sangraba por el golpe que le había dado hace rato, un vidrio incrustado en su pierna lo hacía cojear y una de sus manos no dejaba de temblar. Sus ojos estaban fijos en el suelo, inexpresivo como siempre, incluso cuando su nariz no dejaba de sangrar.

Salté del susto cuando el hermano mayor de Kenneth se levantó bruscamente de la silla, no dudo en ir tras el secuestrador, yo lo seguí para brindarle apoyo. El azabache apenas podía estar de pie, por lo que Kevin lo estampó contra la pared con facilidad, sus manos rodearon su cuello para ahorcarlo con fuerza.

-HIJO DE PUTA, VAS A PAGAR POR TODO LO QUE LE HICISTE A MI HERMANITO.- Los policías intentaban calmar al castaño sin usar la fuerza, pero él estaba cegado.- NO VOY A DESCANSAR HASTA QUE TERMINES 10 METROS BAJO TIERRA.- La risa de Tucker fue lo que dejó helados a todos en el lugar.- ¿¡DE QUÉ MIERDA TE RÍES!?

-N-Nada, es q-que se me hace gracioso que a-ahora lo defiendas, ¿n-no lo golpeaste el día antes que desapareciera?- El de ojos verdes habló con mucha dificultad ya que se estaba quedando sin aire, no obstante, el más alto comenzó a soltarlo.

-¿C-Cómo sabes eso?

-Yo lo sé todo, sé como te emborrachabas para huir de tus problemas, sé cómo lo insultabas, y obviamente como lo maltratabas.

-N-NO, NO, NO LO SABES.- El chico intentó lastimarlo de vuelta, pero ahora sí, fue detenido por los policías.

-Él es mío, no pueden alejarlo de mí, porque yo estaré en todas partes.- El azabache pronunció fríamente mientras era arrastrado por los policías lejos de mí.- Kyle, mandale saludos a Kenny de mi parte, dile que ya lo extraño.- Ahora, Craig había estallado en carcajadas, las cuales fueron lentamente disminuyendo debido a la distancia entre nosotros.

-¿¡Por qué lo están atendiendo!? Ese psicópata es un violador y un asesino, lo mínimo que merece es la muerte.- El mayor de los McCormicks se dirigió a la recepcionista, la cual se asustó ante la violencia del chico.

-N-No importa si es un criminal, restaurar su salud es primordial, y le voy a pedir por favor que no me grite.- El hombre estaba por estallar en rabia, pero fue detenido por madre.

-Kevin, los policías ya salieron.- Los dos corrimos de vuelta a la sala de espera, Stan y Karen estaban lejos, supongo que para que la menor no oyera la cruda realidad que había pasado su hermano.

-¿Qué fue lo que dijo? ¿Cómo está él?- Mi desesperación era clara, para empeorar las cosas, los policías se miraban entre sí, como si se hubieran quedado sin palabras.