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-¡Rebecca!- Bebe me despertó de mi propia nube, sentía mis manos temblar erráticamente. Tenía mucho miedo.-¿Estás bien?

-Y-yo estoy muy sorprendida, no sé qué pensar de todo esto.

-Yo estoy igual de sorprendida, no puedo creer que Craig haya sido quien se llevó a Kenny ¿Tienes idea de lo que esto significa? ¡Tenemos que decirle a la policía! ¡Hay que advertirle a todos cuanto antes!

-¡Nonono! ¡Espera un segundo Bebe!- La rubia se vió confundida ante mis palabras.- N-No podemos hacerlo, aún no.

-¿De qué hablas Beck? Tenemos que ir ahora a hablar con todos, tenemos que decirles lo peligroso que es Craig, estoy segura que él fue quien asesinó a todos

-Nadie nos va a creer, esas fotos no prueban nada.

-¿Y qué más quieres hacer? Tal vez si le decimos a Ky-

-Mucho menos se lo diremos a Kyle, ya ha tenido mucho con esto. Yo me encargaré de esto, me asegurare que ese hijo de puta no vuelva a ver la luz del día cuando esté en prisión.

-Rebecca por favor no cometas una locura, ese tipo es un lunático, de seguro ha matado a muchísimas personas, no quiero que te haga daño a ti también.- Stevens tomó mi hombro, se veía muy preocupada.

-Tengo un plan, solo...debes prometerme que no le dirás nada a nadie sobre esto ¿ok?- La rubia se veía realmente mal, suspiró y regresó su mirada hacia mí.

-Espero sepas lo que haces, y-yo mantendré el secreto, pero no será por mucho, apenas vea que lo tuyo no tiene ni pies ni cabeza, le diré a todos.

-Esta bien Bebe, tienes mi palabra.- Algo pensativa observé la imagen, parece que mis sospechas eran ciertas. Esto me daba a entender que probablemente Craig no ha asesinado a Kenny, el rubio puede seguir vivo.

Y yo me encargaría personalmente de salvarlo.

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-Aquí tienes Craig.- Tolkien me otorgó una receta médica, esta era para antidepresivos y muchas más cosas.- ¿Estás seguro que no quieres hablar con un profesional? No creo que debas tomar estás cosas sin supervisión.

-Todo estará bien Tolkien, confía en mí. Últimamente no me he sentido bien, solo voy a probar como me irá con esto. Prometo que te mantendré informado.- El azabache suspiró y me sonrió.

-Está bien, también te traje todas las pastillas que me pediste. Esto para que ya puedas comenzar, recuerda que la receta solo sirve para una vez al mes, no puedes sacar más.

-Entendido.- Observé con una sonrisa de mejilla a mejilla aquella bolsa con medicamentos.

-Por favor cuidate mucho Craig.

-Lo haré, creeme.- Hice mi mayor esfuerzo para abrazar a Black, sinceramente no quería tenerlo ni cerca mío.

Para mi suerte el abrazo no duró mucho y pude ver como Tolkien estaba complacido con esto. Me despedí de él y me fui, Kenny estará muy feliz cuando vea todo lo que conseguí para él.

Al llegar a la casa, me deleité con el silencio. Me reí al saber que Kenneth no podía moverse del cuarto.

-¿Cómo se encuentra el jovencito más hermoso de la faz de la Tierra?- El rubio sonrió ampliamente al verme.

-¡Craig! Al fin estás aquí, no tienes idea de lo mucho que te extrañe. Por favor no vuelvas a salir.- Me acerqué a la cama y deposité un beso en los labios de mi pareja.

-No lo haré cariño, es solo que tenía que buscar unas cosas importantes para nosotros.- Kenny observó curioso la bolsa que llevaba conmigo.- ¿Aún te duelen mucho tus piernas?- Quite las sábanas sobre las piernas del ojiazul, sus rodillas tenían un color morado super oscuro y el resto de sus piernas estaban llenas de moretones.

estocolmo - crennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora