[15]

772 58 83
                                    

-Niños, escuchen, es hora de hacer parejas. Elijan un compañero y agarrense de las manos, no deben soltar a su compañero hasta que vuelvan a entrar al autobús.- Rodé los ojos, odiaba hacer grupos, nunca nadie quería estar conmigo y siempre terminaba con Butters.

Detestaba con cada minúscula parte de mi cuerpo a Butters, siempre tenía que hacer todo con él. Era horrible soportar toda su fachada de "niño bueno", cuando de seguro si tuviera la oportunidad nos mataría a todos.

Matar...sinceramente, yo también asesinaría a todos si tuviera la oportunidad. Nadie valía la pena en este pueblo de mierda, era como una prisión donde el castigo era cargar con el peso de la estupidez de todas estás personas.

Todos decían que era raro, que había algo mal conmigo. Tal vez así lo era, o solo tal vez, yo era más inteligente que todos ellos y por eso no encajaba.

Observaba como todos se tomaban de las manos alegremente, inconscientemente limpie el sudor de la palma de mi mano contra mi ropa, no deseaba hacer contacto físico con Leopold.

Abrí los ojos de sorpresa al sentir que alguien tocaba mi hombro, me di vuelta con desprecio, mi ceño se frunció cuando vi a Kenneth McCormick parado en frente mío. Busqué con la mirada a los idiotas de sus amigos, esperando que esto sea una especie de broma.

-¿Quieres ser mi compañero?- Los ojos del más bajito se achinaron indicando que detrás de su parka había una sonrisa.

Sostuve mi pecho con fuerza al sentir como mi corazón palpitaba con tanta fuerza que sentía que se iba a salir. Un inmenso calor recorrió todo mi cuerpo, instalándose en mis mejillas.

-Y-yo...¿en serio quieres estar conmigo?- La sonrisa del chico solo se ensanchó aún más, y tuve que reprimir mi sonrisa al ver semejante escena tan tierna.

-¡Claro que sí!- Estaba por responder, pero aquel gordo de mierda nos interrumpió.

-¡Kinny! ¡Seamos compañeros!- El de ojos azules tomó mi mano con rapidez, incendiándola por completo.

-Lo siento culón, estoy con él. Será para la próxima.

-¡P-pero- El de pecas comenzó a agitar su mano en el rostro del gordo, yo no le quitaba la mirada a nuestras manos.

-Shu, shu, vete de aquí Eric. Ahora él y yo somos mejores amigos.- El gordo emitió unas cuantas quejas hasta que se fue. Ahora McCormick volvió su atención a mí, yo continuaba admirando nuestras manos. Jamás me había sentido así, es como si todo mi cuerpo estuviera bajo un efecto de éxtasis y felicidad plena.- Soy Kenny por cierto, ¿cómo te llamas tú?- Mis ojos se conectaron con los suyos, un mar infinito, un océano profundo y una hermosa laguna. Podía ver lo genuina que era su alma, sentir lo sinceras que eran sus palabras, ¿quién era este ángel?

-S-soy Craig...- La brisa fría de South Park hacia nuestras ropas danzar al ritmo de la ventisca, cualquier persona que se encontrara alrededor nuestro simplemente se esfumó.

-Lamento haber sido tan repentino contigo, es que aquí al lado hay un Super Diversión y Cartman de seguro me arrastrará hasta él.

-Esta bien...no te preocupes.- Me quedé callado, nunca había compartido más de dos oraciones con alguien.

Creí que aquel rubio continuaría callado y solo se acostumbraría a la incomodidad de mi silencio, sin embargo, comenzó a hablar.

Me contaba cosas aleatorias de su vida y se reía de ellas mismas, más que molestarme, me intrigó, nadie jamás había querido comunicarse conmigo de tal forma. Pero aquí estaba, este hermoso ángel, hablando como si no hubiera un mañana, incluso a veces apretaba un poco nuestro agarre.

estocolmo - crennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora