One Shots De Percy Jackson.

¿?

La vida es difícil, pero todo solo empeora cuando tienes una enfermedad.

Una enfermedad de la que tú no tienes control, una enfermedad por la que nadie se acerca a ti.

Una enfermedad mental, que no te permite ser normal.

Una enfermedad

En eso se resumía mi vida, una enfermedad que me quito mi libertad, mi normalidad. Y si te soy sincera vivir a base de medicamentos para evitar ver cosas o seres, que realmente no existen y son producto de tu imaginación, no es para nada agradable. Es como una droga que te hace ver normal ante los demás.

Cuando la realidad es tener que vivir bajo las constantes miradas juzgadoras de las personas e incluso mi familia, desearás dejar de tomar esas estúpidas pastillas, y volver a un mundo que solo tú conoces, un mundo fuera de los estándares de aquello que llaman normalidad.

Y verdaderamente es cierto, no es lindo, ya que la mayor parte del tiempo veo seres muy extraños, y con el tiempo encontré una afición por dibujarlos, para no olvidarlos. Pero un dia, relativamente normal un chico, o eso parecía ser, apareció, yo lo vi, era tan lindo y amable.

Un extraño amor a primera vista surgió en mi, yo te puedo decir cómo era el exactamente, me tomé tanto tiempo admirando su belleza. Una belleza tan magníficamente irreal.

No entiendo como no lo noté.

Después de tanto tiempo, y me comporte como si no supiera mi situación.

Estaba tan enamorada de él, que lo olvidé todo, y terminé contándole a mi psiquiatra de el chico perfecto al que recién conocía. Un error que no volvería a cometer.

Por un momento agradecí tener esquizofrenia, después de todo esa fue la razón por la que lo conocí, y finalmente lo acepté, si tenía que tener esquizofrenia en todas y cada una de mis vidas, lo agradecería, solo por poder verlo una vez más, solo por poder volver a enamorarme de el tan perdidamente.

Pero las enfermeras se encargaron de romper todas y cada un de mis ilusiones, malditas pastillas.

Y en ese justo momento, vi la oscuridad sin linterna.. La cruel realidad que siempre evité.

Él fue lo mejor que mi mente pudo imaginar para sacarme del abismo en el que me encontraba. Pero el paraíso que se volvía cuando él estaba a mi lado.

Y aunque no era real, me sentí feliz porque solo yo fuí testigo de aquella sonrisa, de aquella mirada, porque solo yo era testigo de lo nuestro.

Ya no puedo verlo, pero se que en algún rincón del universo es real, tiene que serlo, sé que almenos en mi mente sigue habiendo un nosotros, porque en mis recuerdos estamos a salvo. Porque en mi imaginación sigues conmigo.

Nosotros fuimos una hermosa ilusión, un amor tan perfecto que nadie más pudo apreciar.