𖦆 🍼 ֺ ( CAPÍTULO 9 ) ▸ .🐇𖧧 ࣪

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¡ATENCIÓN!en este capítulo, hay mencionesde abuso sexual

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¡ATENCIÓN!
en este capítulo, hay menciones
de abuso sexual.
si sos sensible a este tipo de temas,
hay una aclaración para cuando se
empiece y se deje de hablar
sobre eso.
Sin más, disfruten de la lectura.

Remus no pudo dormir. Cuando empezó a cerrar sus ojos y dejarse llevar por el sueño, los primeros rayos de Sol iluminaron el cielo.

La mujer pelirroja que apareció en la puerta de su casa, ahora estaba durmiendo en su sofá. Su vestido todavía estaba manchado de sangre. Sus piernas y brazos con rasguños y heridas superficiales. Sus manos llenas de lo que parecía ser barro.

Sintió pena por ella.

• Acá se empieza a hablar sobre abuso •

Ninguna persona se merece estar viviendo su situación. Es decir, ¿Quién desea seguir luchando luego de haber sido víctima de un intento de abuso?

Sus ojos a veces traicionaban a las órdenes de su mente, pero no podía evitar mirarla a lo lejos. Se imaginaba lo que tuvo que experimentar. No era capaz de no temblar cuando imaginaba sus gritos mientras aquel hombre desconocido –pero un desgraciado– intentaba satisfacer su necesidad enfermiza. Sentía asco. Pero no de ella, por supuesto que no, sino de lo horrible que pueden ser las personas si se las corrompe de la manera adecuada.

• Acá se termina de hablar sobre abuso •

Remus se dirigió a la cocina, luego de haber recogido la manta del piso que le dio a la mujer unas horas atrás para que duerma de forma cálida, no sin antes taparla de vuelta. Sacó dos tazas e intentó hacer el menor ruido posible mientras preparaba dos tazas de café.

Aunque no sabía si a la pelirroja le gustaría aquel desayuno, era lo único que tenía para ofrecer; a él le gustaba mucho el café. Y la única en la casa que no tomaba aquello era Maia, quien se conformaba con leche especial para bebés.

Iba a comprar lo justo y necesario para dos personas en una pequeña casa. Con suerte tenía un cuchillo y tenedor para él mismo. Fue en ese momento en que comenzó a notar que la presencia de esa mujer iba a ser un problema grave. Uno muy grave.

Por Merlín, no entendía por qué su cuerpo parecía ser un imán de ellos.

A pesar de sus esfuerzos, terminó despertando a la desconocida gracias al pitido de la pava, que avisó a través de su sonido que el agua ya estaba hervida y lista para usar. Sus ojos se encontraron con los verdosos adormilados de la mujer, y alzó las cejas sorprendido de verla directamente.

— Uhm, hola —el castaño habló dudoso, pero no recibió respuesta por parte. Incómodo, volvió a hablar, no sin antes carraspear—. Yo... Acabo de hacer café, ¿quieres una taza?

𝙂𝙤𝙙 𝙞𝙨 𝙖 𝙬𝙤𝙢𝙖𝙣 - 𝗿𝗲𝗺𝘂𝘀 𝗹𝘂𝗽𝗶𝗻! 𝗽𝗼𝘀𝘁 𝘄𝗮𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora