Craigdarroch..

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Julio 2022

Incomodidad, eso era lo que estaba sintiendo, aunque también estaba asustada, había llegado a ese punto de mi vida en dónde tenía que dejar atrás todo lo que conocía, la ciudad, mis amigos, incluso mi empleo. Aunque no los dejaba porque lo quisiese, más bien, era porque quería tener un respiro de lo que nos estaba sucediendo, desde hace meses, que el ex novio de mi hermana nos acosaba y no podíamos respirar sin recibir amenazas de su parte, era muy angustiante la verdad. Por ello decidimos mudarnos al pequeño pueblo de Mirelfold.

Era un pueblo muy pequeño pero según nuestra madre acogedor, solía mencionar lo hermoso que era y lo mucho que quería que nosotras lo conociéramos. Allí vivía una vieja amiga de ella a la que algunas veces pude ver gracias a algunas visitas sorpresa que solía realizar.

Anteriormente en su última visita nos había invitado a visitarla si algún día nos aburríamos de la ciudad.

"las puertas de mi casa estaran abiertas para ustedes siempre".

Pero nunca llegamos a visitarla juntas, pues nuestra madre había fallecido en un accidente meses después de su última visita. Por eso mi hermana y yo habíamos tomado la decisión de alejarnos de la ciudad.

............

Samantha aparcó el auto fuera de la casa de Rose, habíamos avisado anteriormente que veníamos a visitarla y ella amablemente nos pasó su dirección, bajamos del auto y me apresuré a tocar la puerta de madera vieja. Ella salió y nos saludo a ambas con un abrazo y beso en la mejilla.

—¡Dios mío, que hermosas están, me alegro de verlas por aquí, adelante pasen! — exclamó con alegría la dulce mujer.

Pasamos y nos hizo sentarnos en los pequeños sofás que habían en la acogedora sala de su casa.

— ¿Que las trae por aquí a ambas? — preguntó con curiosidad.

—Queriamos alejarnos de la ciudad un poco.- respondió la muchacha rubia —. Además Jodie quería tomarse un respiro de su empleo — dijo mirándome. Quería mi ayuda.

— Si, me estaba volviendo loca con todo el papeleo —. Dije rápidamente. Odiaba las mentiras.

— Bueno cariño está bien que quieras tomarte un respiro.—suspiro y nos miro sonriente –¡me alegra mucho verlas por aquí!.

— La verdad también nos alegra estar aquí, todo es muy nuevo y muy hogareño– sonrió– Aunque también queríamos preguntarte acerca de algo– se giró para encarar a la mujer.

— Seguro corazón, ¿Que deseas saber?.– la mujer castaña observó a mi hermana con curiosidad.

— ¿Sabes quién se encarga de la mansión Craigdarroch?

—¿La mansión Craigdarroch?, ¿Porque quieren saber acerca de ese lugar?.—preguntó con cierta sorpresa.

— Samantha ha estado estás semanas buscando agentes inmobiliarios para saber si aquí había un departamento para nosotras, pero le han dicho que no hay — respondí encogiendome de hombros —. Pero el agente mencionó que la mansión Craigdarroch estaba disponible y aún precio exelente para nosotras, así que decidimos comprarla y nos mudaremos hoy.

Ambas me miraron con las cejas alzadas, una en completa molestia por haber sido tan directa y la otra en una total confusión y cierto miedo, la observé confundida de su semblante.

— Pero, ¿Ustedes si tienen conocimiento de lo que ahí sucedió, cierto?, En vez de ir a esa enorme casa deberían quedarse aquí conmigo ¿No lo creen?.— Rose rompió el silencio que se había formado, su voz denotaba cierto nerviosismo.

— La verdad esos hechos no me importan, solo busco un lugar tranquilo para nosotras.— su tono fue amargo, oh no, Sam se estaba enojando, no le gustaba que le dijeran lo que tenía que hacer.

—Bueno, a mi realmente no me asustan los rumores, la casa se veía preciosa en las fotos que nos enseñaron, y por supuesto que nos explicaron todo lo que había sucedido en ella, pero aún así queremos vivir allí.— me apresuré a decir, no quería que mi hermana se enojara.

—Vale, aunque les pediré que tengan cuidado en esa casa, no es secreto que allí ocurrieron cosas terribles y que ustedes serán señaladas cuando todos aquí se enteren que están viviendo solas en ese lugar, aún así, pueden venir a visitarme seguido.— se limitó a decir con mueca nerviosa antes de transformarla en una sonrisa.

— Lo haremos, aunque puede que me veas más a mí por aquí que a Jodie.— le respondió la rubia lanzandome una mirada fugaz mientras lo decía.

Sabía que tenía razón pero no quería admitirlo y por eso decidí cambiar el tema por otro, si seguíamos con este solo iba a quedar mal.

Cuándo nos dimos cuenta de que se nos hacía tarde para ver al encargado de la casa decidimos acabar con nuestra visita, nos despedimos de rose agradeciendo por el almuerzo que nos había preparado; salimos rumbo a encontrarnos con el hombre en su oficina para sellar el contrato.

…….

Ya con las llaves nos encaminamos hacia el que sería nuestro nuevo hogar. Al cabo de veinte minutos ya estábamos enfrente de una gran reja de hierro forjado. Me bajé para abrirla y luego volví al coche para seguir la ruta, unos segundos después ya estábamos frente a la inmensa construcción.

— La verdad se ve bastante escalofriante,¿No te parece?.— mencionó sam distraídamente luego de aparcar el auto, ignore su broma y me dispuse a bajar las cosas del auto para luego entrar a la casa.

Cuando cruzamos la enorme puerta de roble no pude evitar asombrarme al ver el interior de la casa, era sin lugar a dudas fascinante y eso quedó demasiado claro cuando Sam hizo un exagerado gesto.

—¡Dios mío, es enorme y hermosa!.— chilló asombrada, casi me reí de su exageración. Aunque tenía razón, si era enorme.

—Es verdad, y es perfectamente lo que me imaginaba — exclamé con orgullo—. Bueno, ¿Qué quieres buscar primero, la cocina o las habitaciones?

—Creo que la cocina, podemos preparar algo de cenar y luego si podemos instalar nuestras cosas, ¿No crees?

— Tienes razón, bien— hice una pausa repasando el lugar— pues a buscar, este lugar es gigante.

—Es cierto.– hizo una pausa tocando su mentón y entrecerrado sus ojos .– Aunque puede llegar a ser encantador, ¿No lo crees?.—preguntó luego con una sonrisa

—Te recuerdo que hace exactamente díez minutos dijiste que tenía pinta escalofriante.— le recordé.

—Si pero hace díez minutos no me había fijado bien en la casa, las personas cambian Juls.— dijo con una sonrisa burlona.

—Como sea, ¿Podemos buscar ya la cocina?.—pedí rodando los ojos y empezando a caminar.

Después de encontrar la cocina y haber cenado nos encaminamos por fin a subir las pertenencias de cada una para instalarnos en las habitaciones del segundo piso.

……

Cuando llegó la noche estaba terminando de sacar lo último que traía en el bolso. Una sensación desagradable de que alguien me estaba observando hizo que detuviera lo que estaba haciendo para así observar toda la habitación, cómo no había nada solo decidí ignorarla y meterme al baño para darme una ducha.

Ya en la cama decidí revisar mí teléfono, caí en cuenta de que en ese lugar no había señal y mucho menos internet. La verdad era comprensible, pues estábamos en un lugar muy escondido entre el bosque y hacía años que nadie entraba allí. Hice una nota mental, mañana hablaría con Sam para contratar internet para la casa.

Sentí de nuevo esa extraña sensación de ser observada, pero como hace un rato decidí ignorarla y solo limitarme a dormir.

«TEACH ME»| Brahms Hellshire.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora