«TEACH ME»| Brahms Hellshire.

CAPÍTULO 10

Cuando encendí mi teléfono, la luz me cegó por un momento, parpadeé para reponerme. Las notificaciones empezaron a llenar mi teléfono, más que nada eran de aplicaciones que solía usar y ahora estaban en completo abandono. Pero hubo unas que realmente llamaron mi atención, eran dos mensajes de Nate:

Nate: No se que sucedió, pero estoy casi seguro que tú teléfono se apagó. Cómo sea, me gustaría volver a verte.
Nate: Pd: creo que eres bastante linda, quise decírtelo cuando nos conocimos pero no encontré el momento adecuado:).
Nate: ¿Me aceptarías una cita?

Lo miré con fijación durante unos minutos, realmente me resultaba extraño, no pensé que le interesará de esa manera mi presencia.

Nunca había causado efectos en chicos de esa manera, los hombres solían pensar que era bastante simplona y por lo general se giraban en dirección a Sam. Por un momento me perdí en mi imaginación, pensé en Nate y yo compartiendo un momento romántico, contemple la posibilidad.

Mis pensamientos fueron interrumpidos abruptamente por mi hermana, quien estaba recargada en el marco de la habitación con mirada sería, no entendía el porqué de su comportamiento hasta que regresé a ese momento en la cocina. Ese dónde ella estaba sobre la barra con el desconocido entre sus piernas, agite la cabeza para alejar esas imágenes y me concentré en su mirada.

- Jodie - su voz casi salió en un susurro -. Tenemos que hablar sobre tí.

Su tono fue estricto, casi pude escuchar a nuestra madre en su voz, estaba preocupada por mí. Y siendo sincera yo también, hace días que no tenía muchos ánimos, a veces olvidaba comer en todo el día y ella por supuesto lo notó.

- No puedo dejar que esto se siga alargando- Sus ojos avellana me escrutaron el rostro con preocupación latente-. ¿Qué está sucediendo?

- No lo sé...

Mi voz salió carrasposa, muy baja. Ella notó eso y estoy casi segura que las alarmas en su cabeza se encendieron.

Desde que nuestra madre había muerto Samantha se había encargado de mí, de ambas. Yo amaba a mi hermana, de verdad lo hacía pero había días en los que no la soportaba y solo quería correr a los brazos de mamá. Pero eso era algo que ya no podía hacer.

Era bastante obvio también que ella se preocupaba demasiado por mí, y que cada vez que mi ánimo bajaba ella estaba ahí para apoyarme. Gracias a eso pude salir muchas veces de la depresión que llevaba conmigo siempre.

- ¿Es por su causa?- lanzó la pregunta al aire, entendí entonces que hablaba de Brahms. No tenía respuesta para ello, no sabía si de verdad era su culpa o simplemente mis sentimientos se mezclaron de nuevo.

- No lo sé

- Tienes que saberlo Jodie- suspiro ruidosamente -. Por favor, solo quiero que te levantes y hagas algo más que estar allí.

Mire su rostro una vez más, ni siquiera me había dado cuenta en qué momento deje de mirarla para observar el suelo.

- Eso intentó...., pero hay algo que no me deja salir. Tú me entiendes ¿Verdad?

La ví por primera vez un poco inquieta con mi revelación, y casi como un rayo de luz una idea se le cruzó por la mente, y... sonrió.

...............

- ¿Porque vamos al pueblo exactamente?- me había sacado casi a patadas de mi habitación para que la acompañará a, según sus palabras, "atender asuntos pendientes". Claro que, no me dejó salir sin antes darme una ducha y haber cambiado mi ropa a una más "linda".