El clima estaba frío, lo cual hizo que me cruzará de brazos todo el camino, tenía una camisa manga larga, pero igual me estaba congelando. Hace rato que habíamos salido de la casa para dirigirnos al invernadero. Brahms había aceptado a mi petición y se había dispuesto a terminar de ayudarme con la pequeña mudanza de Rose.
Observé la espalda ancha del pelinegro, iba delante de mí, él si había pensado con respecto al clima, se había puesto una chaqueta gruesa y unas botas trenzadas, se veía…apuesto.
Visualice la enorme construcción de cristal a unos metros de nosotros, camine más rápido cuando noté que el hombre ya me esperaba en la entrada. Entre a trompicones dado a que me había tropezado con una rama, mi caída fue interrumpida por un brazo enrollado en mi cintura.
Sentí la figura grande de Brahms en mi espalda, me separé de golpe, él ladeó la cabeza por mi movimiento repentino, le sonreí con incomodidad.
— Bien, ya estamos aquí — carraspee la garganta, observé alrededor con algo de nervios—. ¿De qué querías hablar?
Era obvio que iba a defenderse por su estupidez de alejarse de la nada, pero no sé lo iba a dejar fácil.
El me observó desde su altura, estaba inquieto se notaba, estoy casi segura que quería acercarse a mí, pero no sé decidía si era lo correcto o no, al final solo se quedó allí mismo.
— Quiero disculparme
—¿Porque?
Me lanzó una mirada de ¿Es enserio?, sonreí con inocencia mientras caminaba por los alrededores, lo sentí seguirme.
— Jodie…, habló en serio — suspiró ruidosamente, lo había hecho perderme de vista.
— Yo también, no sé porque te disculpas.
Mi caminata fue interrumpida cuando me estrelle con su pecho, había salido de la nada, lo cual me había causado un sobresalto. Sus ojos escrutaron mi rostro y esa acción me hizo sonrojar.
— No te entiendo, un día estamos bien y dormimos juntos, y al otro solo decides ignorame.
— Quería protegerte
—¿Solo así? ¿Sin decirme nada?
— Lo siento..
— No Brahms, esas cosas no se hacen, yo creía que había hecho algo malo, habían noches que no dormía pensando en si te había hecho algo para generar tu desagrado.
Había empezado a desesperarme, nisiquiera me di cuenta en qué momento había empezado a caminar de un lado a otro manoteando, hasta que Brahms me sostuvo por las muñecas haciéndome parar de golpe, levanté la cara para verlo.
— Tranquila, por favor — Su voz salió baja, estaba intentando tranquilizarme —. Tienes razón no fuí el mejor, debí al menos advertirte, pero no quería que corrieras riesgo.
— ¿Y porque lo correría?— mi voz salió muy baja.
— Él estaba observando, entré los arbustos, incluso entró a la casa cuando no estaban.
Me quedé como piedra en mi lugar, y abrí los ojos de golpe ¿Que? Malcom había estado observando todo este tiempo, y yo no lo sabía.
Empecé a temblar tras considerar que ahora mi hermana y Rose corrian peligro y que si algo les sucedía iba a ser mi culpa.
Brahms lo notó e inmediatamente me atrajó a su pecho en un abrazo protector, le correspondí. Su cuerpo pegado al mío me daba cierto grado de seguridad, cerré los ojos perdida en el momento.
Mi teléfono sonó haciéndome separar de golpe lejos de él, lo saqué de mi bolsillo y miré con extrañeza la pantalla, era Nate y me estaba llamando.
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«TEACH ME»| Brahms Hellshire.
Teen Fiction-¡Llamaré a la policía si no me dices quien eres y que carajo quieres!.- lo amenacé. -No..- respondió casi en un susurro por fin. -¿Porque no, acaso hiciste algo malo?.- le pregunté por su respuesta negativa ante la mención de la policía. -No, no lo...