Capítulo 11 al 40

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Kellan

 

 

 

 

 

-¿Y bien?¿Cuál será mi habitación? - preguntó después de soportar estoicamente las lagrimas de su madre.

 

 

-¿Esas son todas las maletas?- pregunté curioso al solo ver cinco de ellas.

 

 

-¿Esperabas mas? No Kellan, no soy una snob como tu - inquirió- A diferencia de ti. Ellos no son mis padres. Por mucho que desearía que lo sean. Además mi madre vivió en una de los bosques mas difíciles e inaccesibles del mundo. Puedo arreglármelas con agua y algo de comida.

 


 

-¿Y tu celular? ¿laptop? ¿Twitter? ¿No hacen eso todos los adolescentes? -pregunté y sabía que estaba frunciendo en ceño. Si fuera posible ya tendría la frente como un mapa medieval.

 

 

-Mira Kellan. No quiero escuchar tus prejuicios de mierda. Me importan un carajo. No estoy cortada con la misma tijera que los hombres lobos. Esto de la transformación es agotador. Me duele todo el cuerpo. Siento como si los huesos se me fueran romper! Sólo quiero una maldita habitación! -gritó y sus ojos comenzaron a ponerse rojos. Sin pupilas ni iris. Totalmente rojos. Era realmente impactante.

 

 

-Tu...tus... Ojos- tartamudeé.

 

 

-Se ponen así cuando estoy demasiado enojada y volverán a ponerse del mismo color hasta que logre sacarme estos zapatos y el maldito brassier-dijo subiendo una maleta roja de algún diseñador. Abrió las puertas de cada uno de los ocho cuartos como alma que lleva el diablo y entró al que de hecho era el mas pequeño y estaba mas alejado del mío y cerró la puerta de un portazo. Estaba dirigiéndome hacía su habitación para decirle unas cuantas cosillas cuando recordé las cámaras.

 

 

 

 

Y me dirigí hacía la sala de monitoreo. A esa chiquilla había que enseñarle modales pensé. Abrí la puerta con el código de seguridad. Mi huella y luego entré en la encriptada habitación del sótano. Ella estaba allí. Estaba llorando mientras intentaba sacarse los pantalones que llevaba. Los jaló una vez mas y cayó de trasero al piso. Finalmente logró sacarlos completamente quedando en una simples bragas de algodón blanco. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal... Pero no podía evitarlo. No lograba entenderla. Un momento ella lucía como si fuera a romperse y al siguiente era una version de Xina rubia y mucho mas guapa. Se quitó el gran y pesado abrigo que llevaba y decidí que era mejor darle su propia privacidad y dejar de ser un maldito voyeur... Pero mierda... Que piernas Xio.

 

 

Xio:

 

 

Era un puto insensible de mierda y no merece tus lágrimas Ximara Zeklos. No las merece así que...

 

¡Espabila muchacha! Me limpié las lágrimas y me quité los pantalones. Malditos pantalones. Maldito dolor de cuerpo. Malditos todos, sobretodo Kellan Foy-Deux y el palo que le metieron en el culo y absorbió todos sus sentimientos. Me quité la ropa. Quedando solo en una limpias y comodas bragas de algodon y me eché en la cómoda y suave cama. Como era de esperarse el solo podía tener edredones de plumas. Almodas de plumas y el palo en el trasero. Todo con la etiqueta de lujo del señor Foy-Deux. Su apellido me recordaba a el disco de Fall Out Boys. Sonreí y me dormí pensando en Nueva York y el concierto al que fui con Josh. Amo Fall Out Boys.

Débil LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora