Capitulo 45

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Xio:

Estaba llorando, yo estaba llorando y no podía contenerlo más,me encontraba en un estado que solo podía ser descrito como hirviendo de celos, estaba tan malditamente cansada de que cada vez que saliera con Kellan a comprar cosas para la llegada del bebé las malditas lobas de esta ciudad no hicieran mas que coquetearle¿Y que hacía él estupido padre de mis hijos?¡Reírse!

¡Reírse como si estuviera tan malditamente acostumbrado a la atención! Siempre era, Kellan aquí, Kellan allá, chicas dándole su numero como si no pudieran ver que estoy a punto de reventar porque ese idiota ¡Puso su maldito esperma dentro mío! Estaba tan enojada que tiré una de los grandes tomos de la biblioteca de Camlin contra la pared, cuando un muy fresco Kellan apareció, el libro casi estrellándose en su antebrazo.

-Wow...Calma, Ximara...-dijo con una sonrisa que en otro momento habria sido coqueta, ahora solo queria borrarla de su estupida cara.

-Kellan no es un buen momento, estoy siendo madura y pidiéndote por favor que te vayas de aquí- dije respirando-Lo siento, no quería lastimarte con el libro, mi intención era únicamente desahogarme- dije suspirando.

-Ximara...¿Qué es lo que está pasando?- preguntó adentrándose mas en la bibioteca.

-Necesito tiempo a solas, eso es todo- dije evadiendo su mirada, solo necesitaba que este enojo saliera de mi sistema o podía dañar a alguien sin quererlo, podía ocurrir, así como lo que sucedió con Delphine-Me libro de una y aparecen mil- renegué.

-¿Qué fue lo que dijiste?- preguntó acercándose más y tomando mi rostro entre sus manos, el me tocó y me soltó al instante.

-Mierda Xio estás ardiendo, como si en cualquier momento fueras a combustionar- soltó preocupado.


-Te dije que te fueras- contesté cerrando los ojos, no era fácil controlar lo que estaba sintiendo con el cerca de aquí-Vete porque puedo lastimarte y no va a ser bonito Kellan, no quiero hacerlo, aún no puedo controlar estos poderes cuando mis emociones me superan, al menos estoy tranquila de saber que esto no lastima a mis bebés - lloré. Pero el no lo hizo, no me escuchó, por el contrario, pese a saber que no debía ser placentero para él, me tomó en sus brazos y me sentó en su regazo.

-Lo que sea que te esté molestando Ximara, puedes decirmelo, y lo solucionaremos, ahora somos un equipo- susurró.

-No puedes volverte horriblemente feo- dije

-¿Qué?- pregunto mirándome como si me hubiera salido un tercer ojo y no solo físicamente estuviera como a cincuenta grados centígrados.

-¡Que estoy harta!¡Harta de que salgamos todos lados y las mujeres te miren, te traten tan bien y hagan como que maldita sea yo no existo!¡Cómo si no estuviera a tu lado! ¡Cómo si no pudieran verme embarazada de ti!- renegué tratando de soltarme de su regazo, pero su agarre, solo se convirtió en más fuerte, sus brazos férreos pero sin lastimarme.

-Espera...¿Es por eso que estas así? Ximara, esas mujeres me coquetean, me dan sus números y todo ello porque tu nunca das señales de que estes interesada en mí¡La vez pasada una de ellas me dijo, oye tu hermana es caliente incluso embarazada! Porque eso es lo que piensan, cada vez que trato de acercarme a ti, rehuyes, cada vez que trato de tomar tu mano, te alejas, cada vez que quiero abrazarte simplemente te sueltas, cuando las personas suponen primero, que eres mi esposa, eres tu quien lo niega vehemente, mientras que a mi nisiquiera me molesta corregirlas, si eso va a hacer que dejen de hacer preguntas, ellos pueden pesar que eres Ximara Foy-Deux si quieren.No soy yo el que ha estado dando señales de que soy mas asqueroso que una ETS- suspiró dolido-Y no entiendo de donde viene tu enojo si eres tu la que huye, a veces tiene que ser o frío o caliente – dijo bajandome de su regazo y dirigiéndose a la puerta-No puedo ser yo el que viva detrás de ti siempre Ximara, o quieres algo conmigo, o no lo quieres, no tienes que decidirlo hoy, o mañana, pero en algún momento te tienes que responder a ti misma esa pregunta, porque si quieres ser solo la madre de mis hijos, perfecto, serás la mejor madre y yo trataré de siempre estar para ti y cuidarte, respetarte, pero solo eso. Y si quieres algo más de mí, sabes donde buscarme, es tarde- señaló abriendo la puerta y saliendo de la biblioteca.


Después de que Kellan se fue permanecí dandole vueltas a lo que dijo, estaba siendo injusta con él, es cierto que todas esas mujeres coqueteaban con el, pero el no les coqueteaba de vuelta, el era educado con ellas, pero nunca había alentado sus coqueteos, y la verdad es que, no quería que lo haga. No quería que el les corresponda, quería que siga siendo igual de atento y paciente como era, quería que siga siendo sobreprotector, aunque a veces me sacara de quicio...No iba a perder al papá de mis hijos, mucho menos por alguna mujer que le dejaba su número en la boleta del café.

Débil LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora