Capítulo 1 y 2

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EDITADO:

No entendía por qué mamá y papá habían decidido que lo mejor era mudarnos a este diminuto pueblo. Es verdad que era considerablemente bonito y desarrollado para ser una pequeña ciudad ubicada en medio del bosque, y estaba feliz de que ellos dos hubieran querido alejarse de todo el ruido e zozobra que una ciudad como Nueva York acarreaba y venirnos a éste diminuto lugar a las afueras de Vancouver.Era bueno poder respirar aire fresco y puro de vez en cuando. Pero sabía que ese no era el motivo.
Creo que todo tenía que ver con el secreto. Me acercaba a la mayoría de edad y estaba segura de que los cambios comenzarían a hacerse cada vez más notables; que la gente podía empezar a darse cuenta.

Yo no era humana. Había dejado de serlo dos años atrás. Al cumplir los quince mis padres me explicaron todo sobre mí: mi madre era una guerrera amazona (mujeres que viven en medio del bosque, justo entre la frontera de Colombia, Brasil, Venezuela y Perú). Son brujas, hechiceras, para decirlo mejor; tienen un gran poder que muchos quisieran poseer. Fueron buscadas por licántropos, hombres lobo, vampiros y otros hechiceros de menor poder.

Ashanka era una sanadora y destructora y, a la vez, una de las amazonas más escasas en todo el mundo. Era capaz de sanar cualquier tipo de enfermedad y revivir a cualquier persona con la ayuda de hierbas o ungüentos, así como acabar fácilmente con otra criatura sin importar la raza.

Ella se enamoró de un hombre lobo, uno de los más importantes e imponentes de toda Irlanda: Ishtar, el futuro alfa. El padre de él le pidió que trajera a una sanadora para poder entregarle el mando de toda la manada. Aquel hombre sufría de Lujuria de Luna, enfermedad que sólo afecta a los hombres lobo. Cada noche de Luna llena, él debía ser encerrado en una bodega llena de acónito muy lejos de cualquier mujer que pudiera encontrar. Las pobres mujeres siempre terminaban siendo violadas.

Ishtar fue hasta los confines de la selva en busca de Ashanka sin pensar en que terminaría enamorándose de ella. Ella prometió tratar de ayudar a su padre, y ambos emprendieron camino hacia Mullingar. Allí, Camlin se enteró de los sentimientos que su hijo tenía hacia cierta amazona y aceptó la relación. Sin embargo, el resto de las manadas irlandesas se sintieron amenazadas al conocer los poderes que mi madre poseía y decidieron que ambos debían morir.

Mi madre me tuvo a los cinco meses, cuando normalmente los hechiceros nacen a los diez y los hombres lobo a los cuatro. Yo, al ser una híbrida, era algo distinto. Las manadas enemigas asesinaron a papá con estacas de plata -y que contenían acónito. Se necesitaron cuatro de ellas y ocho hombres lobo.

Ishtar y Ashanka eran meramente invencibles cuando estaban juntos. Ella era su mate, su vida. Concluyeron que debían matarlo a él, pues mi madre era un ser inmortal.

Pero ella era su Luna. Sólo así lograron hacerlo... La destruyeron y lo destruyeron a el también.

En multimedia Ximara Zeklos :333

Multimedia Kellan

Capítulo 2
-Hay nuevos habitantes en la ciudad -habló mi padre mientras ingresaba a mi despacho. Siempre así de directo. Era común para mí que él apareciera tan repentinamente.

-Habitantes... ¿de qué tipo? -pregunté aun mirando hacia el gráfico hecho por Keller acerca del análisis de la ventas de Foy's Supermarkets.

-Dos hombres lobo y una humana -susurró mirándome fijamente. Ahora tenía toda mi atención.

- ¿Cuándo llegaron? ¿Y por qué tienen consigo una humana? -pregunté curioso.

-Eso es lo que tratamos de averiguar. Colton encontró el lugar donde están hospedándose, un hotel a las afueras de Wolfland. Si tienen un poco de sentido común, ellos pedirán permiso para establecerse aquí, a menos que sean pícaros y entonces tengamos que enviar a Blue para que realice el trabajo sucio.

-Me parece excelente, padre. La seguridad de la manada siempre es lo primero. Te dije que la organización de la manada ayudaría mucho a tener todas las áreas cubiertas. Somos la comunidad más grande de hombres lobo de todo Canadá, así que la paz es imprescindible.

-Concuerdo contigo. Te mantendré informado de todo lo que ocurra.

-Muy bien... Espero que todo resulte tal y como debe ser -dudé-. Aunque con los rastreadores, exterminadores y orientadores no tendremos de qué preocuparnos.

-Así es como debería llevarse a cabo -sonrió con suficiencia-. Adiós, Kellan -y salió de mi oficina.

Un humano con hombres lobo.

Eso era infrecuente. Los humanos no tenían prohibida la entrada a Wolfland, pero algo había en su sistema, alma, subconsciente, como quieran llamarlo que les decía que : Wolfland no era lugar para ellos.

Éramos una comunidad de cien mil personas y estábamos entrenadas desde el jardín de infantes. Realmente mi manada no buscaba un ejército, pero sí que toda nuestra población estuviera para cualquier acontecimiento: nevadas, inundaciones, desastres naturales; disputas con otros lobos, como el clan de Mullingar -que era el único capaz de competir contra los nuestros; aquel clan irlandés de Camlin Wheeleehan, cuya única debilidad era aquel hombre viejo, andrajoso y débil. Su hijo, Ishtar, era el único hombre lobo del paquete que realmente me caía bien.

Estaba muerto.

Era una verdadera pena: él y Ashanka podrían haber hecho de la suya la manada más grande e impresionante.

Débil LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora