Lia Elizabeth Bernadotte una joven princesa quien a pesar de tener todo el peso de ser la próxima reina, pensará primero en los demás antes que ella, esto llevándola a conocer a una cierta persona totalmente diferente a ella.
Por otro lado Max Vers...
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MUCHO TIEMPO PASÓ DESDE AQUELLA NOCHE EN EL PALACIO. Muchas cosas cambiaron desde entonces y simplemente siempre dije que todo pasaba por algo, aunque muchas otras se mantuvieron intactas tal como habían sido desde el comienzo, pero la mejor parte era que todo fluía hacia el lugar correcto.
Lo habíamos conseguido todo eso juntos, habían pasado ya casi cuatro años de la coronación, Max había seguido normal en las carreras dándolo todo en cada una de estas, yo he estado al tanto de todo lo que sucede en Suecia y así mismo lo que puedo hacer por esta.
Todo el mundo hablaba de el buen trabajo que estaba realizando y eso me hacía sentir más cómoda y feliz conmigo misma porque en realidad nunca había dudado de lo que podía lograr sola. En cambio Max había ganado los últimos tres campeonatos, rompiendo récords en cada una de sus carreras.
Sin dudas habíamos tenido suerte, mucha.
Ya no vivíamos en el departamento de Max ahora decidió que compraríamos una casa, donde solo estemos nosotros en Mónaco, y a la vez también en Suecia ya que podríamos olvidarnos de nuestras responsabilidades al menos un tiempo. Ambas eran tan cómodas, y perfectas, tratábamos de que fuera un reflejo de nosotros mismos escogiendo cada una de las cosas para que pudiera verse tal como alguna vez lo soñamos.
Y qué creen ?
Después de todo habíamos comprado unos cachorros para que fueran nuestros compañeros de aventuras, Rockie, era mi mascota un perro dóberman simplemente fue un regalo maravilloso por parte de Max ya que sabía que amaba a esa raza, y por otro lado Loki, creo que el nombre ya saben porque y él es de raza pastor australiano.
Éramos como la pequeña familia que siempre quisimos, y ahora lo estábamos logrando poco a poco.
Ahora mismo nos encontrábamos en Noruega, la noche comenzó a caer y ambos nos encontrábamos con miles de capas de ropa encima ya que el frío que estaba haciendo era sorprendente, mire al cielo esperando encontrarme con la luna pero no fue así.
Había claramente algunas estrellas, unas se notaban aún más que las otras pero aún así estaban en una posición que encajaba, el aire que corría ocasionaba que mi cabello se moviera de manera rebelde a pesar de cubrirlo, tome la mano de Max mientras seguía mirando fijamente aquello.
De un momento a otro apareció la aurora boreal, dejando notar aquellas luces de colores verdes en diferentes tonalidades con algo también de azul, incluso muy apenas se podría notar una combinación entre el rosa y el morado.
Una de mis manos descansaba sobre su mano, unió sus dedos con los míos mientras recargaba mi cabeza en su hombro, aún mientras la suya se mantenía por completo unido a la mía, con una enorme sonrisa en el rostro.
Beso mi mano lentamente por encima de aquel anillo, me había preguntado qué me cansara con el, a lo cual sin duda alguna acepté, aquello que llevaba en mi mano tenía un diamante tan llamativo, y me sentía tan feliz porque me iba a casar.
