➶golden hour―chat noir.

𝘤𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘰𝘯𝘤𝘦―𝘳𝘰𝘤𝘬𝘦𝘳𝘰 𝘳𝘶𝘧𝘪𝘢𝘯.

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—Por fin, es viernes. —le digo a Adrien mientras estábamos jugando a un videojuego en su cuarto. Esto se hizo bastante diario, o él venía a mi casa por las noches como Chat Noir o yo iba a la suya como Foxanne.

—Sí, a la madrugada vuelve Jagged Stone del concierto que dio en españa y se quedará unos días. Chloé me llevará a verlo. —dijo mientras movía su mano rápidamente, pero logré vencerlo, por sexta vez.— ¡Oh vamos!

—¡Sí! —gritó yo acercándome a su cara para hacerle burla.— Admite que eres malo.

—No soy malo, tu eres muy buena. ¿Revancha? —preguntó sonriente.

—Sí gano, me llevas contigo a ver a Jagged. —le digo con determinación.

—¿Premio o castigo? —preguntó al aire pensativo, golpeé levemente su hombro y se quejó.

No se en que momento se hizo de día, pero me dormí junto a Adrien en su sillón, con el joystick en la mano. Estaba exhausta, esto de ser superhéroe pasó de ser de cada tres días a literalmente todos los días.

Espero tener mis merecidas mini vacaciones.

Me fijé la hora en mi celular, eran las siete. No tenía ganas de levantarme más temprano asi que me levanté del sillón, dejando a Adrien durmiendo ahí para yo dormir en su cómoda cama.

Me desperté porque alguien tiró de mis pies, Adrien me arrastró de la cama para acostarse él.

—¡Oye! —me quejé yo para agarrar una almohada y pegarle, éste se reía.— ¿De qué te ries?

—Deberías mirarte al espejo... —dijo entre risas. Me dirigí a su baño para notar que me había pintado con fibras.

—¡Adrien, pequeño mocoso, te voy a matar! —grité mientras me sacaba con agua la tinta.

Podía escuchar su risa acercándose a mí, lo vi a través del espejo con una sonrisa en su rostro.

—La venganza se sirve en un plato frío, Adrien. —le digo yo, se asustó y se fue. Lo que me hizo reír.

Me sequé el rostro para caminar con lentitud hacia Adrien, quien me miraba como si hubiera visto un fantasma.

—¡Un akuma! —dijo asustado mientras señalaba, yo miré frenéticamente para ver que no había nada, cuando me di vuelta pude ver como se reía a carcajadas.

—Que gracioso. —digo con sarcasmo para tirarme encima de él y hacerle cosquillas.

—¡Cosquillas no, cosquillas no! —dijo entre risas, realmente estaba hecho para ser modelo, nunca lo vi con una cara comprometedora digna de un escracho. Entonces me acordé que me tenía que ir antes de que se dieran cuenta personajes externos como Nathalie que estaba aquí.

—Esto no terminará aquí, niño. —le digo desafiando al rubio, quien me regaló una mirada de susto. Me transformé en Foxanne para volver por los tejados a mi casa.—Nos vemos.

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—Oye, Adrien. —llamé al rubio, quien estaba inspeccionando aburrido su celular, me miró. Estábamos yendo juntos al hotel, me había pasado a buscar.— ¿Crees que Jagged pueda tener hijos?

—No lo creo, me fijaré cuantos años tiene. —dijo buscando en internet.— ¡¿Qué?! ¿Cuarenta y cinco años? Aparenta muchísimo menos.

—Wow... espero nunca ser vieja. —confesé con una risa.