Olvidando el pasado

Capítulo VIII

Corría junto a los otros agentes por la plaza de cubos esa madrugada. Solo se podía escuchar nuestros pasos y uno que otro carro que pasaba por ahí en esos momentos. Pasaron junto al badulaque central, pero por la hora estaba cerrado. El apartamento de Carlo no daba a la calle, además dudaba mucho que esté estuviera despierto. No pudo evitar recordar su salida de hace unas noches y pensar en el omega italiano. Últimamente esté formaba parte de sus pensamientos y una sonrisa se presentó en su rostro al recordar su sonrojo. De algo que estaba completamente seguro es que deseaba poder repetir la salida lo más pronto posible. ¿Dónde podría llevarle a parte de salir a comer?. Algún lugar que no conociera, ya que le había dicho que llevaba poco tiempo en la ciudad. Además también le gustaría de ser posible que salieran alguna veces ellos dos solos y otros con la niña. Tal vez podría pedirle el favor a Alanna que cuidara de la hija de Carlo

Los rayos del Sol asomaban ya por el horizonte cuando corríamos de vuelta hacia la garita de la sede para tomar un baño, cambiarnos y empezar a patrullar junto a V.

- ¿Cómo va todo con el alfa que conociste?. Me dijiste que trabaja en el hospital y no me has contado más nada acerca de él - no podía evitarlo, me gustaba el cotilleo

- Bueno Horacio, es complicado por nuestros turnos cuando está libre yo estoy patrullando y cuando lo estoy yo, entonces está de turno. Yo la verdad a esto de las relaciones sinceramente no tengo mucha experiencia. Nunca antes me había sentido no se así con un alfa - giré mi rostro para observarle.

- Pero V, eres el sub director, si necesitas ajustar tus turnos con los del alfa, perfectamente lo puedes hacer. Yo te autorizó. Dime una cosa, ¿ya hicieron el delicioso? - no pude evitar sonreír.

- ¿Cómo?. ¿No entiendo?. ¿Qué si hemos comido algo delicioso? - me lleve la mano a mi frente negando.

- ¿Qué si ya se comieron el pastel?. - intente nuevamente.

- Si fuimos a una cafetería a comer pastel, no soy de cosas dulces, pero a él le encantan - seguía negando.

- No....hablo de si ya follaron. Ya cogieron - Volkov empezó a toser.

- ¿Cómo?. ¿Cómo dices H? - se había puesto rojo.

No pude evitar soltar una carcajada, no tenía que responder. Su rostro apenado lo decía todo.

- Buenas H y V. Acaban de darnos un aviso, nos informan que en las obras a los pies de la escalera para subir a la grúa, encontraron el cuerpo de una persona sin vida y solicitan nuestra presencia - Alana nos comunico por radio.

- 10 -4 - le respondí y encendimos las sirenas del patrulla para acercarnos a la zona.

El comisario Kovacs nos esperaba caminando de un lado a otro en la acera frente a la obra de construcción.

- Horacio, no es bueno lo que encontramos - fruncí el ceño ante sus palabras. Además pude percibir el aroma de preocupación en varios de los oficiales presentes.

La situación que se encontró era peor de lo que esperaba. Sentado en el suelo apoyado contra el inicio de la escalera y con las muñecas esposadas sobre su cabeza estaba el cuerpo de un hombre. Le habían torturado, golpeado y cortado el cuello.

- Tenemos alguna identificación. ¿Sabemos quién es? - le pregunté a Alanna.

- Un momento H, ya le dijo. Nos indicaron la LSPD, que registraron la zona e hicieron perímetro por el área y no pudieron encontrar nada.

Alanna nos miró preocupada al decirnos que era un estudiante de la universidad y un omega.

Habíamos estado toda la mañana ocupados por la investigación del asesinato. Sin embargo era poco lo que había podido recolectar. Teníamos muy pocas pistas. Además de tener un nudo en el estómago al tener que informarles a sus familiares.