Sinceramente si lo pensaba de manera detenida, la situación era surrealista e inverosímil. Desde cuando tenía tratos tan cordiales con el cuerpo policial y más con los federales. Llevaban viniendo todos los días como clientes al badulaque. No es que sintiera aprensión o molestia, eran simples clientes más. Es solo que le seguía pareciendo aún increíble, en especial porque en Italia mantenía a los policías a distancia, pero bueno, ahí todos sabían de quién era hijo y su situación era una completamente distinta.
Vio al Cejas llegar al badulaque, esté entraba un poco más tarde igual que Golondrina, para poder cubrir parte del turno de la tarde y el de la noche antes de cerrar el badulaque a media noche.
- ¿Que tal?. ¿Ha habido mucho movimiento? - me cuestiono mientras caminaba a ponerse el uniforme y entrar de servicio.
- La mañana estuvo bastante movida, los federales, algunos médicos y demás cliente. Ahora es que ha bajado un poco la clientela. Así que aprovecharé que llegaste para ir al almacén, cualquier cosa me avisas - le cedí el puesto en el mostrador, mientras me alejaba.
- ¿Los federales?. A esté paso tendremos que hacerle tarjetas de clientes frecuentes - no pude evitar reírme, antes de desaparecer.
Revisaba la lista de la mercancía, haciendo inventario para poder hacer el pedido de la próxima semana, cuando recibí un mensaje al celular del Cejas.
- Carlo....ehhh....creo que tenemos graves problemas - fruncí el ceño, dirigiéndome a la caja fuerte, la única del local al que sólo yo tenía acceso, antes de regresar a ver que sucedía.
- ¿Qué sucede? - le cuestioné, mirando a los hombres que estaban recorriendo el lugar. Me mantuve sereno, observándoles. Por la ropa, sus tatuajes, son moteros.
- Le dijimos que queríamos ver al encargado, ya que tenemos un asunto que tratar con él - habló uno de ellos, girándose para observarme dando unos pasos en mi dirección.
Me cruce de brazos esperando que continuará.
- Es muy sencillo, existe mucho como llamarle vandalismo, ya sabes que rompen los cristales hacen grafitos, ese tipo de cosas a los locales. Y nosotros estamos para evitar que esas cosas sucedan, a la policía realmente les importa una mierda eso, al menos que hayan robos o muertos, pero destrucción de la propiedad, se la sudan. Nosotros nos encargamos que eso no suceda, pero claro no todo es gratis. Alejamos el vandalismo, robos y le damos protección. A cambio una vez por semana vendremos a recoger la pequeña comisión que nos merecemos por ese trabajo de protectores. El 10% de las ganancias. Ustedes ganan y nosotros también - seguía cruzados de brazos escuchándole, tenía ganas de reír, esto ya lo había visto antes, los trabajadores de mi padre lo hacían con muchos locales.
- Y si no me interesa, pues conozco muchas otras maneras de proteger el badulaque - la sonrisa desapareció de su cara, vi a los otros dos sujetos que le acompañaban caminar hasta el mostrador, sosteniendo al Cejas por la espalda. Me moví de inmediato, pero fui detenido por el hombre, quien me empujo contra una de las neveras, golpeándome la espalda contra está.
- Imbecil que te jodan - respondí malhumorado, mi olor empezó a volverse amargo de inmediato y el sujeto movió el rostro en mi dirección.
- ¡¡Que sorpresa!!.....un Omega. Esto si que no me lo esperaba. Y sin marcar. Iba a romperte la boca por insolente, pero siendo un omega la situación cambia. Voy a romperte es el culo. Vamos a ver si esa boquita sigue de insolente, mientras te follo - me aprisionó por completo, apoyando ambas manos en el cristal de la nevera que estaba detrás mío y aspiro el aroma de mi cuello.
Sin previo aviso saqué el arma que llevaba sujeta en la espalda en la pretina del pantalón, apuntando debajo de la quijada de aquel alfa. Su aroma se intensificó de inmediato.
ESTÁS LEYENDO
Olvidando el pasado
FanficCarlo Gambino, un omega despreciado por su padre debido a su condición. A causa de unos acontecimientos desafortunados, para el jefe de la mafia Gambino su hijo había deshonrado a la familia. Abandonado, traicionado y con una hija emprende un viaje...