perdóname

capitulo 42

Se llegó un nuevo día para todos en seoul y mientras jungkook se arreglaba para ir a su trabajo una sonrisa de su rostro no lo abandonaba por fin tenía a su hija y también sabía donde vivía jimin así podría visitar a ambos sin problema.

Jimin por otro lado se encontraba durmiendo ya que su bebé lo había levantado varias veces por la noche para comer y por que se había hecho del baño, esa primera noche fue dura para él por que se le hacía difícil el no saber mucho y su herida dolía cada que hacía un mal movimiento pero no se arrepentía de todo eso por que era su hija y la amaba.

Transcurrió el día para ambos jimin cuidaba de su hija aunque era muy tranquila y solo lloraba al tener hambre o se encontrara sucia quería estar alerta para cualquier cosa por que su instinto se lo pedía. Como siempre tuvo una llamada del doctor para saber cómo estaba él y cómo se encontraba su bebé y que después iría a verlo por que ha tenido algo de trabajo después le aseguro que iría cuando le fuera a quitar los puntos mientras seguirían en comunicacion.

Jungkook se encontraba en su oficina viendo la hora a cada rato para poder ir a ver a su hija y su pequeño, había querido ir en su hora de comida pero decidió que mejor cuando terminara su horario laboral para poder estar más tiempo con ambos, con anticipación pidió a su secretaria que le comprara un ramo de flores para jimin así cuando tuvo el ramo de flores se fue rápidamente al departamento de jimin, una vez llego subió a su piso con el ramo de flores en mano, cuando se topó con la puerta del apartamento de jimin tocó el timbre esperando que este abriera.

A jimin le tomó unos minutos poder llegar a la puerta seguramente era su mamá la que había llegado pues le hablo y le dijo que iría a verlo por la tarde pero cuando abrió no encontró a su madre si no a jungkook con un ramo de flores.

-Hola, ¿como estas?- pregunto una vez la puerta se abrió

-Bien, no era necesario que vinieras- desvío su vista del rostro de jungkook a la flores

-Lo sé pero vine a verlos a ambos se que aunque sea mínima una ayuda no esta mal- vio como jimin veía su rostro y luego desvió la mirada a las flores en sus manos

-Pasa entonces la bebé esta en su cuna- le dio el paso a jungkook para adentrarse al departamento

-Gracias, estas son para ti- dijo una ves estuvieron dentro del departamento, extendió las flores a jimin

-No se que ganas con traer flores- hablo viéndolas

-Es una manera de pedirte perdón- aún tenía las flores extendidas hacia jimin

-Pues no las necesito- las tomo y las puso en una mesita que había en la entrada -con un ramo de flores no preparas lo que hiciste- paso una mano por su cabello hechandolo hacia atrás

-Lo sé también pero no dejaré de hacerlo, no dejaré de darte detalles hasta que te vuelva a enamorar y qu...- la voz de jimin lo interrumpe

-La bebé está en su habitación puedes pasar a verla mientras espero a mi madre- le corto y camino para sentarse en un sillón prendiendo la televisión

Jungkook lo vio sentarse y suspiro después de unos segundos se dio la vuelta para ir a la habitación de su hija, cuando se adentró la vio dormitar tan tranquila, se acercó a su cuna y la acarició con una de sus manos en su mejilla era tan hermosa, se veía tan pequeñita y frágil que jungkook quiso cuidarla para siempre.

Así como paso ese día, siguieron pasando los demás, esos días se volvieron semanas y la relación entre jimin y jungkook no avanzaba, jimin siempre rechazaba los detalles que jungkook tenía con él pero jungkook no se rendía, cuando se cumplieron los días para que le quitaran los puntos el doctor llegó a su departamento y mientras jungkook cargaba a su hija en brazos jimin lo resivio con una sonrisa radiante en su rostro y tenía que admitir que se veía feliz.

Pasaron los días y el doctor siempre visitaba a jimin quizá no diario pero lo hacía y jimin siempre hacía como si el no existiera y le dolía, le dolia todo lo que estaba pasando pero su conciencia le decía que se lo merecía.

Se pequeña Myeong-suk ya tenía dos meses jungkook se encontraba fuera del departamento esperando que le abrieran la puerta cuando esta se abrió lo resivio jimin con una cobija de su hija en manos, este no dijo nada solo se hizo a un lado para que jungkook pasara.

-Jimin toma es para ti- extendió una pequeña cajita roja aterciopelada, jimin rodo los ojos y tomo la cajita

-Gracias, la bebé está en la sala yo me iré a bañar- lo dejo que se adentrará y se fue a su habitación.

-Hola pequeña hermosa- vio a su bebé que estaba despierta moviendo sus manitas y piecitos

Cuando la bebé escuchó a su papá hablarle lo buscó con la mirada

-Aquí estoy pequeña- le hablo tomándola en brazos -cada día estas más grandota y hermosa- dio un beso en la mejilla de su bebé

-Eres igual a papi jimin cada día te pareces más a el- la vio fijamente y le sonrio aún recuerda como la primera sonrisa de su hija fue dirigida a él. Ese día se sintió muy afortunado

Después de varios minutos hablándole a su hija esta empezó a buscar alimento quejándose por no encontrarlo, jungkook camino hacia la habitación de jimin para ver si había terminado de bañarse, la puerta de su habitación estaba media abierta y se acercó para asomarse, cuando lo hizo jimin salía del baño con una bata puesta y con una toalla secando su cabello, toco un poco la puerta y jimin escuchó a su hija quejarse así que volteó hacia la puerta y encontró a jungkook con su hija en brazos queriendo empezar a llorar más fuerte.

-Tiene hambre- dijo cuando jimin se acercaba

-Damela entonces- se acercó para tomarla de los brazos de jungkook

Cuando jimin se acercó le llegó el olor del shampoo directo a sus fosas nasales y no dudo en inhalar un poco antes de que este se apartara seguía oliendo tan bien. Cuando el aroma se fue lo vio sentarse en su cama acomodando a su hija

-Puedo... puedo ver como se alimenta- jungkook nunca vio como jimin alimentaba a su hija por que este nunca dejó que el lo viera, dudo un poco en pedir eso quizá y jimin se negaría 

Jimin dirigió su vista a donde estaba el parado y dudó un poco pero asintió, jungkook no dudó en acercarse y sentarse en la cama viendo como jimin aflojaba el nudo de la bata y dejaba al descubierto sus clavículas su hombro y posteriormente su pezon hinchado, tragó grueso, vio como acercaba a su hija y esta succiona rápidamente era increíble ver como se alimentaba era una escena digna de una foto y esa foto la guardo muy dentro de su corazón y sus pensamientos, dudo un poco pero con su mano temblorosa la cercó a la mejilla de su hija y acarició se acercó un poco más para verla más de cerca, si, era perfecta.

-Es perfecta- dijo desviando su mirada a la de jimin que lo veía expectante

-Lo se- vio sus ojos directamente

-Es tan preciosa, se parece a ti- escaneo su rostro y era aún más  precioso

-Si, gracias que alivio- desvió su mirada para ver a su hija

-Me estás diciendo feo- se enderezó y lo vio

-Tómalo como quieras no me importa- dijo y no lo volteo a ver siguió viendo a su hija

Todo iba bien para jungkook pero frases
dichas como esta última le dolia, jimin siempre le decía cosas así sin importar que y quizás el siempre las esperaba pero no dejaba de doler, solo apretó sus ojos y volvió la vista a su hija acariciando su mejilla viendo como cada vez cerraba sus ojitos dispuesta a dormir.

Cuando estuvo dormida y soltó el pezon de jimin jungkook se la pidió para dejarla en su cuna y el pudiera vestirse, la dejo en su cuna con un beso en su frente y se sentó en una silla al lado de ella observándola dormir y pensando que no avanzaba con jimin hasta ese día no mantenían como tal una conversación jungkook intentaba pero jimin lo cortaba y se iba o le hacía comentarios hirientes le estaba costando más de lo que el se imaginó y estar en el espacio de su hija lo hacía sentirse bien después de todo.