una transferencia al city, un androide noruego, una noche de tragos, un bebé sorpresa y el mundial qatar 2022. sí, es una buena forma de resumir la historia de lizzie y julián.
julián álvarez x female!oc.
the football wags universe:
book 1.
cover by...
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CHAPTER THREE spidey-boy august 27th, 2022.
Julián en realidad no estaba tan sobrio como Lizzie creyó.
Al principio no se dio cuenta de ello; pero luego de unos cuantos minutos pareció bastante obvio que Julián no estaba muy acostumbrado a hacer conversación. El tartamudeo y el silencio entre sus palabras no sólo venía de su inglés roto, sino también de que era tímido. El licor de su vaso –fernet, le dijo a Lizzie, sea eso lo que fuera– era lo que lo impulsaba a responderle con oraciones largas, en lugar de simples monosílabas.
Por supuesto, que ella hablara español debió aumentar la confianza de Julián. Siempre era difícil llegar a un nuevo país del que no conocías el idioma o la cultura, a Lizzie le pasó cuando se mudó a Francia. El español era su idioma materno tanto como el inglés y el catalán; pero el francés fue un dolor de cabeza para ella y para Nadia.
—Le hice una cena, a la muy hijueputa —decía Lizzie. Un shot se balanceaba entre sus dedos—. Y luego tuvo el descaro de arrastrarme aquí, cuando yo no quería. Y luego me abandonó, por el gonorrea del novio que es una lacra y está cogiendo con una vieja en mi clase de Historia del Arte. ¿Puedes creerlo?
—Tremenda pelotuda —murmuró Julián.
—No, no la llames así. —Lizzie frunció el ceño. Estaba segura de que eso era un insulto—. Es mi mejor amiga, la adoro.
Julián frunció el ceño.
—¿Vos no estabas molesta con ella?
—Sí, lo estoy. La malparida doble cara esa —dijo Lizzie, bebiéndose el shot de golpe—. ¡Íbamos a ver Crepúsculo! ¿Sabes lo que es Crepúsculo?
—¿La de los vampiros?
—¡Exacto! Es nuestra cosa favorita para criticar, igual que a los Miss Universo. Y Jude me abandonó por un pene —Ella hizo un puchero de tristeza. Acababa de darse cuenta que la bandeja sólo tenía vasos vacíos—. Se me acabó el tequila. ¿Tienes tequila? —Julián negó—. Oye, Pete. Tráeme otra bandeja, por favor.
Peter asintió, para luego perderse a la barra. Lizzie no sabía qué haría sin él.
—¿Quién es Pit? —preguntó Julián.
—Mi guardaespaldas —dijo Lizzie, señalando vagamente la forma encorvada del hombre mientras hablaba con el bartman. Julián murmuró un oh bajo su aliento—. Es casi tan alto como ese rubio amigo tuyo, el que parece vikingo.
