XXII.

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CHAPTER TWENTY-TWO
my dearest
december 11th, 2022.




Las cosas se calmaron con el pasar de las horas.

Julián estaba a mitad de su intento de ganarle a Davi en UNO y recuperar un poco de su orgullo (perdió cuatro veces seguidas) cuando Jude y Lory aparecieron por la esquina del pasillo. Jude tenía el ceño fruncido y los ojos fijos en el celular de Lizzie, como si fuera capaz de incinerarlo por pura fuerza de voluntad. Parecía bastante dispuesta a matar a alguien, si Julián entendió bien sus refunfuños en inglés.

—¿Qué onda, Jude? —preguntó Julián, colocando un +4 sobre la pequeña pila acumulada. Davi hizo un puchero y sacó las cuatro cartas de la baraja, cosa que colocó una sonrisa de suficiencia en el rostro de Julián. Había tratado de que Davi sufriera las consecuencias de ese +4 desde hace media hora—. ¿Por qué tenés esa cara?

—En Inglaterra son casi las 12, Liz tenía que entregar un ensayo para Literatura latinoamericana hoy —dijo Jude, en tono de molestia. Lory se sentó junto a ellos y le revolvió el cabello a Davi, que todavía seguía indignado por el ataque—. Y yo sigo sin poder desbloquear esta porquería. Ella va a enloquecer cuando se despierte y se dé cuenta que se perdió la fecha de entrega.

—Probamos todas las contraseñas posibles, y nada dio resultado —añadió Lory, con cansancio. Se veía y sonaba así desde la noche que internaron a Lizzie.

—Bobos —murmuró Davi.

Julián sonrió de lado. Concentrarse en la presencia de Davi lo ayudó a calmar su ansiedad por Lizzie, lo suficiente para funcionar con normalidad. Sus viejos, hermanos y Enzo trataron de todo, pero al final fue Davi quien consiguió mantenerlo atado a tierra. A Lizzie le habría gustado que el nene estuviera tranquilo y no se preocupara, así que Julián se encargó de eso.

—¿No te sabés vos la contraseña?

—Sí —dijo Davi.

Jude pareció más asesina que antes.

—¿Y por qué no dijiste nada?

—Porque es re obvia, no sé qué les dificulta —se quejó Davi, ofendido. Los grandes ojos verdes del nene miraron de Julián a Lory, de Lory a Jude y de Jude a Julián, como si no pudiera creer que ninguno de ellos haya descubierto la contraseña hasta ahora—. Es enserio, es la cosa más fácil...

—Bue, ya te entendimos, somos medio boludos —dijo Lory, la voz le barboteaba de sarcasmo—. ¿Nos querés decir cuál es la puñetera contraseña?

Davi rodó los ojos.

—24, 12, 16.

—Por supuesto que sí. —Lory soltó un bufido.

KARMA ━━ julián álvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora