Capítulo 7: El inicio de una linda amistad

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Mientras regresaba a su clase, o a cualquier lugar que le diera seguridad, Reah podía oír a varios de los estudiantes hablando de una nueva parejita algo inusual. Era un tema algo tonto e inrelevante, algo que carecia de importancia y del interes de la albina. Pero mientras Reah se acercaba a su destino, aquel tema de conversación tomó de golpe relevancia, pues la albina escuchó tanto su nombre como el de aquella chica de cabellera escarlata.

Reah simplemente avanzaba por los pasillos escuchando que aquello que tanto deseaba se había vuelto un chisme en su escuela. Aquel rumor de que salía con la chica que rescató el día anterior parecía ser sensación en todo el colegio. Con cada paso que daba, más se cuestionaba de que si aquel rumor era el motivo de la pequeña charla que Sel pidió tener con Lili. Mientras más se acercaba a su salón, más interés tenía por descubrir quien difundió aquella mentira. El interés llegó a un punto cuando Reah pudo oír a las dos bravuconas que había molestado a Sel hablando de cómo "descubrieron" el pequeño romance que ocultaban las dos chicas.

-¿Así que fueron ustedes dos que empezaron ese estupido chisme?- dijo Reah con rencor hacia las dos chicas.

-Si fuimos nosotras, ¿Y qué?- respondió una de las chicas.

-¿No creerías que tu relación duraría toda la vida en secreto?- dijo con un tono burlón la otra chica.

-No estamos saliendo...- respondió Reah con enojo en cada una de sus palabras.

-Si eso fuera cierto, ¿por qué la ayudaste? si se supone que odias a todo el mundo.- dijo una de las chicas con aquel tono que empezaba odiar Reah.

-Me dio lastima...- dijo Reah, en un intento vago de mentir sin que se dieran cuenta las dos chicas.

-Mientes...- contestó una.

-La amas, la deseas tanto que incluso sueñas con tenerla en su cuarto...- dijo la otra chica burlándose de la albina, la cual ya carecía de paciencia.

En un movimiento rápido, Reah tiró al piso a una de las chicas y sujeto del uniforme a la chica que había hablado recientemente. Con un odio en aquella mirada azulada, Reah volvió a hablar.

-¡Escuchame subnormal de mierda! ¡Lo que tenga con ella no es de su incumbencia! ¡Que sea la última vez que las descubro difamar algo sobre mí!...- dijo Reah, quien mantenía con miedo a la chica que tenía en manos.

-¡SEÑORITA!- gritó la directora desde el otro extremo del pasillo.

Reah con miedo volteó con lentitud hacia la mujer mayor, quien le faltaba tiempo y paciencia para escuchar y saber que había llevado a la escena que la directora presenciaba. Con voz respetable, la mujer indicó a las tres chicas que se dirigieran a su oficina, ya que tendría una fuerte charla.

Habían pasado varios minutos, y Sel solo pensaba en que llegaría el momento de hablar con Reah, pero sería su sorpresa grande cuando escucho la voz de Reah, junto con las voces de las chicas que le habían arruinado el día anterior. Preocupada por la albina, Sel siguió el sonido de las voces hasta llegar a la oficina de la directora. Sel escuchó sorprendida como la directora hablaba con furia hacia Reah. Algo en Sel le hizo reaccionar y tomar acción. Con ese impulso extraño, tocó la puerta y entró con mucha seguridad.

- Buenos días señora directora.- dijo Sel con seriedad.

-Oh, pero si es la señorita Natsuki, presidenta del club de lectura. Dígame, ¿En qué le puedo ayudar?- preguntó la directora cambiando su tono furioso a uno más amable.

-He venido a hablarle de algo muy importante, que tiene que ver con las tres chicas presentes.- dijo Sel con aquel tono de seriedad con el que empezó la conversación.

-No me diga que estas tres chicas revoltosas le hicieron algo.- dijo la directora, quien después de terminar su frase, miró en manera retadora a las tres chicas, en especial a Reah.

-Sí señora directora, ocurrió algo el día anterior, pero prefiero hablarlo con usted en privado.- dijo Sel.

-¿Ahora?- preguntó la directora, algo confundida por la petición.

-Si, puede que esto que le voy a decir cambie la posible decisión que estuvo a punto de tomar.- dijo Sel

-Esta bien, ustedes tres pueden irse.- dijo la directora.

Tras eso, las tres chicas se levantaron de sus asientos y salieron. Reah miró por unos segundos a Sel, quien ni se inmuto con la mirada de la albina. Reah salió, preguntando el porqué Sel apareció así de la nada. La albina esperaba volver a ver a Sel para preguntarle el porqué apareció sin motivo aparente en la oficina de la directora, aunque eso último sería imposible, tomando en cuenta que la directora le mencionó que era muy posible que fuese expulsada definitivamente.

Minutos más tarde, en el altavoz se escuchó la voz de la directora ordenando a las dos bravuconas que se aparecieran en su oficina. Reah se preguntó en ese momento el porqué la directora no la mencionó, pero esa pregunta se respondió cuando Sel apareció detrás de Reah, asustando un poco a esta última por la curiosa entrada de la chica estudiosa.

-Me debes una tía.- dijo Sel con alegría, como si no hubiese pasado nada.

-¿Qué fue lo que hiciste?- preguntó Reah.

-Le dije la verdad a la directora, que las dos bravuconas llevan casi dos años molestándome, pero que tú me ayudaste ayer. Esa acción tuya hizo que la directora cambiase de opinión de expulsarte, después de todo, le pareció tierno de tu parte ayudar a alguien con un problema tan serio como el bullying.- dijo Sel mientras miraba con inocencia a su amiga albina.

-No tenías que hacerlo.- dijo Reah, evitando mirar a su amiga a los ojos.

-Tuve que... si no te hubieran expulsado... y por ende, ya no volvería a verte...- dijo Sel, siendo honesta con la chica que tenía enfrente.

-Gracias... creo que estamos a mano.- dijo Reah con una sonrisa cálida en sus labios.

-Sabes, te ves muy maja cuando sonries.- dijo Sel mientras contemplaba aquella sonrisa.

Ante esa contestación, Reah se cubrió de inmediato el rostro, el cual estaba de un tono rojizo muy brillante. Sel al ver así a su amiga, nuevamente habló.

-También se te muy mona cuando te pones nerviosa.- volvió a decir Sel con un tono tierno en sus palabras.

-Eh... gracias...¿Tu no tenías clase o algo?- preguntó Reah evitando que Sel le siguiera halagando más.

-De hecho sí, pero creo que para este punto ya habrá acabado.- dijo Sel

-¿No quieres deambular por el colegio mientras empieza la siguiente clase?- preguntó Reah

-Claro.- contestó directamente Sel.

Ambas chicas empezaron a caminar en el inmenso lugar..

-No sabía que eras la presidenta del club de lectura.- dijo Reah, en un intento de sacar un nuevo tema de conversación.

-Hay muchas cosas que no sabes sobre mí... Pero descuida, todos mis secretos saldrán a la luz.- dijo Sel, quien terminó su frase guiñandole un ojo a la albina.

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