—Entonces ya acabamos las sesiones.
—Exacto, Thomás, ya te puedes ir, fue un placer tenerte de paciente.
—Gracias doc., hora de iniciar de nuevo.
—Te recomiendo hacer un diario.
—¿Por qué?
—Porque si vuelves a tener amnesia no me tengo que romper la mente buscando tu pasado.
—Lo tendré en cuenta.
Ya ha pasado un tiempo desde que Isabel se fue, sigo viviendo en la misma casa, pero pronto me mudaré, si sigo viviendo acá voy a seguir recordando todo lo de mi relación y son tanto como cosas buenas y malas, me despidieron del trabajo, pero no me sentí mal, no es como que amara ese trabajo desolador, pero logré conseguir un trabajo en la capital, donde antes vivía y volver va a ser una aventura, la señora Collins ha muerto, no pude estar en su funeral y me sentí bastante mal, era de las pocas relaciones sociales que tenía, hace dos días decidí ir a su tumba y dejarle unas flores, según me dijeron ella se preocupó mucho por mí cuando estaba en el psiquiatra.
El tren al que siempre iba al trabajo sufrió un descarrilamiento y la estación ahora se encuentra abandonada, de vez en cuando veo gaviotas volando a esa dirección y ahora es su nuevo nido, una vez entré y una gaviota con el ala rota se me puso en el hombro, me miró fijamente y luego se iría volando débilmente. El tren fue cubierto por el pasto y ahora es de color verde, había una grieta en una pared, es triste ver como pasó de ser una estación normal a estar totalmente abandonada y ser el hogar de aves, aunque siempre estuvieron acá, cuando tomaba el tren volaban junto al tren y ahora por siempre se detuvo y las aves ya no tienen con quién volar.
El supermercado se hizo más grande y por fin trajeron yogur griego, remodelaron el sitio y ya no es como antes, solo me queda el recuerdo de lo que fue y será, también los precios subieron y toca pagar para agarrar el carrito. Las calles siguen igual, el faro de luz que alumbraba 2 horas y después no prendía hasta el siguiente día seguía ahí, al parecer todo ha cambiado, pero no lo más importante, las casas siguen igual y hay nuevos vecinos, los otros se mudaron, creo. Al lado de mi casa ahora hay una granja, el vecino me saludó y dijo.
—¿Thomas?
—Sí, sí, señor, ¿Cómo sabe mi nombre?
—La señora Collins me lo dijo.
—Que en paz descanse.
—¿Por qué lo hiciste?
—¿Disculpe?
—¿Por qué lo hiciste?
—Señor, busque medicamento.
Fue un encuentro raro, no sé por qué dijo todo eso, nunca le había hecho nada a esa señora.
Mi casa estaba con todas las luces apagadas, la nevera vacía y todo se había ido, mi psiquiatra me mandó mis cosas de vuelta, entre ello los dibujos que hice y decidí guardarlos, tenerlos de recuerdo de cuando dibujaba, buscando bien encontré la camiseta de Isabel que decía “Heartbreaker” y rodeado de un corazón hecho de flores, ¿Por qué se le olvidó si era su favorita? Es algo que nunca pude entender, quería devolverla, ya que sabía que era algo especial para ella, pero no sé dónde vive ni cómo contactarla, lo último de ella fue la carta.
Me voy a llevar la camiseta y guardarla por si en algún momento la vuelvo a ver, se la quiero devolver, era la que más le gustaba y siempre la llevaba puesta, también me llevo varios cuadros que hice, abajo tiene mi firma y la de ella, me acuerdo de que se burlaba siempre de mi forma de hacer la firma, nos reíamos mucho y yo siempre hice la “m” de una manera rara, pero al menos es original. Recordar todo esto es duro a veces, he llorado por ella, pero debo cumplir mi promesa y aunque me duela, debo seguir, su firma no me va a impedir nada.
ESTÁS LEYENDO
Réquiem
Romance¿Por qué yo y no alguien más? ¿Cuál es el famoso significado de la vida? Son preguntas que me hacía mirando al inmenso vacío del cielo con sus estrellas que se van perdiendo poco a poco en su misión de iluminar la oscuridad, mi vida es como una estr...