╚»07«╝ I Knew You Were Trouble

1.9K 138 5
                                    

'Cᴀᴜsᴇ I ᴋɴᴇᴡ ʏᴏᴜ ᴡᴇʀᴇ ᴛʀᴏᴜʙʟᴇ ᴡʜᴇɴ ʏᴏᴜ ᴡᴀʟᴋᴇᴅ ɪɴ
Sᴏ sʜᴀᴍᴇ ᴏɴ ᴍᴇ ɴᴏᴡ
Fʟᴇᴡ ᴍᴇ ᴛᴏ ᴘʟᴀᴄᴇs I'ᴅ ɴᴇᴠᴇʀ ʙᴇᴇɴ

'Cᴀᴜsᴇ I ᴋɴᴇᴡ ʏᴏᴜ ᴡᴇʀᴇ ᴛʀᴏᴜʙʟᴇ ᴡʜᴇɴ ʏᴏᴜ ᴡᴀʟᴋᴇᴅ ɪɴSᴏ sʜᴀᴍᴇ ᴏɴ ᴍᴇ ɴᴏᴡFʟᴇᴡ ᴍᴇ ᴛᴏ ᴘʟᴀᴄᴇs I'ᴅ ɴᴇᴠᴇʀ ʙᴇᴇɴ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Melissa

Si algo odiaba del internado era el poder que tenían los titulares sobre nosotros, como si fueran nuestros dueños o ellos nos pagaran. Como hoy, cuando a mi y a Alisson nos había mandado nuestra titular a cargo a tomar muestras y no precisamente de sangre, solamente porque según ella, no le gustaba nuestro peinado.

Abro la puerta de mi coche y activo los seguros, emprendo camino a casa mientras mantengo mi teléfono conectado al estereo de mi auto.

I'm addicted to you porque es un vicio tu piel baby, I'm addicted to you quiero que te dejes querer.

Estoy entretenida tarareando cuando tocan la ventana de mi lado, veo a un Iván divertido el cual me hace una seña para que baje del coche.

-¿Cómo está mi pecosita hermosa? -. Saluda mientras extiende sus brazos para que lo abracé.

Luego de nuestra cita se había disculpa muchísimo porque tendría que volver a Sinaloa, prometió venir lo más pronto posible y al parecer es hombre de palabra, porque apenas había pasado una semana de eso. De nuestra primer cita.

Me acercó para que me envuelva en un abrazo y lo disfruto muchísimo, me encanta como me hace sentir cuando estamos juntos. Como me sentía querida, respetada y sobre todo protegida, nunca en mi no tan larga vida había experimentado una sensación así.

-¿Cómo te fue hoy mi niña?-. Dice sobre mi cabello para después depositar un beso allí.

-Bien, tengo sueño, ¿Cuando volviste? -. Digo apoyando mi barbilla en su pecho para ver su rostro.

-Vengo del aeropuerto-. Dice acariciando mi mejilla derecha. - Te extrañe mucho cabecilla de zanahoria-.

-Yo a ti anciano, ¿ya cenaste?-. Le digo mientras me separo de él y tomo su mano para comenzar a caminar hacia mi departamento.

-No y ¿tu? Podemos ir a cenar si quieres-.

-De hecho tengo ganas de cocinar, pero estoy muy cansada-.

-¿Qué quieres cenar? Yo puedo hacer la cena-. Dice sonriente.

-¿Sabes cocinar? -. Pregunto asombrada.

-Claro, mi amá me enseñó, ella cocina para chupar el plato-.

-Podemos hacer espagueti si quieres, creo que tengo pollo-. Le digo mientras salimos el ascensor.

Cuando entramos al departamento nos dirigimos a la cocina y justo cuando iba a empezar a ayudarle me detuvo.

-No no señorita, yo te voy a hacer de comer, tu ve a sentarte o a bañarte-. Dice mientras me empuja juguetonamente.

-Ah, ¿estas diciendo que huelo mal? -. Me hice la ofendida.

-Apestas, si-. Dice burlón.

Tuerzo los ojos divertida y me dirijo al baño, luego de tomar esa deliciosa ducha me visto, cuando salgo hacia la cocina me lo encuentro sirviendo la pasta en un par de platos, con las mangas de su camisa enroscadas hacia arriba para su mayor comodidad.


































-De verdad, mi abuelo me enseñó-. Le digo insistente ante su incredulidad.

-¿Que no sabrás tu mocosa? -. Dice en burla.

Nos encontrábamos cenando mientras ignorabamos abiertamente la película al azar que habíamos puesto. Los temas menos interesantes parecían ser nuestro fuerte.

Trato de no parecer ofendida cuando sigue sin creer que se jiu-jitsu. Mi abuelo me lo había enseñado desde que cumplí los 10, el decía que no siempre iba a poder protegerme, así que me enseñó.

-Si pudieras viajar a cualquier parte del mundo ¿A donde irías? -. Me pregunta mientras lleva un poco de pasta a su boca.

-Tailandia-. Respondo sin tener que pensarlo mucho.

-¿Por?-. Pregunta extrañado.

-Para bañar elefantes dah-. Le respondo obvia.

-Te gustan mucho los animales ¿No es cierto? -.

-Me encantan, en especial los gatos y los caballos-.

-¿Alguna vez tuviste uno?-.

-Tuve una yegua, se llamaba princesa, mi abuelo me la regalo cuando cumplí 17 pero la tenía que dejar en su rancho porque mis padres odiaban los caballos, así que mayormente solo la veía los fines de semana-. Respondo recordando a mi hermosa princesa. ¿Qué mierda habrá pasado con mi bebita?

-¿Y gatos?-. Pregunta mientras bebe de su copa.

-Nunca tuve uno-. Respondo tratando de ignorar el nudo en mi garganta.

-¿Porque no Mel? -.

-Mi papá los odiaba y su hijo era alérgico-. Respondo triste - Me hubiera encantado tener uno la verdad-.

-¿Su hi.. -. Lo interrumpí.

-¿Quieres más vino Archi? -.

No iba a decirle que yo tenía prohibido llevar animales porque mi "hermano" los odiaba y claramente en esa casa había que hacer lo que el heredero quisiera.









-¿Entonces mañana cenamos juntos? - Me ofrece mientras estamos caminando en dirección a la puerta.
No supimos en que momento se habían hecho las 2 am.

-Claro, mañana yo cocinare, lo prometo-. Digo levantando mi meñique y entrelazandolo con el suyo.

-Entonces te veo mañana pecosilla chula-. Dice para después darme un beso en la frente a modo de despedida.

-¿Me avisas cuando llegues a casa?-. Le pregunto mientras cierro su chamarra. No entiendo para qué las usa si no las cierra para protegerse del frío. ¡Dios! Ya parezco mi abuela.

-Yo te aviso-. Se inclina un poco cuando hago el ademán de darle un beso en la mejilla.

Parecía de locos lo rápido que se me pasaba el tiempo cuando estábamos juntos.































𝗞𝗔𝗥𝗠𝗔           ☆𝗜𝘃𝗮́𝗻 𝗔𝗿𝗰𝗵𝗶𝘃𝗮𝗹𝗱𝗼☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora