El karma no es un motor inviolable del castigo cósmico. Más bien, es una secuencia neutral de actos, resultados y consecuencias.
[17/03/2023] #1 Mayo Zambada
[18/03/2023] #1 Guzmán
En curso.
®cordovaswift 2023
ˢʷᵉᵉᵗ ˡⁱᵏᵉ ʰᵒⁿᵉʸ, ᵏᵃʳᵐᵃ ⁱˢ ᵃ ᶜᵃᵗ
ᵖᵘ...
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Melissa
Hacia ya una semana desde que estábamos resguardados en el rancho, no habíamos salido para absolutamente nada y mi ansiedad estaba al punto del desborde.
Don Carlos había venido a visitarnos hace 3 días y firme todos los papeles que necesitábamos para pasar todas las cosas de mis abuelos a mi nombre.
Había estado trabajando en un estudio clínico de alzheimer desde casa y me moría por regresar al hospital, aunque cada que le preguntaba a Iván cuando saldríamos del rancho suspiraba y respondía mi ya tan odiado: no se.
Justo ahora estoy trabajando en su oficina y según yo el estaba con los caballos. Según yo porque lo escucho acercarse hacia su escritorio el cual yo estoy utilizando.
-Vamos a comer Meli-. Siento como masajea mis hombros. Dejo ir mi cabeza hacia atrás cuando me empiezo a relajar y cierro los ojos.
-No tengo hambre-. Hago un puchero y me ve con reproche. - Bueno-. Suspiro y me dejo guiar hacia el al comedor.
-¿Como vas?-. Pregunta, mientras acaricia mi mano, acerca de mi estudio, y es que realmente me estaba esforzando, si lo resolvía podría asistir en esas cirugías y sería algo maravilloso para mi carrera.
-Pues aun me falta encontrar varias cosas pero parece ser que ese último libro que encontré me va a servir-. Lo veo sonreír.
-Si tenemos hijos ¿van a salir igual de inteligentes que tu?-. Me ve embelesado y casi babeo.
-Ojalá-.
-¿Que haces cuñis?-. Pregunta Ovidio cuando entra a la cocina.
-Fresas con chocolate ¿Quieres?-. Lo veo asentir emocionado y se acerca a ayudarme.
Una vez que terminamos se acerca Iván a ver que hacíamos.
-¿Que hacen ustedes dos?-. Nos ve medio aterrado.
-Fresas con chocolate-. Responde Ovidio y se carcajea su hermano cuando le ve la cara llena de chocolate.
-Ten Ovidio-. Le tiendo una toalla mientras reprimo la carcajada en mi boca.
-Cuñis, me puedo llevar unas-. Hace cara de cachorrito y ahora si sale una carcajada de mi mientras asiento.
Una vez que mi cuñado se despide de nosotros, Iván y yo nos fuimos a ver una película mientras comíamos las fresas qué hicimos.
-Mañana ya podemos salir-. Acaricia mi brazo y se me acurruca. Suspiro y hago como si agradecería al cielo y el se ríe.
-Hasta que-. Suspiro.
No pasan ni 5 minutos cuando vuelve a llamarme.
-Mande-. Respondo.
-Cuando hable sobre los hijos-. Asiento y lo dejo que siga hablando algo confundida. -¿Te saco de onda?.- Pregunta nervioso.
-No-. Respondo simple. -Digo, no es como que me gustaría tenerlos ya pero no-. Empiezo a tartamudear y el sonríe tranquilo. Suspiro y finalmente lo veo a la cara. -No se si me gustaría tener hijos, la verdad-. Nerviosa frotó mis manos entre ellas y espero la reacción de mi novio.
-Esta bien amor-. Acaricia mi mano y también suspira mientras le pone pausa a la televisión. -La verdad no se si sería buen padre-. Niego con la cabeza.
-Tu tienes un papá que te ama, yo realmente no sé cómo es una mamá-. Trago con fuerza. -La verdad no me gustaria pero no lo se-. Asiente.
-No hay que estresarnos por eso-. Asiento. -Ya veremos que pasa-.
Nos volvemos a acomodar sobre la cama y seguimos viendo la película.
-Si cambias de opinión, tal vez podrías hacer tu especialidad en pediatría-. Lo volteo a ver extraña. -Para ahorrarnos lo del doctor-. Responde en broma y me arranca una carcajada.
Iba camino al hospital ¡POR FIN! después de 10 días encerrada en casa ya me parecía indispensable volver a trabajar.
Hoy Nestor no me había podido acompañar como lo hace de costumbre ya que tenía más trabajo de lo diario por que después de varios días de no poder salir los pendientes se le habían acumulado.
Me detengo en el semáforo cuando cambia a rojo y extiendo mi brazo para tomar mi termo con agua. Cuando me reincorporo veo por el retrovisor una camioneta negra, a mi parecer conocida.
Avanzo cuando el semaforo cambia a verde y continuo mi trayecto al trabajo, noto confundida como la camioneta sigue detrás de mi y trato de acelerar, cuando doy vueltas seguidas y la noto aun detrás de mi hago lo que Iván ya me había dicho que tenia que hacer en estos casos.
Marco el número de Nini con urgencia.
-Mel-. Contesta confundido.
-Me están siguiendo Nestor-. Respondo agitada.
-¿Dónde estas?-. Pregunta con urgencia y escucho como azota una puerta.
-Estoy dando vueltas una cuadra antes del hospital, ven-. Respondo a punto de las lágrimas.
-Ya voy para alla-. Cuelga y yo suspiro cuando dejo de ver la camioneta.
Una vez de que me aseguro que ya no me siguieran ingreso al estacionamiento del hospital y le envío un mensaje a Nestor para asegurarle donde estoy. Mi teléfono vibra y el nombre de mi novio aparece en la pantalla.
-Amor-. Responde agitado.
-Estoy bien, ya estoy en el estacionamiento del hospital y ya no me siguen-. Suspiro tratando de calmar el temblor de mis manos.
-Ya vamos para alla-. Asiento como si me viera cuando las lagrimas empiezan a escurrir.
-Ya ven-. Sollozo y lo escucho susurrar.
-No te muevas de allí amor-.
Cuando estoy a punto de contestarle me parece ver algo por el espejo derecho del carro pero ni si quiera alzanco a voltear por que alguien toca la ventana de mi camioneta, ocasionando que brinque del susto, el cual aumenta cuando veo a una persona encapuchada y con un arma en la mano.
-Ya ven Iván por favor-. Empiezo a gritar cuando me obligan a salir de la camioneta y escucho que Iván grita a través del teléfono.
Solo siento las lagrimas escurrir cuando me intentan meter a jalones a la camioneta y como puedo me defiendo. Tiro golpes y patadas, cuando logro zafarme de la persona que me jalada e intento correr siento como me golpean en la cabeza y todo se vuelve negro.
