𝗞𝗔𝗥𝗠𝗔 ☆𝗜𝘃𝗮́𝗻 𝗔𝗿𝗰𝗵𝗶𝘃𝗮𝗹𝗱𝗼☆

╚»13«╝ This Is Me Trying

I ᴊᴜsᴛ ᴡᴀɴᴛᴇᴅ ʏᴏᴜ ᴛᴏ ᴋɴᴏᴡ
Tʜᴀᴛ ᴛʜɪs ɪs ᴍᴇ ᴛʀʏɪɴɢ
I ᴊᴜsᴛ ᴡᴀɴᴛᴇᴅ ʏᴏᴜ ᴛᴏ ᴋɴᴏᴡ
Tʜᴀᴛ ᴛʜɪs ɪs ᴍᴇ ᴛʀʏɪɴɢ

Melissa

Luego de la noche anterior donde Iván literalmente no había dejado de consolarme, me quedé dormida y ni siquiera me di cuenta de cuando pasó. Amanecí con los ojos hinchado y también un poco la cara. Pero liberadoramente, me sentía con más paz, como si haberle contado a Iván me hubiese quitado un peso de encima. Iván en todo lo que recuerdo de la noche no dejo de darme palabras de aliento, me acariciaba y me daba pequeños besos.

Había despertado y me había metido a bañar, creyendo que Iván ya se había ido y no me había dado cuenta pero lo descarte cuando llegue a la cocina y lo vi cocinando lo que parecía ser el desayuno.

Me acerqué a abrazarlo por la espalda y deje un par de besos allí.

-Buenos días Archi-. Le digo mientras se da la vuelta y me envuelve en un abrazo.

-Buenos días mi niña hermosa, ¿te sientes mejor Mel?-. Me pregunta preocupado.

-Si, me sentí mejor al contarte la verdad-. Le digo recargándome en su pecho y lo siento dejar un beso en mi cabello.

-¿Quieres desayunar princesa? -. Me pregunta. - Hice chilaquiles verdes, tus favoritos-. Dice sorprendiéndome.

-Ni siquiera tenía tomates Iván-. Y era verdad, había estado tan ocupada que no había ido a hacer el super.

-Le pedí a Néstor que fuera a comprarlos-.

-¿Pero porque a él? ¿No que era tu am-.

-¡Oye! Cabeza de cerillo, no me diste mi beso de los buenos días-. Dice indignado mientras se agacha para que bese sus labios.

-¡Ah! Que horror de novia tiene usted anciano-.

-Ya cállate, dame mi beso-. Dice divertido y me jala hacia el para besarme.

-Pero ¿en serio te tienes que ir?-. Le pregunto a Iván luego de haber pasado todo el día juntos, mientras lo abrazo y me niego a soltarlo.

-Mi niña, sabes que si no me tuviera que ir no lo haría-. Dice acariciando mi rostro. -Te voy a extrañar mucho mi princesita pecosa-. Me besa.

-Y yo a ti, avísame cuando llegues ¿Si?-. Le pido mientras lo suelto.

Habían pasado ya varios dias en los que no había visto ni a Iván ni a la que decía ser mi madre y sinceramente le pedía a dios no tener que volver a verla. Hoy había podido hacer mi primera apendicetomía yo sola, luego de un concurso entre internos, me lo había ganado. Era mi tercer guardia de la semana y con haber hecho una cirugía yo sola ya sentía que había valido la pena, luego de casi dos dias, me dirijo a mi coche para finalmente poder ir a casa.

Cuando llegue al edificio me adentre en el ascensor el cual, cuando estaba a punto de empezar a ascender fue detenido por alguien, ese maldito alguien que tanto pedía no volver a ver.

-¿Que chingados haces aquí?-. Le pregunte a mí madre cuando la tuve enfrente.

-Mel, escúchame por favor-.

-No tengo nada que esc-. Me detuve cuando vi sus mejillas empapadas y el golpe que traía en su ojo izquierdo. -¿Que te paso?-. Le pregunto cuando se detiene el elevador en mi piso.

-Tu padre, se molesto mucho conmigo porque no hice que firmaras los papeles que me pidió, perdóname mi niña, de verdad siento tanto todo lo que te he hecho, estoy tan arrepentida mi princesa, yo te amo, eres mi niña, mi única hija, perdóname-. Hablo tan rápidamente que entendí la mitad de lo que dijo. Lo único que me pude hacer fue tragar en seco.

-Vamos a mi departamento a curarte esa herida-.

Una vez dentro de mi casa me encargue de empapar un algodón en alcohol y tendérselo para que se limpiara la sangre que había escurrido de su ceja.

-Mi amor, yo solo vine a pedirte disculpas, de verdad, siempre me porte horrible contigo y todo por complacer a tu padre-. Dice mientras niega con la cabeza. -Mira, no me quiero justificar ni mucho menos, pero tu padre era todo lo que tenia, mis padres no me apoyaron cuando me enamore de tu padre y menos cuando me embarace, tenia que mantenerlo contento, yo nunca he trabajado mucho, no se hacer nada fuera de lo financiero y sabes que si me hubiese separado de tu padre el se encargaría de que nadie me contratara. Me he esforzado en complacerlo aun mas desde que te tuve y es que siempre me echo en cara que su primer heredero hayas sido tu, el siempre quiso que su primer hijo fuera hombre, por eso en cuanto los doctores me dijeron que ya me podía volver a embarazar lo hice y gracias a dios tuve a tu hermano-. Me explica mientras me siento a su lado.

Nunca en mi vida la había escuchado pedirme perdón, ni mucho menos darme explicaciones, verla allí tan devastada y golpeada me ablando el corazon y no pude evitar creer que sus disculpas eran sinceras.

-Me voy a separar de tu padre-. Dice finalmente tomándome por sorpresa. -Nunca te di tu lugar como mi hija y no hay algo de lo que me arrepienta mas, ni siquiera me he comportado como una madre-. Sigue llorando mientras toma mi mano. -Perdóname Atenea, por favor-. Mi respiración se acelera y me entran ganas de llorar.

-No puedo perdonarte así como así, se supone que eres mi mamá y nunca te haz comportado como una-. Le aclaro mientras suelto mi mano de su toque.

-Déjame acercarme a ti mi niña, quiero ser tu madre, ver la hermosa persona en la que te haz convertido, quiero ser parte de tu vida y que tu seas parte de la mía Atenea-. Me pide.

-Esta bien-. Le respondo simple. -¿Tienes donde dormir?-. Le pregunto.

-Si claro, no quiero darte mas molestias, me estoy quedando en un hotel cerca de aqui-. Me explica. -¿Mañana tienes que trabajar?-. Niego.

-Mañana es mi día de descanso del hospital-.

-Ya eres toda una doctora-. Dice con asombro.

-Aun no del todo, estoy haciendo mi internado-. Le explico y ella asiente.

-¿Te gustaría que saliéramos a desayunar mañana juntas?-. Me invita y yo dudo.

-Esta bien-. Ella sonríe.

-Podemos pasar el día juntas, es mas, podemos ir al salón a arreglarnos las uñas y el cabello-. Dice emocionada. -Claro, solo si tu quieres-.

Luego de ponernos de acuerdo y acordar que yo pasaría mañana por ella, se va de mi departamento y yo me siento en el suelo, ni siquiera tengo tiempo de arrepentirme por querer salir con ella cuando mi celular vibra. Es una video llamada de Iván.

-Hola mi princesita hermosa pecosa-. Dice contento y lo observo ya acostado en su cama.

-Hola tu, ¿Cómo estas? ¿Ya sabes que día vas a volver?-. Lo bombardeo con preguntas en cuanto es mi turno de hablar y ríe. Maldito hombre encantadoramente hermoso.

Estuvimos platicando un rato mas y me comenta que no podrá venir a visitarme pronto debido a que ha tenido mucho trabajo pero sigue prometiendo llamarme a diario y tratar de venir lo mas pronto posible por que según el, no puede vivir cómodamente si no me ve a diario.

Le platique sobre lo que había pasado con mi madre y solo me pidió que hiciera lo que me ayudará sentir mejor, me pidió que pensara en mi como prioridad y que no me sintiera mal si no queria verla. Recalco mucho que el siempre estaría allí para mi si algo no salía bien y se lo agradecí infinitamente. Verdaderamente que este hombre siempre me hacia bien.