╚»29«╝ You're Losing Me

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Aɴᴅ I ᴡᴏᴜʟᴅɴ'ᴛ ᴍᴀʀʀʏ ᴍᴇ ᴇɪᴛʜᴇʀ
A ᴘᴀᴛʜᴏʟᴏɢɪᴄᴀʟ ᴘᴇᴏᴘʟᴇ ᴘʟᴇᴀsᴇʀ
Wʜᴏ ᴏɴʟʏ ᴡᴀɴᴛᴇᴅ ʏᴏᴜ ᴛᴏ sᴇᴇ ʜᴇʀ

Aɴᴅ I ᴡᴏᴜʟᴅɴ'ᴛ ᴍᴀʀʀʏ ᴍᴇ ᴇɪᴛʜᴇʀA ᴘᴀᴛʜᴏʟᴏɢɪᴄᴀʟ ᴘᴇᴏᴘʟᴇ ᴘʟᴇᴀsᴇʀWʜᴏ ᴏɴʟʏ ᴡᴀɴᴛᴇᴅ ʏᴏᴜ ᴛᴏ sᴇᴇ ʜᴇʀ

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Melissa

Llevaba alrededor de 20 minutos acariciando el borde de aque papel, mis pies se mecian ocasionando qué la hamaca en la que me encontraba se balanceara. Habían pasado 3 días desde que me había enterado del fallecimiento de mi abuela y me seguía sintiendo igual que el primer día, parecía muerta en vida, las ojeras me llegaban casi hasta la barbilla y el color de mi piel se había aclarado.

Iván se había tenido qué ir luego de la comida, en la cual yo solo me dedique a picotear la poca comida que había en mi plato, mi novio solo me acariciaba la mano y me insistía en que llenará mi estómago, y ya lo había intentado pero había tardado más en comer qué en devolverlo.

Llevaba todo este tiempo pensando en leer la carta, pero por más valor que me intentaba dar, me era casi imposible.

Mufasa se acercó a mis pies y empezó a ronronear, parecía increíble lo mucho que había crecido ya, paso de ser un pequeño gato gordo a uno mediano y fuerte.

Me recargue sobre la hamaca e inhale fuerte cerré los ojos y mire el cielo como si algo fuese a cambiar.

Es ahora o nunca Mel.

Perdoname mi niña, no tienes idea de cuanto te he extrañado, eres la luz de mis ojos, tu abuelo y yo siempre quisimos tener una hija pero luego del complicado embarazo qué tuve con tu padre, Dios no no lo permitió. Aun recuerdo el día en el que supe que iba a ser abuela, nunca había sentido una alegría así, y ni hablar del día en que naciste, esos hermosos ojitos azules me derretían el corazón, y no solo a mi, también a tu abuelo, eras su adoración más grande, igual que la mía, y lamento tantísimo qué tus padres nunca valorarán la maravilla de niña que eres, no se que fue lo que hice mal con tu padre, ni en que momento se convirtió en un monstruo calculador, manipulador y ambicioso.

Soy feliz de saber que eres una gran doctora porque aunque no lo creas siempre te he cuidado, a la distancia, pero lo he hecho, y se que no me buscaste porque te sientes culpable, pero estas muy equivocada mi Atenea, tu abuelo murió sabiendo que lo amabas y que serias incapaz de hacer algo como lo que dijo tu padre, lo sé porque me lo dijo, la noche en la que murió, me dejaron verlo, con sus pocas fuerzas me recordó cuanto me amaba y cuanto te amaba a ti, me pidió que te dijera esto.

Si no te busque fue por falta de valor, porque si a mi me dolía, no me imaginaba cuanto te dolía a ti en ese momento, tu abuelo fue el amor de mi vida, pero para ti fue un padre, ese padre que te merecías tener, ese padre que te demostró el amor que te merecías mi vida.

Pelea mi niña, porque se que cuando muera tus padres se van a querer aprovechar para quitarte todo lo que puedan, vete al rancho, a tu rancho, o vuelve a abrir allí la fábrica de mezcal de tu abuelo, si había alguien que disfrutaba de lo que mejor sabía tu abuelo, eres tu.

Pídele a Carlos que te lleve con los Guzmán, allí están cuidando a tu princesa, se cuanto la debes estar extrañando, Joaquín es amigo de tu abuelo, qué aunque pueda que su oficio no sea muy bueno, siempre se mostró leal con nosotros y se que también lo harán contigo.

Se muy feliz Meli, porque te lo mereces más que nadie, deseo de todo corazón que encuentres a quien te haga feliz, qué te recuerden todos los días cuanto vales y la maravilla de ser que eres.

Te amo eternamente mi Atenea.

Tu nana Nati.






















Un toque en la espalda me hizo tambalear sobre la hamaca.

-Perdón chaparra, soy yo-. Ovidio se me acercó con cautela una vez que vio que estaba llorando. -¿Que pasa?-.

-Mi abuela murio-. Fue lo último que pude decir antes de echarme a llorar como magdalena. Lo sentía acariciar mi cabello y chistar de a poquito.

-Lo siento mucho chucky-. Me consuela ocasionando una risa de mi parte.

-Mi abuelo y tu papá eran amigos-. Le cuento una vez que me calmo. Me ve asombrado y abre los ojos un tanto.

-¿Por eso mi apa tenía tu yegua?-. Asiento y el me imita, se agacha a recoger a Mufasa y me lo tiende.

-Acaricia a tu ex gordo para que no te sientas triste-. Río y le hago caso.

-Yo se que a lo que nos dedicamos no es lo mejor, pero somos una familia Mel y ya eres parte de nosotros, no se que paso con la tuya, pero aquí nunca te va a faltar amor-. Apoya una de sus manos en mi hombro y yo no puedo evitar sonreírle agradecida.

-En eso tiene razón la rata vieja-. Iván viene llegando con Alfredo a su lado.

-Te amo mi chucky-. Lo veo ofendida y me jala hacia el para besarme, escucho como a nuestras espaldas mis cuñados hacen un sonido de asco.

-Te amo más, rancherillo naco-. Se carcajeo y los dos nos quédamos observando como Alfredo y Ovidio son correteados por Mufasa.

Ellos tienen razón, ellos son mi familia.

𝗞𝗔𝗥𝗠𝗔           ☆𝗜𝘃𝗮́𝗻 𝗔𝗿𝗰𝗵𝗶𝘃𝗮𝗹𝗱𝗼☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora