El karma no es un motor inviolable del castigo cósmico. Más bien, es una secuencia neutral de actos, resultados y consecuencias.
[17/03/2023] #1 Mayo Zambada
[18/03/2023] #1 Guzmán
En curso.
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ˢʷᵉᵉᵗ ˡⁱᵏᵉ ʰᵒⁿᵉʸ, ᵏᵃʳᵐᵃ ⁱˢ ᵃ ᶜᵃᵗ
ᵖᵘ...
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Melissa
Hoy había sido un buen día, aunque no para el paciente al que le extrajimos una bala de la cabeza, esa era una de las partes que más odiaba de la medicina, aprender a causa de lo malo que le pasaba a los demás.
Me encontraba arribando a mi departamento luego de mi guardia, había entrado a las 11 pm y salí justo a la 1 pm del día siguiente. Había hablado con Iván por la mañana cuando me escape un poco para desayunar, hoy llegaría de Sinaloa y prometió que estaríamos juntos por la tarde.
Luego del día en que me pidió ser su novia habíamos pasado el mayor tiempo posible juntos, se había quedado una semana más y todos los días había ido por mi al hospital para luego ir a mi departamento o a cenar, casi no habíamos salido y sinceramente luego de salir del hospital no quería algo que no fuera llegar a casa. Una noche de ellas Néstor estaba con él y lo invitamos a cenar con nosotros, resulto que me cayó muy bien, era muy divertido y molestaba lo más posible a Ivan cosa que hacíamos en común. También me contaron que se conocían desde que Ivan tenia 20 y Néstor 15, me comentó que se llevaba muy bien con los hermanos de Ivan, un tal Alfredo y otro de un nombre muy peculiar que sinceramente ni recordaba.
Busco mis llaves en la mochila y escucho el elevador parar en mi piso, levanto la mirada pensando que tal vez Iván ya había llegado pero no, me encuentro con ese peculiar y brillante cabello que ya bien conocía, con esos ojos idénticos a los míos y esa mujer que parecía ser una copia mayor de mi. Como puedo trato de insertar la llave en la cerradura deseando que no me vea, pero parece que se había terminado lo bueno de mi día.
-Melissa-. Escucho que me llama a mis espaldas y solo cierro los ojos deseando que sea una pesadilla. -Mi niña-. Vuelve a llamarme y esa vez solo hace mi sangre hervir.
-No me llames así, no soy "tu niña", es mas, no soy nada tuyo así como tu no eres nada mío-. Le digo mas seco de lo que pretendía.
-¿Como es que tus abuelos te maleducaron tanto como para que niegues a tu propia madre?-. Dice según ella decepcionada.
-Mis abuelos no hicieron nada mas que amarme, algo que ni tu, ni tu esposo hicieron nunca, no soy maleducada, tengo muchos mas valores que tu y tu supuesta familia juntos, no te debo nada y nunca te comportaste como una madre así que no tienes derecho a venir a reclamar ese titulo-. Le digo molesta y me gano solo una mirada divertida.
-Vaya-. Dice asombrada. -Veo que te volviste muy valiente-.
-¿Que mierda quieres? ¿Cómo sabes donde vivo?-. Voy directo al punto.
-Solo queria saber como estaba mi hija, luego de dos años de que saliste huyendo queria saber si te encontrabas bien-. Dice con falsa amabilidad.
-Eres una mentirosa, tu nuca, en los 18 años que estuve en tu maldita casa te preocupaste por mi, así que responde, ¿Qué mierda es lo que quieres?-. Le digo ahora ya enfurecida.
-¡Ay! Atenea-. Dice mientras niega, haciéndose la ofendida.
-No me llames así-.
-Esta bien, tu ganas, necesito que firmes unos papeles-. Dice como si fuese muy simple. -Resulta que como eres la única heredera, legalmente, de tu abuelo tienes que autorizar lo que hagan los demás con sus propiedades-.
-¿Lo necesitas tu o tu esposo?-. Le pregunto con un tonito burlón aunque estoy muy molesta.
-Tu padre quiere vender ese estúpido rancho, no nos sirve de nada porque ya esta viejo para fabricar en el-. Me aclara.
-Pues no voy a firmar nada, ese rancho es mío legalmente y de mi abuela y mientras ella o yo no queramos hacer algo con el, se va a quedar como esta-.
-Escucha Melissa, vine yo porque se lo pedí a tu padre, para que fuera por las buenas, pero si viene el, sabes que no te lo va pedir amablemente, recuerda que el tiene los contactos que tenia tu abuelo, ahórrate problemas princesita-. Dice tomando un mechón de mi cabello y acariciándolo. -Hazlo para que estemos en paz, es mas, por tu abuelo, que no le gustaba que te tratáramos mal, ya suficiente hiciste matándolo, te veo pronto Ateneita-. Dice sínica mientras se da la vuelta, cuando el ascensor se abre, choca con un hombre que cuando lo escucho pedir disculpas lo reconozco al instante, es Iván.
-¿Que haces afu-. Se calla de golpe cuando ve mis mejillas empapadas en lagrimas. -¿Que paso mi amor?-. Pregunta tomando mi rostro y acunándolo entré las palmas de sus manos. No puedo hacer mas que abrazarlo y sollozar en su pecho.
-¿Quieres hablar princesa?-. Me pregunta cuando me termino el té que me había hecho, el cual decía su mamá que era para los nervios. Estábamos en mi habitacion luego de que Ivan me hubiese ofrecido recostarme un ratito, mientras yo estaba sentada sobre sus piernas y el me acariciaba el cabello. Solo asiento.
-No se por donde empezar-. Suspiro. -Es mucho-. Le digo mientras me acurrucó en su pecho tratando de buscar el valor de contarle todo.
-Tengo todo el tiempo que necesites-. Dice volviéndome a acariciar.
¿Por donde mierda empezar?
-Mi abuelo murió por mi culpa-. Le confieso de golpe. -Yo lo maté-.
