Capítulo 6 - 🏈

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Mini Maratón 1/2

—¿Có...? ¿Cómo? —pregunto, principalmente porque no sé si escuché bien. Esta vez, él sonríe de verdad, como si estuviera disfrutando de mi reacción.

—Aquí hace calor —Trago saliva y luego, dejándome llevar, asiento, siguiéndolo cuando me da la espalda y comienza a caminar.

Miro a los lados, buscando si alguien nos está mirando, pero nadie lo hace. Subimos las escaleras cuando entramos a la casa y me detengo detrás de él cuando hace lo mismo para levantar la cinta amarilla de: "prohibido el paso" y pasar por debajo de esta. La mantiene elevada para que yo pase también y lo hago, golpeando con su pecho cuando me incorporo; a lo que lo miro y doy un paso atrás, pero él sonríe sin enseñar los dientes.

—Ciega —Lo miro mal, pero él solo me mira.

En el segundo piso, todo parece tranquilo. No hay personas caminando de un lado al otro. Sin embargo, cuando pasamos por el frente de una puerta, abro los ojos escandalosamente cuando escucho a una chica gritar como si la estuvieran partiendo en pedazos.

No me di cuenta de que me había detenido. Y Colin, poniendo los ojos en blanco cuando me miró por encima de su hombro, se detuvo también y devolvió rápido para tomarme del brazo y obligarme a seguir caminando.

—Esa chica está sufriendo —Señalo el pasillo que dejamos atrás.

Abre una puerta y espera a que yo entre primero. Cuando lo hago, me sobresalto al sentir la puerta cerrándose detrás de mí y el pecho de Colin pegado a mi espalda, aunque no del modo provocador o morboso, solo... pegado a mí.

—Esa chica está disfrutando —dice en mi oído, muy cerca de mi mejilla. Pasa por mi lado y aprovecho la oportunidad para recordar cómo se respira.

—¿Cómo lo sabes?

Voy detrás de él.

Se voltea y me mira, sonriendo de lado.

—¿Tú no disfrutas cuando tienes sexo?

—Sí si el chico sabe lo que hace —respondo.

—Y cuando sabe lo que hace... —Se acerca y baja la cabeza, mirándome a los ojos—. ¿No gritas?

—Depende. Gritar no siempre significa que lo estemos disfrutando.

—¿A sí que mienten?

—A veces. Principalmente porque nunca seremos tan crueles como ustedes y en ocasiones preferimos fingir para no hacerlos sentir mal.

—No sé si ofenderme.

Me encojo de hombros y sonrío.

—¿Tu novia finge?

Chasquea los dientes y se muerde tan solo un segundo el labio inferior.

—Lo dudo.

—¿Cómo estás tan seguro?

Doy un paso más cerca y él baja más la mirada sin dejar de observarme fijamente a los ojos. Es tan alto y eso que yo no soy pequeña, pero es obvio que sí me sobrepasa y por mucho.

—Porque sé lo que hago y cómo lo hago —Suena tan confianza, tan seguro de sí.

—Tienes mucha confianza en ti mismo —Me cruzo de brazos.

—Si no tienes confianza, lo haces mal. Desde un punto de vista general, aplica para todo.

‹‹Buen punto››.

SOLO UN JUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora