Capítulo 1

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31 de diciembre, 2014...

La Fiesta de Año Nuevo transcurría en el Hogar Mágico y todos estaban ahí:

Nico y Cielo, como siempre cuidando a todos y amándose como el primer día. Aunque él en medio de los besos les decía a los chicos que no se pasen de cariñosos con "las nenas".

Paz estaba en el altillo, dándole el gusto por un rato a su hermana. Se estaba dejando arreglar por Hope, aunque al final se quitaría el maquillaje (brillo labial), se soltaría el pelo e incluso llegaría a andar descalza con tal de estar cómoda.

Malvina y su esposo, Ciro, no vivían en la mansión, pero siempre iban de visita y en las fechas importantes se juntaban todos ahí, al igual que Berta y Mogli. Ellos, quienes estaban un poco más lejos, iban para Navidad, Año Nuevo y algunos cumpleaños.

Tina y Juan, su hijo, llegaron ambos de negro, ya que compartían los mismos gustos.

Por otro lado estaban "los chiquitos", que ya no eran tan chiquitos, ya que tenían entre 15 y 18 años aproximadamente.

Alelí estaba tan linda y tierna como siempre, con un vestido rosa y un peinado de cabello semi recogido.

Luz apareció justo después, con el pelo suelto luciendo sus rulos y la tintura que se había hecho, con zapatos blancos y también con un vestido rosa, notablemente más lindo, lo que causó un sentimiento de inseguridad en Alelí.

Cristóbal la vio llegar embobado, pues desde niño está enamorado de ella, aunque años atrás hayan terminado su relación.

Monito estaba en la cocina, más para comer que para cocinar, pero, aunque picoteaba un poco, sí ayudaba haciendo una ensalada.

Jazmín estaba con un conjunto verde, en honor a Caperucita, y Tacho tenía una campera de cuero roja, por el Angelito, que al final terminó siendo parte del look de su novia.

Melody y Tefi, siendo madres, no dejaban de ser unas diosas. Ésta última estaba acompañada por Jhonny, que se ganó su lugar en la familia y su propio número: 23.
Pero si Nacho era el 19, ¿quiénes son el 20, 21 y 22? Ellos son Amado, Bruno y Juan. Quienes jugaban en el patio con el 24 (Nerdito) y con los perros, cuidados por Teo y Nacho.

Cari, nuestra querida Paisa, vestía sus volados y pasaba ofreciendo torta fritas recién hechas a Vale y Simón con la pequeña Rose. Justo después pasó por donde estaban Mar, ya sin flequillo y con ondas, con un vestido suelto con el que pudiera amamantar; y Rama, vestido con jean y camisa para la ocasión, con Emma, su hija de poco más de un año, a upa.

¿Y Lleca? Anunció que llegaría un poco más tarde con una sorpresa.

¿Y Luca? Nadie sabe dónde está, y no quieren hablar de eso porque los angustia. Irse fue una decisión suya y todos la respetan.

A las once de la noche se sentaron todos en una gran mesa puesta en el patio para comer el asado.
Mar: Bruno, ya sé que querés ir a jugar, pero no comas tan apurado. Después te va a doler la panza.
Bruno: Bueno, ma - le dijo y cuando no lo vio, le dio un poco de papas a Mina.
Rama: Cuidado con lo que le das a los perros, sabés que algunas cosas les hacen mal - le dijo al oído para que su madre no lo rete.
Nerdito: Man, ¿me pasás la servilleta? - le pidió a Juan, quien estaba más cerca de dicho objeto.
Pero Paz se le adelantó y se la alcanzó usando sus poderes, causando fascinación en Bruno, quien soñaba con algún día ser como ella.
Nerdito: Muchas gracias, cuñada.
Hope: Nerdito, ¿cuándo lo vas a entender? ¡Yo nunca voy a ser tu novia!
Tefi: ¡No trates así a mi hijo! Nosotros vamos a volver a hacer que lo aceptes.
Nacho: La intervención creativa - recordó él y sonrió.
Bruno: Ya terminamos, ¿podemos ir a jugar? - le preguntó a su mamá.
Mar: Por supuesto, mi amor - le dijo y él, ya con su permiso, se levantó de su silla, le dio un beso a su mamá, su papá y su hermanita, y ahora sí fue a jugar con Amado, Nerdito y Juan.
Cari se los quedó viendo y notó algo.
Cari: Ahora que lo pienso, puros gauchitos salieron - refiriéndose a que eran todos nenes.
Mar: ¿Y Emma qué?
Vale: ¿Y Rose?
Nacho: Paisa, nosotros más adelante también vamos a tener una paisanita... - se le escapó.
Cari: ¡¿En serio?! - se emocionó.
Jaz: Y nosotros vamos a tener a Alai, ¡es verdad!
Nacho: Y Lleca se la comió, ¿te acordás Tacho? - se reía él.
Tacho: A la tuya también, ¿te acordás? - se la devolvió.
Lleca: ¿Qué pasó conmigo? - preguntó, llegando.
Alelí: ¡Hola, Lleca! - lo saludó, feliz de verlo.
Lleca: Hola a todos.
Monito: ¿Por qué tardaste tanto, Pancho?
Lleca: Fui a buscar a alguien... - en ese momento, Lucía (la hermana de Nacho) apareció - Somos novios de nuevo.

Lleca y Lucía tuvieron varias idas y vueltas, así que ya no les sorprendía. De igual manera los felicitaron y la integraron. Excepto Alelí, por una razón que hasta ella desconocía o que no quería aceptar. Esa noticia la hizo sentir mal, aunque supo disimularlo bastante bien, como las veces anteriores que él la traía como su novia.

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Holaaaa, todo bien?
Cuánto tiempo jajajaj

Cómo ya sabrán, esta historia (escrita por PilarCastillo354) es la continuación de su novela “Casi Ángeles: Siguiendo al Conejo Blanco”. Ojalá que les guste!

Qué les pareció el primer capítulo?

Casi Ángeles: La Nueva Generación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora