Capítulo 10

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Después de enterarse del embarazo de Mar, Juan Cruz ordenó que la devolvieran a la celda. Cuando la guardia llegó para llevársela, él estaba tirando todo muy enojado, exclamando su motivo. Ella la esposó a una silla de ruedas porque estaba inconsciente y se la llevó.
En el camino, Mar se fue despertando. Intentó moverse, pero las esposas se lo impedían.
La guardia: Ya llegamos, tranquila.
Rosalía: ¡Mar! ¿Qué le hicieron? - preguntaba al verla así, mientras la liberaba para meterla.
La guardia: No tengo idea, pero lo que le hayan intentado hacer... creo que no lo lograron.
Mar: ¿Qué? - preguntó, recobrado la conciencia, un poco mareada - ¿Por qué?
La guardia: Está embarazada, señorita. Por suerte no le hicieron nada ni a usted ni a ese bebé. Yo también soy madre y si algo les pasa, me muero. Cuidese - y se fue.
Las dos prisioneras quedaron sin palabras luego de la noticia. Mar se echó a llorar, pensando en su familia, en su amor, en sus hijos y en la posibilidad de que quizá no los vuelva a ver al no poder escapar.
Rosalía no sabía cómo consolarla. Pensaba en lo duro que debía ser para ella enterarse de que sería madre pronto en esas circunstancias. También pensaba que sería madre primeriza, lo que lo volvía peor. Pero sobre todo, tenía una pregunta que necesitaba responder.
Rosalía: Tu hijo... ¿Es de... Ramiro?
Mar: Sí... estamos juntos hace muchos años.
Ambas se acercaron a las rejas que las separaban y se dieron un abrazo entre estas.

Lleca fue a la casa de Lucía, acompañado de Cristóbal y Monito. No sólo para obtener respuestas sobre Juan Cruz, sino sobre su relación. Tocaron la puerta y ella les abrió, sin sospechar que la habían descubierto.
Lucía: ¡Volviste! - salió y lo abrazó.
Lleca: No te emociones - la apartó.
Cris: De casualidad... ¿conocés está camioneta? - Le mostró el video.
Ella intentó volver a entrar y cerrar la puerta, pero Monito no la dejó.
Monito: Hablá. ¿Tenés algo que ver?
Lucía: ¡No! Es verdad que la camioneta es mía, pero hace meses que no está en mi poder.
Lleca: ¿Y quién la tiene? ¿Juan Cruz? - Lucía bajó la mirada, culpable, y asintió.
Cris: Entonces sí trabajás para él...
Lucía: Perdón... perdón - se angustió.
Lleca: ¿Qué le hicieron a Mar? ¿Dónde la tienen?
Lucía: ¡No sé! Después de todo lo que pasó decidí alejarme de todo eso. Les hice mal a ustedes y a mí misma metiéndome ahí.
Monito: Es la oportunidad de que confiese - le dijo a Lleca - ¿De qué forma nos hiciste mal? - le preguntó a Lucía.
Lucía: Mentí. Mentí por despecho. Me equivoqué y eso me costó tu amor - miró a Lleca -. Estaba muy mal. Triste, enojada. Y dije todas esas cosas, haciendo que se peleen.
Cris: ¿Qué dijiste exactamente?
Lucía: Que Lleca me había dejado por Luz y que ella sentía lo mismo. Antes del viaje había escuchado a Alelí decir que estaba enamorada de él, sabía que se pelearían.
Luz y Alelí, quienes estaban presenciando todo escondidas, se miraron y se abrazaron.
Cris: Perdoname... No te quise escuchar y siempre me dijiste la verdad - Le dijo a Lleca.
Monito los abrazó a ambos, generando un abrazo grupal al que se sumaron las chicas al salir de donde estaban.
Lucía: Perdónenme, todos - se disculpó.
Alelí: Te vamos a perdonar si nos ayudas a encontrar a mi cuñada - corta.
Ella les dio una dirección. En ese lugar solía reunirse con Juan Cruz.

Los 5 adolescentes se dirigieron al lugar y se escabulleron para entrar sin ser vistos, aunque no había nadie. Encontraron la camioneta ahí y le colocaron un rastreador que diseñó Cristóbal. Pero comenzaron a escuchar a alguien acercarse y entraron en pánico.
Paz: ¡Vengan conmigo! - apareció.
La pequeña también los había seguido usando su poder de invisibilidad. Todos se tomaron de las manos y ella los teletransportó a la mansión.
Cielo: ¡Paz! ¿Qué pasó?
Paz: Los ayudé a volver, estaban en problemas.
Nico: ¿Dónde estaban?
Lleca: Fuimos a ver a Lucía y confesó. Nos dio una dirección y cuando llegamos, nos encontramos con la camioneta que se llevó a Mar y Cris le puso un rastreador.
Se reunieron en el escritorio de Nico y siguieron el recorrido de la camioneta con la aplicación del rastreador hasta que llegó a una prisión abandonada. No dudaron en que estuvieran ahí, así que de inmediato comenzaron a idear un plan para rescatarla.

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Holaaaa, cómo están?

Qué les pareció el capítulo?

Okey, pasaron muchas cosas...

Alguien más quería abrazar a Mar?? Pobrecitaaa.

Descubrieron a Lucía... Al fin, che, jajaja.

Casi Ángeles: La Nueva Generación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora