Capítulo 5

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Por la puerta que daba al exterior había entrado Mar, que se escondió del otro lado de la pared y comenzó a llorar apenas los vio. No podía creerlo.
Por otro lado, el ascensor de Lleca llegó en el momento indicado: pudo ver bien clarito como Lucía besó a Rama y cómo este la apartaba de inmediato.
Rama: ¿Qué hacés?
Lucía: ¡Perdoname!
Rama: ¡No, Lucía! Basta. Hace rato que me venís persiguiendo y lo aguanté, pero estás cruzando un límite. Yo estoy con Mar, y estoy muy enamorado de ella. Tenemos dos hijos hermosos y quiero pasar el resto de mi vida al lado suyo. No la voy a dejar por nada ni por nadie. Por favor, entendelo. ¿Y vos no estás con Lleca? De verdad, ¿qué estás haciendo? Ya basta, alejate de mí.
Rama cruzó la puerta que daba al exterior y oyó a Mar llorando detrás de él, contra la pared. Ella corrió a abrazarlo, pues escuchó todo lo que él dijo y ahora su llanto era de emoción por todo el amor que tenía.
Rama: Yo te amo a vos, Mar. Y eso nunca va a cambiar - le secó las lágrimas y se dieron un beso apasionado.
Apenas Rama dejó sola a Lucía, Lleca se atrevió a entrar y enfrentarla.
Lleca: Te vi, Lucía. ¿Por qué lo hiciste? ¿No me amas?
Lucía: No es eso... yo... me confundí...
Lleca: Entonces no estás enamorada de mí. Yo no quiero estar con una persona que no tiene claras las cosas. Si no sabés si me querés a mí o alguien más, terminamos - y se fue por donde vino, dejando a Lucía sola otra vez.

El show comenzó y ambas bandas tocaron sus temas más destacables. Además, los Teen Angels presentaban su nuevo tema: Que llegue tu voz.

La función era un éxito, las bandas cantando, los fans y el resto de los guardianes alentando. Pero mientras disfrutaban del espectáculo, las chicas notaron la ausencia de ciertas personas.
Alelí: ¿Y Lleca? - le preguntó a Luz.
Luz: Cris y Monito tampoco están - se dio cuenta.
Lleca prefirió quedarse en el hotel por razones obvias. No se sentía con ánimos.
Cris y Monito preparaban la sorpresa para Luz en la habitación de las chicas.

Casi a media noche, todos volvieron y se dirigieron directo a sus habitaciones ya que estaban agotados.
Luz y Alelí estaban llegando a la puerta cuando escucharon algo dentro, lo que las hizo poner alerta. Agarraron el desodorante y con precaución abrieron la puerta. Al ver una sombra negra aparecer frente a ellas, inmediatamente dispararon el aerosol a su cara en su defensa.
Monito: AHHHHH. ¡GAS PIMIENTAAAA! ARDE, DUELE MUCHOOO.
Al reconocer su voz, inmediatamente encendieron la luz y fueron a ayudarlo.
Alelí: Es desodorante, tarado - le aclaró al notar su exageración. Ahí, él se calmó un poco.
Monito: Arde igual, tonta.
Alelí: Bueno, perdón.
Luz: Pensamos que eran ladrones, ¿qué hacían acá?
Cris: Era... una sorpresa - dijo, tímido y tierno.
Ahí, Luz se percató de la decoración romántica, detalle que le pareció hermoso y no pudo evitar sonreír.
Monito: AHHH, MIS OJOS. CREO QUE ESTOY CIEGO - le decía a Alelí, obviamente sobreactuando.
Alelí: Qué exagerado - dijo, sin captar.
Monito: Los tenemos que dejar solos, nena - le susurró - COMO DUELEN - volvió a alzar la voz.
Alelí: Vamos a lavarte la cara, dale - y ahí sí se fueron.
Luz: ¿En serio hiciste todo esto para mí? ¿Por qué?
Cris: Porque te amo. Y... - decía mientras se acercaba - quería saber si tengo una oportunidad.
Luz, encantada con esa declaración de amor, lo besó, dándole a entender que sí.

Alelí acompañó a Monito hasta el baño y él logró recuperarse del ardor.
Monito: Gracias, aunque fue tu culpa.
Alelí: De nada jaja. ¿Me puedo quedar en tu habitación hasta que Luz y Cris terminen de hablar?
Monito: Obvio. Andá yendo que yo busco algo para morfar.
Ella se dirigió directamente hacia allá, pero cuando entró, escuchó a alguien llorar. Se acercó y logró saber de quien se trataba.
Aleli: ¡¿Lleca, por qué llorás así?! - se asustó y se sentó junto a él en el piso.
Lleca: Fue horrible... me di cuenta de que Lucía no me ama. Y qué quizá nunca me amó.
Alelí: No puede ser. No lo puedo creer. ¿Cómo se atreve a hacerte una cosa así? - lo abrazó.
Lleca: Ya son las doce... - dijo, mirando su reloj - No es mi caso, pero ojalá que vos pases el día con alguien que lo valga, porque vos te mereces todo.
Alelí: Gracias... Vos también te mereces a alguien que te valore de verdad y, en especial, que te ame de verdad...
Consuelo va, consuelo viene, se miraron luego de decirse esas cosas tiernas y se besaron.

Mar y Rama llegaron de la mano y más juntos que nunca. Ambos se sentaron en la cama y Rama notó que ya era el día que tanto esperaba. Sintió que era el momento de hacerlo (aunque no lo había planeado así).
Rama: Mar... yo... tengo algo que decirte. Lo quería hacer después de salir con vos, pero ya no puedo esperar más. Lo que le dije a Lucía es sólo un poco de todo lo que siento por vos. Desde que te conocí que nunca dudé de que te amo y cada día me soy cuenta de que no me equivoqué. Vos me hacés feliz.
Él sacó de su bolsillo aquel objeto que ella tanto deseaba pero que aún así la sorprendió.
Rama: ¿Te querés casar conmigo?
Mar ni siquiera debió pensarlo para decirle una y mil veces que sí, porque estaba segura de que su amor era sincero, que era puro y que era eterno. Y así se lo demostraron aquella noche en la que su San Valentín recién empezaba.

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Holaaaa

Bueno, que lindo final jsjajdj. Los amo.

No sé ustedes, pero yo amé todo lo que le dijeron Rama y Lleca a Lucia.

Hablando de Lleca... Se esperaban lo que pasó con Alelí?

Qué creen o les gustaría que pase con Cris y Luz?

Casi Ángeles: La Nueva Generación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora