Capítulo 16

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Rama: ¿Ustedes están juntos?
Alelí: Sí... Perdón por no contarte - se sentía culpable por no confiar en su hermano.
Mar: Bueno, ¡felicidades! Siempre intuí que iba a haber algo entre ustedes.
Nacho: Ah, no. Primero te metes con mi hermana, después con mi hija y con la de Tacho ¿y ahora con la hermana de Rama? - sonaba a que le estaba reclamando.
Lleca: No hacía falta que menciones las chicas anteriores con las que salí - se rascó la cabeza incomodado.
Tacho: Y te faltó Ardilla - rió.
Nico: Nueve y Diecinueve, basta - los detuvo, notando que no era divertido para el Cinco -. Ahora que sabemos que andan juntitos, ¿la próxima pueden avisar que salen? - les pidió.
Alelí: Obvio, Nico.

Al día siguiente, después del desayuno, Alelí fue a buscar a Mar a su habitación para hablar con ella.
Alelí: Perdón a vos también por no decirte nada - le dijo a Mar.
Mar: No pasa nada, no me enojo. No le conté una cosa que pasó con Rama a Jazmín por un año y no se enojó, por suerte me entendió.
Alelí: ¿Qué no le contaste? ¿Por qué?
Mar: Fue durante la época que estuvimos separados. No contamos nada porque estaban Vale, Thiago y Simón en el medio.
Alelí: Claro, entiendo. Bueno, al menos se solucionó todo y tuvieron su final feliz.
Mar: Esto recién empieza, Alelí. Igual que tu relación con Lleca. No tenemos un final feliz por tener al chico, tenemos un feliz comienzo junto a él.
Alelí: Desde que te conocimos, nunca había visto tan feliz a mi hermano. Como te mira, como me hablaba de vos cuando recién se empezaba a enamorar, sus sonrisas repentinas al pensar en vos. Eso es lo que siempre quise: tener un amor como el suyo. Amar y ser amada de esa manera tan linda que tienen ustedes.
Mar: ¿Sentís que sea así con Lleca?
Alelí: Siento que es un poco raro, como que nunca se le pasó por la cabeza que pasaría algo conmigo, pero no dudo que me quiere de verdad. Es un proceso. Y yo quiero que lo vivamos juntos.
Mar: Me parece muy lindo. ¿Con Luz está todo bien?
Alelí: Masomenos. Como que sí, pero no, como dice Rama. Pero prefiero no hablar de eso. ¿Vos cómo estás? El nuevo bebé fue una gran sorpresa.
Mar: Fue una linda noticia entre todo lo que estaba viviendo. Estaba feliz, pero a la vez aterrada. Yo estaba encerrada y no sabía qué estaba pasando con Bruno y Emma. Pensar que les puede pasar algo y más en la situación en la que estamos a veces no me deja dormir. "Y... estoy embarazada" pensaba. No sabía qué hacer, no sabía cuánto tiempo iba a estar ahí. Llegué a tener la idea de que no los volvería a ver y me puse muy mal.
Alelí: No puedo ni imaginarme todo lo que pasaste - la abrazó -. ¿Con Bruno y Emma cómo fue?
Mar: Con Bruno tenía 18 años yo, imaginate. A esa edad no está en tus planes ser madre. Pero apenas me enteré, fui la chica más feliz del mundo. Y a Emma la buscamos cuando Bruno estaba por cumplir 2 años. Queríamos que tuvieran poca diferencia de edad para que crecieran juntos. No sé cómo explicarte lo que es... a tus hijos los amás incluso antes de nacer. No ves la hora de tenerlos con vos, de escucharlos, de ver su sonrisa, esa que te llena el alma.
Mar habló desde el fondo de su corazón sobre lo que siente como madre y Alelí la escuchaba mientras reflexionaba sobre su propia mamá. Tal vez era verdad y los amaba tanto que se alejó para protegerlos.

Alelí salió y llegó hasta la sala, donde estaba su mamá, jugando con los hijos de Rama, quien estaba ahí viéndolos. Era como ver su propia infancia: Bruno representaba a Rama y Emma a Alelí. "¿Habrá sido así con nosotros?" Pensaba. Y no podía dejar de creer que sí, que eran muy felices los tres. Pero aún le dolía la falta que le hizo. Su hermano la vio y ella intentó irse, pero él la alcanzó.
Rama: ¿Estás bien?
Alelí: Sí, sólo que... los vi ahí y no quise molestar.
Rama: ¿Cómo vas a molestar? Si sos la tía favorita. No le digas a Tefi - le advirtió y rieron.
Alelí: Es que...es difícil para mí. Quiero perdonarla, pero no sé cómo.
Rama: ¿Qué te parece si hablás con ella?
Él tenía razón, ambas debían hablar sin discutir. Para ella, su hermano era el más sabio de todos, por lo que le agradeció el consejo con un abrazo y fueron juntos a la sala, sorprendiendo a Rosalía, quien estaba con Emma en brazos.
Rama: Hay alguien que quiere hablar con vos - le dijo a su mamá y agarró a Emma.
Alelí: Perdoname, no te merecías que te tratara así. Me dolía que no hubieras estado conmigo y te ataqué por no querer largarme a llorar - se le quebró la voz -. Te necesitaba, mamá. Te necesito - se le escapó el llanto tanto a ella como a Rosalía, quien la abrazó bien fuerte.

Rama también lloraba, pero no quería que le prestaran atención a él, ese era un momento para ellas. Bruno fue a buscar a su mamá para que viera que su abuela y su tía habían hecho las pases. La llevó de la mano hasta la sala, donde ellas se seguían abrazando. Ambos se acercaron a Rama y los cuatro juntos se abrazaron mientras veían cómo el amor de una familia era inquebrantable.

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Buenoo, capítulo de reconciliación, amo, jajaja
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El viernes se publica el siguiente capítulo, nos vemoos

Casi Ángeles: La Nueva Generación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora