ʰⁱⁿᵃᵗᵃ (ʰᵃⁱᵏʸᵘᵘ)

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⚠️ •Fem reader• ⚠️

Llevabas un par de años en esto del volley, eras bastante buena. Tu equipo iba a jugar contra Karasuno en un partido amistoso de práctica. Eras parte del equipo masculino, porque en tu escuela no había equipo femenino, debido a la falta de integrantes (no había).

Después de llegar a la escuela y prepararse, entraron al lugar donde se realizaría el partido. Hicieron todas las formalidades, se posicionaron en sus lugares y viste a tus oponentes.

Comenzaron el partido, perdieron el primer set por tocar el balón, en varias ocaciones, antes de que saliera de la cancha.

El segundo set lo ganaron, por poder encontrar su punto débil, la recepción.

El tercero fue muy peleado, pero finalmente ganó Karasuno por un punto de Hinata y Kageyama. Eran un duo extraordinario.

Fuiste donde tus oponentes para felicitarlos por su punto, sin duda era una técnica en la que muchos caerían.
-ustedes también jugaron bastante bien, ¡casi empatamos!-. Dijo el chico.
-hmm si, pero su técnica fue estupenda. Con la precisión de Kageyama y tu velocidad, Hinata, son un equipo formidable-. Tocaste su hombro.- lo hiciste increible-.
El chico se sonrojó y te sonrió.
-p-pero tu saque... fue como ¡Kaboom! Y-y pasó rápidamente por toooda la cancha-. Dijo mientras hacía movimientos con sus brazos, explicando lo que decía con sus palabras-.
-no creas que nos ganarás la próxima vez. Mi equipo habrá mejorado lo suficiente como para no dejarles anotar.- dijiste divertida pero segura de lo que decías.
-lo veremos-. Dijo.

Pasaron un par de semanas desde la última vez que viste al chico. Te encontrabas caminando a tu hogar, cuando te lo encontraste.
-¿H-hinata?-. Dijiste, un poco insegura de que sea o no el chico.-
-¿hmm? Ah Hola __. ¿Qué haces por aquí?-.
-voy a mi casa, ¿tú?-.
-también-.
-quieres... no sé ¿tomar algo? Como un... ¿helado?-. Fue lo primero que se te ocurrió, las palabras salieron solas de tu boca.
-¿en s-serio? Esta bien, vamos-. Dijo alegremente mientras tomaba tu mano-.

-¿cómo paga? ¿Con tarjeta?-.
-con efectivo/billetes-. Dijiste
-espera, ¿vas a pagar tu?-.
-claro shouyo. Yo te invité-. Dijiste mientras le pagabas al señor.

Siguieron caminando, hasta que llegaron a la casa de tu acompañante.
-esta es mi casa, así que nos despedimos aquí-. Dijo sonriendo.
-¿¡Vives acá!?-. Dijiste sorprendida
-si... ¿por qué?-.
-vivo al lado-. Dijiste divertida.

Así descubrieron que eran vecinos y comenzaron a pasabar más tiempo juntos, se encontraban en el camino (pues eran de diferentes colegios/institutos/escuelas...) y se iban juntos a sus casas.
Poco a poco se fueron conociendo, y cada día te sentías más extraña a su lado. Te sentías nerviosa, ansiosa... y no entendías por qué.

Otro día, como todos los demás, te fuiste junto a Hinata a casa, lo único que lo diferenciaba era que, esta vez, iba Kageyama con ustedes.
...
-¿practicaron?-. Dijiste para romper el silencio.
-pues si, como siempre-. Dijo shouyo.
-¿qué clase de pregunta idiota fue esa?-. Dijo tobio.
-solo estaba tratando de que el camino no sea tan incómodo-. Dijiste.
-los únicos que hacen esto incómodo son ustedes.- dijo despreocupado el pelinegro-.
-¿ah?-. Dijimos al unísono.
-no se hagan los tontos, es evidente lo que pasa entre ustedes.
-¿d-de qué hablas, Kageyama?- dijiste.
-___, es evidente que te gusta Hinata y no eres capaz de ocultar tus nervios. Hinata, es claro que te atrae ___, no has dicho nada en todo el camino y siempre estás hablando estupideces.. sin mencionar que ambos se han estado lanzando miraditas mientras caminamos.

El viento golpeaba tu cara, sentías el sol contra tu piel, ese momento, esos segundos, parecían una eternidad. ¿Tan evidente era?

-n-no le hagas caso a Tobio, l-lo hace para molestar-. Dijiste, tratando de que el pelirojo no se sintiera incomodo.
-es que... no se equivoca. Tú... tú me gustas, __. Eres una de las personas más increibles que conozco, siempre me ayudas y me aconsejas. Me ayudas a practicar y, de hecho, eres muy buena jugando volley... pero entiendo si no me correspondes, lo último que quiero es arruinar nuestra amistad.
-¿Qué? Ultimamente... también me he sentido extraña a tu lado. N-no creas que es raro de forma mala, sino que... me has hecho sentir cosas que nunca había sentido. Q-quiero decir... eh... también me gustas-dijiste avergonzada.
-¿Tan difícil era?-. Dijo el pelinegro-.
-¡Kageyama! ¿De dónde saliste?-. Preguntaste, un poco asustada.
-nunca me fui-. Dijo mientras suspiraba.

one ѕнoт y eѕcenarιoѕ anιмeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora