ᵗᵃᵐᵃᵏⁱ (ᵇⁿʰᵃ)

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Tamaki y tu se encontraban en tu casa para hacer una tarea.
-Amajiki, ¿tienes hambre? ¿Sed?-. Preguntó la peli__.
-eh.. no, estoy bien. Gracias-.

Llevaban varias horas haciendo el trabajo, y pensabas que tu compañero podría querer algo, pero aunque lo quisiera, no creo que te lo diría.
-por fin, hemos terminado-. Dijiste, mientras guardabas algunos lápices y hojas.
El pelinegro también comenzó a ordenar sus cosas, dispuesto para irse, pues estaba oscureciendo.
-gracias por venir, nos vemos mañana en el salón-. Le dijiste, mientras se despedían.

Fuiste al salón, donde estuvieron trabajando, para terminar de ordenar las cosas. En ese momento te percataste de que tamaki había dejado un cuaderno en la mesa, corriste a la entrada para ver si tu compañero no estaba muy lejos, pero parecía haber desaparecido.
Te dio curiosidad saber de qué asignatura era dicho cuaderno y qué tan ordenados serían sus apuntes, así que decidiste ojearlo.
Abriste una página cualquiera y lo primero que leiste fue "me gustaría poder decirle que me gustas-"
En cuanto leiste la última palabra, sabías que lo que hacías estaba mal.

Estabas invadiendo la privacidad de Tamaki y además no querías saber quién era esa afortunada.
A la mañana siguiente, llegaste muy temprano a la U.A, dispuesta a darle el misterioso cuaderno al chico.
En cuanto lo viste llegar, decidiste hablarle...
- h-hola tamaki, quería darte esto-. Le entregaste el cuaderno y viste como, por un segundo, su cara mostraba preocupación-. Se te quedó ayer en mi casa.
El chico te arrebató el cuaderno de las manos y te miró, esperando que le dieras una respuesta.
-No, espera. No lo he leido, si eso te preocupa. Solo quería entregártelo, es todo.-dijiste tratando de ocultar tus nervios.
Tamaki se fue a su asiento después de eso, sin mirarte.
Lo que pasaba, era que esa persona que tanto le gustaba, eras tú. Y pensaba que lo habías leido, por lo que no quería incomodarte.

Digamos que su forma de enfrentar esa situación, era evitándote. Hasta que te armaste de valor para confrontar al chico.
-Tamaki.- dijiste tomando su brazo-. Tenemos que hablar-.
Tamaki solo se dejó guiar y escuchó atentamente.
-¿qué está pasando entre nosotros? ¿Por qué de un día para el otro dejaste de hablarme? Se supone que somos amigos y espero que lo sigamos siendo siempre, pero necesito saber por qué nos distanciamos-.
No hubo respuesta, Tamaki se puso a escribir en su celular. Te llegó un mensaje, era de él.

Pensé que habías leido mi cuaderno.

No te mentiré, lei una frase...

Qué leiste?

No me acuerdo exactamente...

Pero mencionabas algo de alguien que te gusta.

Pero no leí el nombre. Lo cerré en cuanto entendí que no era un cuaderno para alguna clase.

Lo siento mucho, Tamaki.

...

Esta bien si estás enojado.

Después de todo invadí tu
privacidad.

Eres tú.

De qué hablas?

la persona de la que hablaba.
Eres tú.

Después de eso, Tamaki apagó su celular y estaba a punto de ir hacia una pared y poner su cabeza en ella... si no fuera porque lo detuviste, mientras le mandabas un mensaje.

también me gustas.

Sin duda la forma más extraña de declarartele al pelinegro.

one ѕнoт y eѕcenarιoѕ anιмeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora