ᵗᵃᵈᵃˢʰⁱ ʸᵃᵐᵃᵍᵘᶜʰⁱ (ʰᵃⁱᵏʸᵘᵘ)

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Aún recuerdo aquel soleado día en el que nos conocimos, en el que los caminos de ambos se cruzaron y entrelazaron.

Era verano. 5:00 pm.

Recuerdo ver a los niños jugando con pistolas de agua, corriendo por ahí, cuando escuché un suave sollozo, como si no se quisiera molestar a nadie con el leve sonido.

Ahí te encontré, vi tu rostro que denotaba pureza e inocencia, pero a la vez cierto dolor.

-¿Por qué lloras?
-Me caí-limpiaste tus pequeñas lágrimas con tu brazo.

Me quedé observando sus rodillas rasmilladas.

-¡Es tu día de suerte! Traigo curitas y... ¿sabes un secreto?-susurré- ¡Son de gatitos!

Me miraste con unos ojos tan... brillantes y sonreiste levemente.
Me agradeciste con cierta timidez característica tuya.

Desde entonces fuimos amigos, amigos de la infancia.

(...)

-¿Te acuerdas?
-Claro, además... es la cuarta vez que cuentas la historia de cómo nos conocimos, ___-sonrió.

Estabamos en mi habitación, viendo una película. Era nuestro plan de jueves por la tarde.

Solíamos juntarnos a ver películas, mientras le contaba de mi día y él, ocacionalmente, también me contaba del suyo. Al ir en colegios distintos, teníamos mucho que contarnos el uno al otro.

Silencio.

-He estado pensando algo ultimemente. Quería mantenerlo en secreto pero creo que prefiero saber tu opinión-dije mirándolo.

El chico volteó a mirarme, con una expresión de confusión y curiosidad. Su lenguaje no verbal me indicó que continuara.

-Estuve pensando en que, cuando termine el año, quizás me cambie de colegio... al mismo que el tuyo.

-¿E-es en serio?

-¿Por qué no lo sería? Por lo que me has contado, tienes varios buenos amigos allí. Además, estás tú... Llevamos como 5 años en escuelas distintas, creí que quizás sería mejor si estuvieramos en la misma.

El chico me miró con ternura y revolvió mis cabellos.

-¿Igual tendremos jueves de películas?
-Claro que sí, tontito-le sonreí-que me cambie de colegio solo significa que me verás más, pero no es necesario que cambiemos nada de esto.

Le di un abrazo, el cual me correspondió un poco aturdido.

-Deberíamos celebrar esto de alguna forma.

-¡Acampemos! Desde chicos hemos querido-comenté emocionada.

Yamaguchi pareció meditarlo, pero sin mucha tardanza respondió.

-¿Puedes mañana? Después de clases... ¿En mi jardín?

Asentí ante su propuesta, con una sonrizilla.

(...)

Me encontraba saliendo de mi escuela, caminando entre la acera y los árboles a la orilla de esta. Los rayos de luz penetraban mi rostro, generando una sensación agradable.

Llegué a mi casa, me saqué las zapatillas y comencé a preparar mi mochila con todas las cosas que necesitaba: pijama, cepillo de dientes, cepillo de pelo, ropa de cambio, saco de dormir...

Tenía todo preparado, así que sin pensarlo mucho salí de mi casa. Antes de llegar a la del chico, pasé a comprar sus golosinas favoritas.

10 minutos después, ya estaba en la puerta.

Toc toc.

Segundos después apareciste en el marco de la puerta, me invitaste a pasar y te entregué las cosas que compré.

-¿Qué quieres hacer?
-¡Veamos películas de terror!-dije emocionada-pero antes cocinemos algo, ¿te parece?
-Si, si. Suena como un buen plan.

Es así, que pasamos la tarde cocinando galletas con chips de chocolate. Cuando las sacamos del horno, ya nos habían dado las 8:00 pm.

Nos demoramos unos 15 minutos en escoger la película. Siempre he disfrutado las películas de terror. Ya ibamos en la mitad, cuando ví la cara de terror del chico, mientras abrazaba una almohada.

Cuando le pregunté si quería continuar viéndola, me insistió con que estaba bien.

Finalmente y para el bien de Yamaguchi, la película terminó.

Luego de eso, saqué unas mascarillas de mi mochila.

-¿cuál quieres, la de sandía o la de pepino?
-la de pepino, ¿puede ser?

Le entregué esa, vi que su cabello entorpecía la mascarilla así que me acerqué a él y le até el cabello.

(...)

Ya era tarde, así que decidimos ir a dormir.

-Buenas noches, tadashi
-Buenas noches-sonrió.

Cada uno se fue a su carpa a descansar. Minutos después ya estaba metida en el saco, cerré mis ojos y traté de quedarme dormida.

Eran las 4:03 de la madrugada, escuché un sonido fuera de mi carpa. Segundos después comenzó a abrirse.

-¿Estás despierta?-Susurró.
-Si, si-dije con una voz ronca.

El chico entró a la carpa y la cerro. Luego se quedó mirándome unos segundos. Encendí la luz y pude ver que tenía los ojos y la nariz con un leve tono de rojo.

-¿Qué pasó? ¿Tuviste una pesadilla?

El chico asintió.

-Ven acá.

Extendí mis brazos, ofreciéndole un cálido abrazo. Se acercó a mi y enrolló sus brazos en mi cintura, su cara reposó un poco más arriba de mi pecho, a la altura de la clavícula más o menos. Podía sentir su respiración agitada. Acaricié su cabello.

-Fue sólo una pelicula, ¿okey? no es real. Estás bien, estoy acá-lo abrazé más fuerte.

El chico pareció calmarse un poco, sus músculos antes tensos, poco a poco fueron relajandose.

-¿P-puedo dormir acá?

Mi cara enrojeció mientras asentía.

-Vamos a dormir.

Hicr pequeñas palmaditas a mi lado, indicándole que podía acostarse. Apagué la luz y la carpa se sumió en oscuridad de nuevo.

Mi cara y la suya estaban frente a frente, sus brazos nuevamente se enrollaron en mi cintura en forma de abrazo.

-Descansa, pecoso asustadizo.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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