ⁿⁱˢʰⁱⁿᵒʸᵃ (ʰᵃⁱᵏʸᵘᵘ)

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⚠️ hilo rojo del destino ⚠️

El hilo rojo... desde que tenías memoria lo tenías atado en el dedo meñique. Tu madre decía que se conectaba con tu alma gemela, la persona que más llegarías a apreciar y querer en esta vida. El hilo podía enredarse, estirarse... pero nunca romperse.

Y así creciste, sin saber quien se encontraba en el otro extremo. Eso siempre te generó dudas, pero al pasar el tiempo te diste cuenta que todo llegaría en su momento.

Habías ingresado a Karasuno, te encontrabas en primer año y te habías hecho amiga de Hinata y Kageyama... como no tenías mucho que hacer, a veces te quedabas viendo como entrenaba el equipo de la escuela. Te parecía interesante ver los partidos pero nunca aprendiste a jugar.

Poco a poco conociste a Nishinoya, un chico bastante energético y que daba muy buenas vibras al equipo. Sutilmente te fuiste enamorando del castaño, pero creías que no tenías oportunidad con él.

Ese día decidiste ir a comprar unas botellas de agua para después del entrenamiento de los chicos. Era un día soleado con un par de nubes, bastante agradable a tu parecer. Justo a tiempo, habías llegado cuando estaban terminando de entrenar.
-Hinata. Para ti-. Dijiste entregándole la botella.- Kageyama, Tsukishima, Yamaguchi. Estas son para ustedes.- y así fuiste nombrando a los jugadores mientras les entregabas sus botellas.

-ps... hinata, oye.-el chico se acercó-. Le puedes dar esto a Nishinoya, por favor-.
-¿me llamaban?-. Apareció el castaño.
-ah si... __ te quiere dar esto.-dijo el pelirojo.
Le entregaste la botella, el chico la recibió y te agradeció.

Esa fue la primera interacción que tuviste con el chico. Por más minima que fuera, te emocionaste por haberte acercado.
Días después te encontrabas saliendo de la escuela, caminabas a paso lento pues no tenías apuro. Te encontrabas jugando con una pequeña piedra que se encontraba en la acera, cuando escuchaste que decían tu nombre.
-¡__! hola.- el chico se te acercó corriendo-.
-hola Sugawara. ¿Pasa algo?-. Dijiste un tanto confundida.
-te vimos caminando por ahí y se les ocurrió a los chicos preguntarte si querías ir con nosotros al parque... vamos a hacer un picnic.-dijo tranquilamente, mientras aparecían los otros chicos atrás.
-oh... esta bien.-dijiste con simpleza.
Se encontraban caminando cuando...
-hay que comprar un par de cosas para comer. ¿Quién quiere ir?-. Dijo Daichi.
-¡Yo! Yo quiero ir-. Dijo saltando Nishinoya.
-Esta bien, pero igual necesitamos varias cosas. Mejor que vayan dos-. Agregó el Capitán.
-¿___?-. Dijo Hinata. Solo lo miraste.
-¡si, __-chan! vamos.-. Dijo sonriente el castaño. Al no ver una reacción de tu parte, te tomó de la mano, dirigiéndote hacia el supermercado.
Viste tu mano junto a la de él y te sonrojaste, pero en ese momento te diste cuenta... paraste en seco.
-Nishinoya senpai... ¿puedo ver su mano?-. El chico te miró confundido pero finalmente accedió.
Pusiste tu mano junto a la de él... el chico tenía el otro extremo de aquel hilo rojo. Te sonrojaste. ¿En serio eran almas gemelas? ¿Cómo no te habías dado cuenta antes?
Muchas preguntas pasaron por tu mente, las cuales fueron interrumpidas por el chico.
-¿___? ¿estás bien?-.
-ah si... no es nada-. Dijiste tratando de sonar tranquila.

10 minutos después salieron del supermercado y, cada uno, fue con su grupo de amigos mientras caminaban hacia el parque.
-oye. Estás muy callada, ¿pasó algo?-. Dijo Tobio, serio como siempre.
-¿alguna vez te has preguntado quién es tu alma gemela?-dijiste apuntando el hilo en tu meñique.
-no lo había pensado mucho. ¿Por qué?
-¿qué harías si te dieras cuenta de que, probablemente, alguien que conoces sea esa persona?.
-hmm.. no lo sé. Tal vez se lo diría. Espera...
-¿¡nishinoya!?-. Interrumpió Hinata con brillitos en los ojos.
-baja la voz, por favor...-.
-¿entonces crees que es yu?-. Dijo Kageyama. Asentiste.

Finalmente llegaron al parque, ayudaste a acomodar las cosas y se sentaron. Hablaban de los partidos, de técnicas, entre otras cosas.
-chicos.- dijo Hinata.- alguna vez han pensado en quién podría ser su alma gemela.-
-no... ¡Pero espero que sea Kiyoko! Es taaan linda-. Dijo Tanaka sonrojado.
Y así los chicos comenzaron a opinar de eso, algunos decían que no creían en eso, aunque tenían aquel hilo en el meñique. Otros no lo habían pensado mucho y algunos decían quién les gustaría que fuera esa persona.

Fuiste la única que no habló, despertando la curiosidad de cierto castaño. Rápidamente cambiaron de tema y, Nishinoya se te acercó y se sentó a tu lado.
-estás muy callada desde que Hinata hizo esa pregunta. ¿No tienes el hilo?-. dijo el chico.
-ah si... si tengo el hilo.
-¿y por qué no has dicho nada al respecto? ¿no sabes quién es?.
-hmm puede ser que si sepa, pero no me atrevo a decirle. No me gustaría ser rechazada.
-yo aún no sé quien es, pero espero descubrirlo pronto-. Dijo el chico, levantando su mano rápidamente, mientras veia su meñique. Aquella acción un poco violenta, hizo que el hilo en el meñique te tirara hacia la dirección de su mano. quedaste pegada al chico.
Nishinoya te miró extrañado.
-¿qué fue eso?-.
-ah no, nada. Lo siento-. Dijiste alejandote.
El castaño se quedó pensando. Se paró y te extendió su mano. La tomaste.
-¿pasó algo?-. Le preguntaste.
-puedo ver tu mano-. Dijo, aun sujetandola.
-¿esta bien?-.
En ese momento el chico lo notó. Se fue corriendo hacia Tanaka, dejándote confundida.

-¡Oye, Tanaka! Mira lo que descubrí. ¡___ y yo somo almas gemelas!-. Dijo para volver corriendo hacia ti, pero con Tanaka.
-Hola Tanaka.- lo saludaste.- ¿qué pasó?-. El castaño tomó tu mano y la puso junto a la suya.
-Mira. ¿Lo ves?-.
Tanaka los abrazó a los dos, separándolos del suelo y dejándolos en el aire.
-me podrían explicar qué pasa-. Dijiste.
-yo creo que... deberías decirle a esa persona que es tu alma gemela-. Dijo.- creo que ya sé quien es la mia.
-oh... ¿y quién es?-. Dijiste.
-deberías saberlo ya.- te miró penetrantemente. Al ver que ninguno dijo nada...
- ¡son almas gemelas!-. Gritó Tanaka, haciendo que todos los chicos escucharan.
Nishinoya te miró un poco avergonzado, tu lo miraste sonrojada. Era un poco vergonzoso que lo haya gritado tan fuerte.
-bueno, chicos. Los dejaré, creo que tienen cosas de las que hablar.- los miro divertido.

Hubo un gran silencio por varios minutos. Un silencio envolvente... hasta que decidiste romperlo.
-y... hmm... bueno, n-nishinoya senpai... ¿qué opina de ehhh... ya sabe?-. Dijiste timidamente.
-no me pudo tocar mejor persona. Eres muy linda, te preocupas por las personas a tu al rededor y siempre tratas de ayudar. Pero específicamente no sé que hizo que me enamorara de ti.- dijo timidamente, pero con emosión.- y... tú, ¿qué opinas?-.
-debo serte sincera. Lo descubrí cuando estabamos en el supermercado, pero no dije nada porque me daba verguenza. T-tu me gustas mucho. Pero no creía tener oportunidad.
-sabes, soy un poco tímido con estas cosas, aunque no lo parezca. Sino te hubiera hablado-. Dijo rascandose la nuca.- y no digas que no tienes oportunidades con alguien, mírate...- agarro tus mejillas y se quedó mirándote un rato.
Su mirada puesta en ti por un prolongado momento hizo que te pusieras un poco nerviosa y no pudiste mantener el contacto visual.
-awww... eres muy tierna, __.- el chico te abrazó, pusiste tu cabeza en su cuello, escondiendo tu rostro.
Eran muy lindos juntos.

one ѕнoт y eѕcenarιoѕ anιмeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora