10

6.3K 610 19
                                    


Enid caminaba hasta el complejo, eran las seis de la tarde y solo podía maldecir el hecho de tener tanta tarea para la próxima semana. Recordó que Merlina le había dicho que no la esperara, pues iba a llegar tarde. Podía sentir, cómo su loba se sentía algo sola, igual que ella, sentía frío en la marca de la mordida, y recordó como la misma marca le ardía cuando Merlina se fue con Lily encima de su espalda. Era una sensación desagradable.

Al entrar en la habitación de la morena, pudo notar como todo a su alrededor era oscuro, no se había puesto a detallar el aspecto de la habitación hasta ahora, se veía como un cuarto fúnebre, con paredes oscuras y libros de aspecto sospechoso en las estanterías.

Se sentó en el sofá, acaricio con sus manos el mueble, cómo recordando el como la morena había cumplido su capricho y le había permitido estabilizar sus feromonas con su esencia.

Acercó su rostro al sofá, y pudo percibir el rastro de olor que dejó la pelinegra en él.

Era extraño, la sensación de frío en su nuca fue remplazado por una de calidez, no pudo evitar acurrucarse en el sofá, respirando profundo el perfume de Manzanilla de la Alfa, mientras más respiraba, era más necesario, al punto en el que tuvo que alegarse de ahí en un instante.

Con la respiración alterada, los latidos acelerados y el rostro claramente sonrojado, se aleja de el sitio, y se decide a preparar la cena.
.
.
.
.
.
Empezaba a preguntarse el por qué Merlina aún no llegaba, ya era media noche, y no habían señales de la pelinegra.

Se sienta en la cama y toma su celular, comienza a ver videos de gatitos, como para tratar de calmar los nervios, sentía que estaba por tener un ataque de pánico. No entendía porque era tan urgente la necesidad de que Merlina volviera, pero la sensación de abandono, se estaba volviendo más intenso.

En ese momento, escucha el sonido de una llave abriendo la puerta, la rubia se para y sale a la carrera hacia la puerta, para saltar a los brazos de aquella chica.

- Hey, ¿que pasa? - pregunta Merlina sin comprender lo que pasa con la sorpresiva reacción de la rubia - ¿paso algo? ¿Estás bien?

La chica la libera ligeramente de su abrazo, y solo la mira con los ojos llorosos.

- Creí que me habías abandonado.

Las palabras paralizaron a la morena, quien no se esperaba aquello por parte de la otra. Está al ver el rostro sorprendido de la pelinegra, se aleja y trata de cambiar la conversación.

- Prepare la cena, no sé si te guste, pero me esforcé.

Dice, para luego irse a la cama, y esconderse bajo las sábanas.

Merlina la mira algo confundida, pues no se esperaba esa reacción por parte de la pelocorto, quien claramente estaba avergonzada y cubría su vergüenza con sus sábanas oscuras.

La pelinegra se cambia aprovechando el despiste adorable de la otra, para luego ir a la cocina, y cenar.

- ¿Te sentías sola? - pregunta Merlina mientras hace el aseo de la cocina - lo siento, había olvidado que la unión hacía más sensibles a los omegas.

- No te preocupes, debo acostumbrarme a eso, es solo que las emociones me superaron, cómo talvez no sepas, es la primera vez que en muerden.

La morena se detuvo, con una mirada algo decepcionada, pues sabía de primera mano lo difícil que podía ser la primera marca, por sus experiencias con Lily.

Luego de secar sus manos, se sienta en el sofá, con una cara pensativa, recordando el cómo la vez que mordió a Lily, está no podía pasar más de medio día sin ella, incluso se mudo esos seis meses con ella, para evitar las depresiones de la Omega, lo cual ocurría mucho.

Ese pensamiento solo logro hacer sentir incluso peor a la chica, el pensar que había olvidado eso, e incluso, a una primeriza.

Merlina se levanta de el sofá, camina hasta la cama y le dice de la manera mas natural posible.

- Está bien si quieres dormir conmigo está noche.

La rubia al escuchar eso, se da la vuelta y mira algo conmovida a la morena.

- ¿Estás hablando enserio?

La chica guardo un pequeño silencio para luego contestar.

- Claro, después de todo te abandone todo el día, es mi forma de compensarlo.

- Está bien, durmamos juntas.

Merlina entra a la cama y antes de darse cuenta, la rubia la había atrapado de nuevo en su abrazo, ahogando su respiración en la camisa de la pelinegra.

- Realmente lamento el haberte dejado sola - dice Merlina, acariciando la cabeza de la otra - te prometo que no volveré a ser tan despistada.

La verdad es que a Enid no le agradaba de el todo la situación, el sentirse tan impotente cuando Merlina no estaba, le parecía algo absurdo, pero a la vez, le asombraba la facilidad con la que el Alfa, aunque parecía amargada, era capaz de ser tan amable, tan gentil y considerada con sus deseos, tan dulce. Empezó a creer que talvez la Merlina que conoció en la fiesta fue una faceta algo sádica y descarriada de la morena.

Y antes de darse cuenta, estaba dormida, en los brazos de Merlina.
.
.
.
.
.
.
Al despertar, más feliz de lo usual, Enid busca con sus manos a Merlina. Pero no la encuentra.

- !¿Merlina?!

La Omega algo asustada corre hasta la cocina, y se encuentra a la chica, terminado de servir el desayuno.

- Buenos días, Enid, ¿pudiste dormir bien?

La chica, algo avergonzada por su dramático despertar, solo asiente con la cabeza, para luego sentarse en la mesa.

- Estamos a fin semana, así que estaré en el estudio la mayor parte de el día, si necesitas algo, solo toca a la puerta.

Dice, para luego irse en dirección al estudio, y cerrar la puerta.

*Suspiros*

- Acaso el afecto de anoche,¿Solo fue lastima?
.
.
.
.
En el estudio, Merlina estaba tratando de darle algo más de suspenso y sangre a su historia, pensar la forma en la que debía llevar acabo un buen desarrollo de personaje para que la historia tomara sentido.

- Creo que me estoy estancando.

*Tocan a la puerta*

- ¿Enid?- pregunta la morena, y al no recibir una respuesta solo agrega - adelante, puedes pasar.

La chica entra al estudio, algo asombrada por el aspecto del interior, que a diferencia de el resto de la habitación, este era blanco leche.

- Yo, solo estaba pensando en que talvez no te vendría mal algo de compañía, pensé que podrías sentirte sola.

Al escuchar esto, la pelinegra no puede evitar reír, y la simpática risa, sorprende a Enid, que jamás la había visto sonreír, a menos de que estuviera con Lily.

- Claro, la verdad es que me siento sola, ¿quieres hacerme compañía? - pregunta con una sonrisa algo pícara.

Los ojos de Enid se iluminaron, al notar lo linda que se veía Merlina cuando sonreía, el cómo tenía pequeños hoyitos a los lados de sus labios y sus ojos se veían más pequeños al ser comprimidos por sus mejillas.

- !Si! - dijo la rubia, para luego sentarse en el puff que había en un rincón de la habitación, y mirar con detalles vivos, aquella chica que seguía siendo un misterio para ella.
.
.
.
.
.
.
Mrk esto esta me acelera el pulso, pensar en lo que viene dentro de poco me deja como que🌝🌝

Bueno, nos vemos 👋🤌🤙

Colmillos 🖤 Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora