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Con la música a todo volumen, Enid bailaba con emoción, moviendo su cadera y agitando su pelo, todo mientras cantaba. Después de pensar en el hecho de que probablemente Merlina se estaba divirtiendo con Lily, decidió no enfocarse en eso y solo ir a su lugar feliz, despejando su mente, y maldiciendo a Merlina, pensando que talvez la chica prefería estar con su mejor amiga que con su Omega.

Su cara se pone roja, al pensar en el hecho de que estaba celosa de Lily, y que dijo de dentro de su mente “Su Omega” cómo si fuera propiedad de Merlina. Talvez el dejarse morder por Merlina la estaba volviendo loca, jamás había pasado tanto de su tiempo pensando en una persona, mucho menos en alguien que se suponía le caía mal.

Se escucha que abren la puerta, Enid se da la vuelta y envía una cordial “Bienvenida” a Merlina. Pero la sombra de la persona no salió de la entrada, ocultándose en la oscuridad de el pasillo, mirándola fijamente, con  un brillo rojo en sus ojos.

— ¿Quien eres? — pregunta Enid, apagando el reproductor y mirándole fijamente.

— Parece que estás disfrutando mucho tu estancia en este lugar — le responde está figura, que no se daba a definir, y su voz parecía no tener género, cómo si fuera una máquina.

Enid traga fuerte, su pulso se aceleró, al sentir hostilidad por parte de esta persona, sacando sus garras, y exponiendo sus colmillos, esperando asustar a quien sea que esté allí oculto.

— No sabes lo bien que estaríamos todos, si solo desapareces de aquí — Dice aquella sombra, que toma en su mano un especie de frasco, apagando las luces de la habitación, quedando poco a poco a oscuras, mientras caminaba hacia Enid, al apagarse todas las luces, la figura desapareció.

Enid retrocedió, colocándose más cerca de la pared, apoyando su espalda en ella, mientras seguía a la defensiva, sentía como el miedo la fue invadiendo de a poco. Intento localizar a aquel intruso con su olfato, pero un extraño olor le impedía respirar apropiadamente, tomo el borde inferior de su camisa, y lo rasgó, con la tela se rodea el cuello, en un intento por proteger su marca, su punto más débil, ya que sí el intruso era un Alfa, podría perder su conexión con Merlina si la mordian.

Al pensar en la conexión,trato desesperadamente contactarse con la pelinegra, pidiendo auxilio, gritos de su lobo interno, que al menos debía de escuchar la otra, a través de su loba, gritos, que se hicieron más fuertes cuando la figura se abalanzó sobre ella.

Enid solo podía pensar: !!! MERLINA POR FAVOR, VUELVE!!!
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— !!¿Enid,estás bien?!! — la morena llega a su habitación y entra rápidamente — !!Enid!!.

Al entrar, la chica encuentra a Enid en el suelo, boca abajo, rápidamente va hacia ella y la toma entre sus brazos, mirando su cara, y acercando su cabeza al pecho de la otra. Tenía pulso, en ese momento Merlina se relaja un poco, pues la rubia no tenía heridas en su cuerpo, y parecía estar profundamente dormida. La levanta con delicadeza y la lleva lentamente hacia la cama.

Merlina solo podía pensar, en quien habría hecho eso, en la habitación habían señales de lucha, no de una muy fuerte, pero se notaba la presencia de otra persona, eso y el extraño olor que se percibía en el aire, dándole a entender que quien sea que había entrado, era o Alfa, o Omega.

La pelinegra tomo su teléfono, marco tranquilamente, y solo espero a que contestaran.

— Hola, si, soy yo — dice la morena una vez que contestan.

— ¿En que puedo ayudarla señorita? — dice una voz gruesa de el otro lado.

— Necesito que lo envíes ante mi, tengo trabajo para él — contesta la chica, sentándose en el sofá y tomando un extraño frasco que estaba a sus pies.

— Por supuesto, señorita, debe de estar llegando mañana mismo — luego de eso la llamada se corta.

Merlina deja el celular sobre el sofá, y solo mira a Enid, pensativa pero no distante, cómo si estuviera planeando algo, algo, que sabía, provocó quien allá entrado en su habitación, y atacó a Enid.
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A la mañana siguiente, Enid abre los ojos, observando todo a su alrededor, cómo buscando algo, y cuando intenta levantarse, percibe un peso en su brazo, era la mano de la morena, quien la sostenía mientras dormía a la orilla de la cama. Merlina despierta al notar el movimiento de la otra, y no tarda en incorporarse al momento, y asegurarse de que todo esté bien.

—!¿Enid, estás bien?! — dice la morena, con un rostro lleno de preocupación, y acariciando la oreja de la rubia.

— Merlina.... si, estoy bien, lo siento la verdad yo, no sabía que hacer — de los lindos ojos azulados de la rubia, comienzan a caer lágrimas — y, tenía miedo, me sentía débil y....no me podía defender.

Enid cubre su rostro al llorar, merlina se sube a la cama, y consuela a la afectada chica con un abrazo, abrazo que fue bien recibido por la otra, que rápidamente se cubre en este.

— Enid, te prometo que quien sea que haya hecho esto, pagará — Merlina estaba enojada, lo suficiente como para desprender un aroma a ira, ira que tristemente debería soportar, quien se haya atrevido a entrar en su dominio, y lastimar a su propiedad.
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— Buenos días Enid — Bianca saluda a la rubia, quien parecía algo cansada.

— Buenos días Bianca, cómo siempre estás acá muy temprano — dice la chica, con una sonrisa algo tensa. Merlina le había dejado muy en claro a Enid que debía mantener lo que sucedió en secreto, pues le prometió, que ella se hará cargo de el asunto.

— Buenos días Bianca — Merlina, quien venía detrás de la rubia, le dedica un saludo a la sirena.

Bianca algo impresionada pues era la primera vez que esa persona le dedica la palabra, tarda un poco en devolver el saludo.

— Buenos días Merlina, espero tengas un agradable día — dice la chica, con una sonrisa sincera.

Mientras las tres chicas hablaban, Lily se acerca, solo notando la figura de las espaldas de Enid y Merlina, muy animada se acerca a saludar.

— Buenos días chi.... — Lily al notar a Bianca, se queda en blanco, y no dice nada, solo observa a la chica con la boca abierta, completamente congelada.

Bianca, mira a la peliblanca, y se pone algo nerviosa, lo piensa un poco, para luego articular una palabra.

— H-hola Lily, ¿Cómo estás? — pregunta, Bianca, tratando de suprimir su sonrisa llena de emoción, por poder hablar con Lily.

Lily, al escuchar las palabras de la sirena, siente debilidad en sus piernas, y con la cara completamente roja, solo inhala profundamente, y luego hecha a correr hacia el interior de el edificio. Las tres chicas miran alejarse alterada a Lily, quien desapareció entre la multitud de estudiantes.

— ¿Eh? — Bianca algo impactada por la reacción de la otra se queda en shock — ¿E dicho algo malo?, A veces siento que Lily me odia — Dice la chica con la cara algo deprimida, y desprendiendo un ligero olor a tristeza.

— No te preocupes, ella suele actuar así — dice Merlina, indicando a ambas chicas, que era hora de ir a clases.

— Bueno, si Merlina lo dice, solo puedo creerte — Bianca comienza a caminar hacia el área adjunta donde sería su primera clase.

Mientras las chicas caminaban juntas por el pasillo, Enid se despide para entrar a su clase, despidiendo con una sonrisa a Merlina. La pelinegra ve entrar a la chica a su salón y cerrar la puerta.

— Parece que llegaste justo a tiempo — dice la morena, aún mirando hacia la puerta de aquel salón — Se que hace un tiempo que no hacemos esto juntos, pero será un placer volver a trabajar contigo — la chica se gira y mira hacia el suelo — resolvamos el misterio juntos....Dedos.
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Baby yo quiero darte la noche entera uhhhh 🤣🤣🤣

Bay bay 👋🤌🧐

Colmillos 🖤 Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora