Capitulo 34. Esclavitud

44.5K 3.2K 60
                                    

Ha pasado una semana desde que nos fuimos, gracias al cielo todavía tenemos gente dentro que nos es leal. Por ello sabemos que Luz se encuentra perfectamente, está con mi abuela y lo mejor de todo es que Sebastian no busca a una niña sino a un niño.

Agradezco esa estúpida tradición de que solo nacieran varones, aunque nosotros rompimos esa tradición el lo desconoce. Durante esta semana hemos estado recabando información.

Sobre todo quienes son los acompañantes de Sebastian, ellos tienen su total confianza por lo que averiguar cualquier debilidad puede sernos de mucha utilidad.

Nos estamos quedando en la casa de un duende, si y digo duende. Son reales no solo existen en los cuentos, pero no tienen nada que ver cómo nos los han descrito. Son personas un poquito más bajas de lo normal pero podrían pasar desapercibidos en el mundo humano y nadie sospecharía que se trata de un ser sobrenatural.

Gracias a la ayuda de Gideon hemos descubierto que el hombre alto que acompaña a Sebastian es un troll, pero no uno corriente sino que es una mezcla de humano y troll. Sabemos que proviene del norte pero hasta ahí llega nuestra información.

Sabemos que la mayor debilidad de un troll es la luz del sol, está los convierte en piedra. Pero este al ser mitad humano no debe afectarle de igual manera pero algo es algo.

La mujer sabemos que es una bruja, por la descripción que hemos dado para tratarse de una bruja que secuestraba niños. Esa información me hace sentir inquieta ya que mi hija está en el mismo lugar que esa señora. Lo único que no nos cuadra es que si trata de ella debería estar prisionera en un árbol.

Pero Gideon nos ha dicho que quizás Sebastian la pudo sacar, solo hay que ofrecer algo al lado oscuro y este te dará lo que le pides. Si es así que precio pudo pagar?

También le contamos a Gideon que la mate de Sebastian tiene un mate de segunda oportunidad, ellos no se llegaron a rechazar nunca y está claro que la diosa solo te concede uno nuevo en dos casos y no siempre. Cuando uno muere o cuando es rechazado sin motivo.

Eso fue una revelación para él, nos dijo que debíamos averiguar si portaba una marca negra en la palma izquierda de la mano. De ser así él había tenido que morir y la oscuridad apoderarse de él.

Bueno nuestros contactos estaban en ello, ahora sí de nuevo otro problema cómo matas a un muerto?

Caleb ha salido hace unas horas, por lo tanto me encuentro sola en esta casita, nadie sabría que se trata de una casa porque para acceder a ella tienes que atravesar un viejo roble.

Gideon también ha salido pero el me ha dicho algo de una vieja bruja, así que no se de qué puede tratarse.

Lo peor de todo es no poder hacer nada, me siento impotente y estúpida aquí metida. Escucho como unos pasos se acercan a la puerta, segundos después está se abre y aparece Gideon con una señora mayor. Un escalofrío recorre mi espalda.

Ella es la mujer que se llevó los años de vida de mi abuela, pero como puede estar aquí?

— Hola pequeña veo que sigues igual, quizás te pueda ayudar con...— dice tocando mi cabello.

— Se lo agradezco mucho pero no estoy dispuesta a cederle mis años de vida—

— Mmm... Es una pena—

— Lo siento señora pero no estoy muy cómoda con usted—

— Lo entiendo pero hay algo que debes saber... tú abuela solo tenía unos meses de vida, ella estaba enferma. Solo le ahorre el sufrimiento, no creas que soy tan cruel—

No se si sentirme mejor con esas palabras, he aprendido a base de golpes que uno no puede confiar en nadie nada más que sí mismo para sobrevivir.

— Te voy a hacer un regalo— dice mientras se acerca a mí y pone sus manos sobre mi cabeza, voy a responder que no es necesario pero algo me impide hablar y moverme.

Ella comienza a recitar unas palabras que causan en mi mucho dolor, me duele la cabeza y la boca, es un dolor casi insoportable. Siento que me voy a desmayar en cualquier momento.

— Ya está pequeña, puedes abrir los ojos, siento que haya sido doloroso pero cuando no hay un intercambio hay que sufrir un poco—

Un poco dice y he sentido que me moría, además yo no le pedido nada! Me levanto y voy al espejo que hay en la pared de la derecha. Abro mi boca y veo que todos mis dientes están en su sitio. Miró mi cabello y está completo no hay calvas, ni cicatrices incluso ahora está más largo. Esta señora me devuelto mi aspecto original por llamarlo de alguna manera.

Después de unas horas Caleb vuelve a casa, su cara no es la mejor de todas, por lo que se que no se tratan de buenas noticias.

— Las cosas no están bien en la Manada, efectivamente porta la marca negra en la mano y no solo eso es malo. Ha cambiado la organización de la Manada, ahora hay castas de nuevo y lo peor de todo es que hay esclavos, va a destruir todo y a todos. Todo es mi culpa he sido un pésimo Alfa no he sabido mantener mi puesto. Ahora eso va traer desgracias y sufrimientos...—

— No te puedes culpar ellos te embrujaron, no podías hacer nada. Caleb cual es la clase más baja de la Manada? —

— Son los omegas, ellos solo servían para engendrar o para servir. Pero hace más de trescientos años que nosotros no usamos ese sistema—

— Cómo se puede saber a qué clase perteneces?—

— Por el tamaño de tu lobo, cuanto más pequeño es, menor es tu clase social—

Esas palabras me preocupan, no recuerdo el tamaño de la loba de mi abuela, es más no recuerdo haber visto a mi abuela convertida en loba. Eso me hace sentir fatal, sin poder controlar mis emociones comienzo a llorar. Caleb se acerca y me abraza infundiendo calma en mi interior.

— Lo siento estoy preocupada por mi abuela y me siento culpable por no haber pensado también en toda la gente que hay allí.—

— Tu abuela y sus amigos están bien, Luz no podría estar en mejores manos. Por suerte ellos han resultado tener sangre beta, pero hay tantos otros que no han corrido la misma suerte.—

Seco mis lágrimas y me separo de Caleb, me pongo firme y tomó una decisión:

— Es el momento de buscar aliados, antes era solo un puesto, pero ahora se ha convertido en otra cosa peor, no podemos dejar a esa gente a su suerte como si no importarán—

Destinada al AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora