Diez años después...Si echo la vista atrás puedo decir que nada o poco queda de la Serenety que un día llegó aquí para el censo.
Tantas cosas han cambiado en mi, he tenido que crecer y cambiar a base de golpes en la mayoría de las ocasiones.
Hace años que las pesadillas desaparecieron y eso fue algo realmente bueno.
La Manada se integro en una sola, no era necesario tener dos en un mismo lugar, lo único es que aquí hay dos Alfas en vez de uno. Mi gente me considera su Alfa aunque le guardan lealtad a Caleb y a este lejos de enfadarle le agrada compartir más tiempo conmigo y delegar trabajo para estar con los niños.
El Alfa gruñón solo aparece en ocasiones y nunca con sus hijos a los cuales mima y consiente en exceso, pero ya estoy yo para poner límites.
Nuestra vida ahora es tranquila por decirlo de alguna manera, siempre hay algo que aparece para arruinar nuestra paz, pero que podemos solucionar gracias a la Diosa.
Después del rescate de los niños vivimos por unos años tranquilos, Caleb paso tiempo solo y aunque nunca me contó en que trabajaba más tarde lo descubrí y no de la mejor manera. Pero eso es algo que os contare en otra ocasión.
Hace unos meses recibí una carta de Austria, si soy sincera es una carta que jamás pensé recibir. Dudé mucho en abrirla pero si se trataba de problemas cuanto antes la hubiese abierto antes los podría resolver.
Cuando ví que la carta la remitía un administrador no pude evitar sentirme decepcionada, no sé pero una pequeña parte de mi esperaba que esos que portaban mi sangre, me pidiesen perdón. Perdón por haberme arrancando de mi vida y haberme regalado a ese maldito. Pero no, esa gente no ama a nadie, solo aman el poder y lo que este les puede ofrecer.
La carta decía que tras muchos años de búsqueda habían dado con mi localización, después de la muerte de... Han pasado más de diez años y aún no puedo decir su nombre. Supongo que hay heridas que no sanan nunca o lo hacen muy lentamente.
Su hermanastro se había quedado de administrador de sus bienes y empresas, pero este había fallecido en un trágico accidente, eso de accidente tiene muchas variantes pero no tenía ganas de investigar nada y menos si se trataba de esa gente.
El caso es que al no tener más familia ni descendencia la siguiente en heredar su fortuna era yo. Bueno eso que ellos supieran claro. Nos habíamos encargado bien de proteger y esconder al niño.
Nunca quise ni querré nada que viniese de esa persona, pero si había alguien que por derecho merecía ese dinero si es que lo quería claro.
Al principio Issa se mostró reacia y más si debía de volver a Austria, le expliqué que podíamos hacer todos los trámites desde aquí, solo tendría que vender las propiedades y los negocios y recibir el dinero para que mi niño, porque a ese niño lo amaba como si fuese de mi sangre. Una vez creciera hiciese lo que creyese oportuno con él. Y eso es lo que hizo.
Las cosas marchaban bien o eso al menos era lo que esperaba. Pero dados mis antecedentes de mala suerte había decidido vivir el día a día con plenitud.
****
Está mañana me siento un poco más cansada de lo normal, acabo de dejar a Luz y a Brian en el colegio y me dirijo hasta mi despacho. Hay cosas que necesito solucionar y ya las he dejado demasiado tiempo paradas por culpa de Caleb, hoy como ha salido de viaje he aprovechado para arreglarlo todo.
— Hola Issa como está todo por aquí? Siento no haber venido antes— hablo con Issa quitándome la chaqueta y avanzando hasta mi mesa.
— Serenety qué haces aquí? Sabes que en tu estado...—
— Paparruchas! Ya bastante tengo con Caleb para que tú también empieces con lo mismo— respondo y miro hacia abajo mi enorme vientre, este no me deja ver mucho más allá de él, hace más de un mes que deje de tener tobillos. Pero en fin a lo hecho pecho.
Cojo varias carpetas y me pongo a revisar los documentos, corrijo algunas cosas y doy el visto bueno.
Cojo la siguiente carpeta y la abro un pinchazo en mi abdomen hace que pierda el color sin poder evitarlo doy un pequeño grito.
— Ves porque no te dejo venir aquí! Serenety qué no me escuches a mi hasta es normal pero ni a los doctores les haces caso!— dice Caleb desde la puerta.
— No seas dramático, además solo ha sido un pinchazo, todavía no estoy a termino, aún faltan varias semanas para que nazcan— respondo intentando restarle importancia a sus palabras.
No quiero admitir que el pequeño dolor no ha sido tan pequeño y parece que vuelve a repetirse. Intento disimular pero soy muy mala con eso.
Antes de que hable Caleb está a mi lado con el móvil puesto en su oreja.
— Preparenlo todo Serenety ha entrado en labor de parto...—
Me ayuda a levantarme, apenas puedo caminar los dolores son intensos y más frecuentes.
— Caleb te juro que como no te operes no me vas a volver a tocar, mi próximo celo lo pasaré fuera de la Manada y hasta quizás con alguien con algo de más autocontrol...—
— No sigas por ahí! Cuando nazcan los cachorros iré a hacer eso...—
— Prométemelo! — grito al sentir de nuevo otra contracción.
— Está bien, lo prometo. Pero si sigues apretando así mi mano siento que la vas a romper—
— Y no sera lo único que rompa!—
Caleb baja la cabeza y soporta mi agarre, que se fastidie estamos otra vez así por su culpa.
Después de ocho horas mis pequeños están sobre mi pecho, son perfectos, el escaso cabello que poseen es tan claro que apenas si puede distinguirse.
— Creo que son iguales a su madre, ahora tendremos que hacer otras dos niñas para igualar...—
Le echo una mirada fulminante, el se echa a reír y al final yo rio con él.
— Dónde están mis protegidos!— dice Black entrando en la habitación.
— Querrás decir tus consentidos— dice Caleb de mala gana.
Estos dos no van a cambiar, en público se comportan como niños pero yo sé que son los mejores amigos y los mejores aliados.
Capitulo extra: la caída de un rey...
Hay tendrán las respuestas al último capítulo.
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Destinada al Alfa
WerewolfSerenety Moore vive una vida tranquila junto a su abuela. Hace casi diez años sus padres murieron en el ataque a la Manada. Desde entonces vive a las afueras con su abuela. Su vida es tranquila no se relaciona con nadie de su raza, ella estudia y t...