Capitulo especial: Isabella mayoría de edad

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🔥🌡️

— Serenety estoy nerviosa, sabes que día es hoy?—

— Claro que lo sé, es tu cumpleaños. Cómo crees que podría olvidarlo—

— No me refiero a eso, es solo que Fede dijo...— digo ligeramente avergonzada.

— Issa, no te va obligar a nada y menos te va exigir que pase...—

— Lo se, me ha esperado mucho tiempo y quiero que pase pero tengo miedo— respondo antes de que termine la frase.

— Cuando es tu celo, el año pasado lo pasaste en mi casa por lo que debería ser...— dice mientras cuenta con los dedos.

— Está noche o mañana debería llegar...—

— Está bien, me llevaré a mi ahijado durante tres días, este celo lo vas a pasar en casa. Si no quieres que te pase como a mí, dile que se proteja—

Las palabras de Serenety hacen que me sonroje, antes de marcharse me da una bolsa y me pide que no la abra hasta la noche.

La tarde pasa demasiado despacio, los minutos parecen horas. He preparado una cena romántica, espero que Fede este feliz con mi gesto.

Cuando falta media hora para que Fede llegue a casa, abro la bolsa que me dio Serenety. En ella hay un vestido y un conjunto de lencería, además tiene una nota:

Feliz cumpleaños hermana, disfruta de tu noche especial, no sientas remilgos. Fede te quiere de verdad.

Con amor Serenety.

Doy un suspiro y me armo de valor, me coloco la ropa y bajo por las escaleras justo cuando la puerta se abre.

— Creo que he muerto y estoy en el cielo— dice Fede acercándose a mí y dejando un suave beso en mis labios.

— Vamos he preparado tu comida preferida—

Cojo su mano y lo llevo hasta la sala, está está iluminada por velas y al fondo suena una música ligera.

— Creo que la cumpleañera eres tú y el agasajado soy yo?—

Sonrió y comienzo a servir la cena, a medida que pasan los minutos el calor se hace más notable en mi cuerpo, esperaba que se retrasará un poco pero no es así.

— Issa, esto es buenísimo, gracias eres maravillosa— dice dejando el contenido del plato vacío.

Voy a por el postre y el está levantando de la silla inquieto.

— Issa me tengo que ir...—

— Por qué? Pasa algo con la Manada, te llamaron?—

— No, no es eso. Tú celo está empezando, si me quedo aquí no me podré controlar—

— Mmm...— me armo de valor y dejó caer mi vestido al suelo, me siento avergonzada por quedarme así delante de él. La ropa deja demasiado a la vista.

— Issa estás loca— dice Fede echando un paso hacia atrás con los ojos brillantes.

— Quiero que pasemos mi celo juntos, claro si tú quieres— respondo avergonzada y comenzando a sudar, el calor de mis venas cada vez es más insoportable. Mi último celo no lo pasé mal. Serenety me puso unos inhibidores y fue tranquilo.

— Estaría loco si dijera que no, pero no quiero que vuelvan los recuerdos negativos—

— Tranquilo, tú no eres él—

Esas palabras son suficientes para que Fede se acerque hasta mi, comienza a quitar el fino camisón que me cubre, cierro los ojos intentando concentrarme solo en él. Era él, era Fede y nadie más.

— Estás segura? Por ti esperaría miles de años—

— Si— respondí firme aunque un poco avergonzada.

El me cuido, cuando más rota estaba. Acepto a mi hijo cómo si fuese suyo propio. La diosa no pudo darme a nadie mejor para compartir mi vida.

— Te amo, eres perfecta— dijo suavemente sobre mi oído.

Una sensación de calor arrasó todo mi interior. Volvió a besarme está vez de manera más exigente. Su lengua encontró la mía y un gemido salió de mi garganta.

Mi corazón se acelera cuando Fede se desnuda por completo y siento su miembro entre mis muslos. Sus besos bajan por mi cuello, sus manos acarician mi pechos para descender a mi intimidad. Su boca se cierra en uno de mis pechos, jadeo cuando uno de sus dedos explora mi interior. Se que estoy muy mojada puedo sentir la humedad en mis muslos.

— Fede...— digo cuando esté abre mis piernas enterrando su cabeza en medio de estás nunca antes había sentido algo así, su lengua se mueve estimulando todo mi ser. Mi cuerpo se contrae mientras mis manos agarran fuerte las sábanas, ahora mismo no recuerdo el momento en el que llegamos aquí. Sin poder evitarlo suelto un grito de placer. Nunca antes había experimentado está sensación.

— Qué ha pasado?— pregunté entre curiosa y avergonzada.

— Es el primero de los orgasmos que te daré estos tres días—

Apenas mi respiración se ha llegado a normalizar cuando Fede vuelve a acariciar está zona. Me muevo un poco inquieta.

— Estás sensible y lista para recibirme amor— dice y deja un beso casto sobre mis labios.

Separa mis piernas con las suyas, coge mis manos y las coloca sobre mi cabeza, da un pequeño impulso entrenado lentamente en mi interior. Esto se siente tan diferente. Me siento querida y amada, esto me hace sentir como si de verdad fuese mi primera vez.

Deje de pensar deje que mi cuerpo se llenará de las nuevas sensaciones que Fede me producía. Lo sentía moverse en mi interior primero lento y después rápido. No había nada más solo estábamos el y yo.

— Estás bien?— pregunto preocupado.

— Nunca he estado mejor—

Sus embestidas aumentan considerablemente, sientiendolo en lo
más profundo de mi ser. De nuevo un nudo comienza a formarse en mi interior.

Coloca las manos sobre mis caderas, levantandolas levemente, gimo con fuerza me pierdo en las oleadas de placer que mi compañero me proporciona, noto un pinchazo cerca de mi clavícula y el placer crece en intensidad.

Me acaba de marcar como suya.

Mi respiración es agitada, nunca antes me había sentido tan cansada, Fede continua con su vaivén un poco más, hasta que cae desplomado sobre mi cuerpo. Cierro los ojos y acarició su pelo.

— Te amo Issa pero aún no acabo contigo, tengo tres días por delante para hacerte mía una y otra vez.—

Y los tres días pasaron, llenándonos de amor y pasión y fue en ese justo momento en el que recordé la palabras de Serenety.

Si no quieres que te pase como a mí, dile que se proteja.

Fede no nos hemos cuidado— digo en tono de reproche.

— Mmm... Tienes razón, no tenía protección, no esperaba que esto fuese a pasar. Además quiero un montón de cachorros por aquí—

Le lanzó una mirada enfadada pero eso solo consigue hacerle reír, me coge en brazos y me besa.

Nunca pude imaginar que pudiese volver a ser feliz después de aquello, y menos que me sintiera amada pero gracias a la diosa tengo todo lo que necesito en esta vida.

Destinada al AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora