Capitulo 18. Esmboscada

84.6K 5.9K 185
                                    


Demasiada información para procesar, descubrir que mi padre fingió su propia muerte, que mi madre fue asesinada por él, que realmente no eran mis padres, y... es más que probable que fuera una niña robada. Y si esto no es suficiente alguien me está buscando y no sé si para acabar conmigo de una vez o con otras intenciones. Esto me está volviendo loca!

Al menos mi relación con este hombre parece que está mejorando. Hoy vuelvo a los entrenamientos y por una vez en la vida, no voy obligada. Saber que alguien igual quiere que desaparezca y no de manera temporal, hace que me replantee muchas cosas.

Me he levantado más temprano de lo habitual, salgo a la calle y comienzo a correr, prefiero ir corriendo, no tengo casi resistencia por lo que tengo que desarrollarla. Cómo soy una tortuga he salido de casa con una hora de antelación. Espero que no se vuelva loco al no verme, le he dejado una nota al lado de su desayuno.

Un rato después me adentro en el bosque, estoy agotada por lo que ahora no corro sino que troto. Me detengo y me apoyo en un árbol, saco la botella de agua de la mochila y doy un largo trago. La cierro y me dispongo a guardarla cuando escucho una rama al ser pisada, eso hace que me ponga en alerta, observo con cuidado y en silencio. No veo nada extraño, supongo que debo estar paranoica... Sé que este loco ha redoblado los guardias, no he querido discutir con él y por lo tanto me lo he guardado. Pero saberlo, claro que lo sé.

Me dispongo a seguir corriendo cuando un lobo de ojos violetas y pelaje canela me escruta con la mirada. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

Doy un paso atrás y me doy cuenta de que hay otros dos lobos a mi espalda.

Creo que no hay escapatoria, igual está es la última vez que vuelvo a respirar...

** No sé si me escuchas, estoy en el bosque cerca de la zona de entrenamiento, no estoy sola ellos me han encontrado**

** Gruuu..., Porque haces las cosas tan difíciles, Serenety intenta ganar tiempo, no cometas una locura por favor**

Suelto la mochila en intento transformarme esperando ganar algo de tiempo con eso, mi loba es mucho más fuerte y rápida que yo.

No lo consigo, antes de hacerlo el lobo de ojos violetas se abalanza sobre mi, caigo al suelo, en la caída me golpeó la cabeza, un líquido caliente recorre mi frente, me duele la cabeza, me siento muy mareada, después de eso todo es oscuridad...

****

— No dijiste que solo dormiría unas horas Carlos? Lleva ya un día así, no le inyectarias más de la dosis que te recomendé?—

— Walburga, no claro que no. Será por la conmoción. El doctor ha dicho que no tardará en despertar—

— Es necesario tenerla atada?—

— Si, mamá y papá deben estar al llegar, vamos, ya sabes que debemos bajar a recibirlos—

****

Oh Diosa! Me va a explotar la cabeza, intento levantar el brazo para llevarme la mano a la cabeza y me doy cuenta de que estoy atada.

Un ataque de pánico me recorre, estoy tumbada en una cama con dosel, la habitación parece sacada de un cuento de los hermanos Grimm. Esto no puede ser real, intento hacer memoria de lo ocurrido, estaba en el bosque, me dirigía hacia el entrenamiento, hice una parada, escuché algo y... no sé... todo está borroso, Serenety por favor esfuérzate me dijo a mi misma con frustración.

— Ojos violetas...—

— Qué bien ya te has despertado— dice una chica rubia y de cabello rizado, extrañamente su rostro me resulta familiar.

No contestó me quedo callada y observo la situación, aunque Caleb diga que no lo escucho, no es así, si que lo hago. Se que tengo que evaluar mis opciones y estar atenta a los detalles. De eso depende mi supervivencia y mi plan de escape.

— Soy tú hermana mayor, mi nombre es...—

— Walburga! No tenías que decírselo así. Recuerda que ella era un bebé cuando nos la arrebataron, para ella somos unos desconocidos— dice una señora muy parecida a la chica rubia.

— Sofía te vamos a desatar, aquí no corres peligro. Ahora estas en casa— responde un segundo después  un hombre a su espalda, para después acercarse y quitarme las correas de las muñecas.

Todos me miran expectantes esperando a mi respuesta o reacción.

— Cómo, ustedes han dicho, no los conozco! Mi nombre es Serenety Moore no Sofía... —

— Tú nombre es Sofía, yo mismo lo elegí cuando naciste!— dice un hombre muy parecido al señor que me ha desatado.

— No voy a discutir por eso en estos momentos, solo se qué me han traído aquí en contra de mi voluntad y quiero marcharme a mi casa, Caleb debe estar destrozando la Manada—

— Quién es Caleb? No te habrá mancillado, ese si sería un problema para el Duque —

— Jorge! Calla por Dios, estás hablando demasiado— dice esa señora levantando la voz.

— Eilika, que más da, tarde o temprano él vendrá a por ella, lo hecho, hecho está—

— Perdón? No me voy a ir con nadie porque ya tengo pareja, tengo a mi mate, y no tardará en venir a buscarme...—

— Nosotros no creemos en los mates, ni en las marcas. Si lo encontramos lo rechazamos, solo nos emparentamos entre nosotros, pero no con nuestros hermanos, claro! sino con primos en diferentes grados de consanguinidad, Sofía— responde la chica con el nombre extraño.

Esto no me va a llevar a ningún lado, por lo que me doy la vuelta en la cama y me quedo mirando a la ventana.

Algunos minutos después ellos abandonan la habitación, los escucho decir que solo necesito conocerlos y aceptar quien soy.

Pienso en Caleb, intento usar el enlace pero debo de estar muy lejos, a estas alturas estoy comenzando a pensar que estoy fuera del país. Una lágrima traicionera se escapa de mis ojos.

La puerta se abre, cierro mis ojos con fuerza. Intentando parecer dormida.

— Mi pequeña, se que estás despierta y puedes oírme— dice una voz dulce a mi lado.

Abro los ojos y la observó con atención, es una señora mayor, su pelo es plateado y sus ojos son azules como el océano. Su mirada me transmite paz y seguridad.

— Veo que todos mis esfuerzos por protegerte y alejarte de ellos no han servido de mucho. Al final ellos te han encontrado...— dice afligida.

Me siento en la cama de golpe, ella es la que me separo de mi "familia". Pero por qué me lo cuenta?

— Hay mucho que debes saber, yo soy María Teresa Zvonimir de Habsburgo, soy tú abuela..—

Destinada al AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora