•¿𝑸𝒖𝒊é𝒏 𝒆𝒔 𝒆𝒍𝒍𝒂?• [𝒀𝒂𝒏𝒈 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒘𝒐𝒏]

•Episodio 21•

—Bien creo que eso es todo, recuerda tomar tu pastilla para el dolor cada semana— dijo la doctora una vez terminaba de poner la última curita en la parte de mi brazo derecho.

Estaba llena de moretones y llena de curitas en la cara y cuerpo.

Pronto salí y vi a los chicos.

—¿ Y Jungwon?—fue lo primero que dije.

—Esta estable— dijo Heeseung.

—Lograron detener el sangrado fue por un mal golpe, y nada esta roto, solo son golpes— dijo Jay.

Un alivio sentí al escuchar eso.

—So-min, su madre quiere saber lo que pasó, pero ni nosotros sabemos eso— dijo Jake.

—Le dijimos que te habías vuelto nuestra amiga y la de él y que te defendió por eso— dijo Sunghoon.

—Si pregunta, dices lo mismo—dijo Ni-ki.

Los chicos me acompañaron a la habitación de Jungwon y vi a una señora hablando con el doctor, supuse que era su madre.

—Gracias Doctor— dijo para luego vernos a nosotros.

—Le dan de alta en tres días— dijo ella.

Sentí ese alivio.

—¿Ella es?— preguntó.

—Oh lo siento, soy Jung So-min, amiga de Jungwon— dije haciendo una reverencia.

—Soy la madre de Jungwon, tranquila veo que estas herida, no te inclines— dijo la señora sonriendo.

—¿Puedo pasar a verlo?—pregunté.

—Si claro— dijo la señora.

Entonces pasé pero pude escuchar como aquella señora decía.

—Vamos, ustedes deben tener hambre— asomé mi cabeza y vi como los chicos se iban con la señora.

Es buena persona pensé.

Cuando entré estaba dormido y me senté a su lado y tomé su mano.

Pronto sentí que aprentó mi pequeña manito y sus ojos se iban abriendo.

—¿Estoy en el cielo?— dijo él.

—Al cielo casi te vas— dije riendo.

—So-min intentaba ser cursi—
dijo riendo.

—Si, lo que digas Jungwon.—

—Perdón— dijo de la nada.

—¿Por?—

—Te hicieron daño por mi culpa y no estuve para protegerte— dijo él.

—No es tu culpa, la gente es muy inmadura hoy en día—dije.

—Al primer idiota que se te acerque a intentarte hacerte daño te juro y va a ser ese el que se va a ir al cielo— dijo enojado.

Yo solo reí.

—¿De que te ríes?— dijo.

—Pareces un pequeño gatito enojado— dije.

—So-min, te ves tan linda cuando sonríes— dijo mirándome a los ojos.

Solo me quedé mirándolo.

Los días pasaban, ambos estábamos en recuperación y yo más en preocupación.

¿Cómo pagaría los gastos?

Ambos seríamos dados de alta hoy pero no tengo para pagar, solo que no le demostraba aquella preocupación.