𝗰𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼 - 𝗉𝗋𝗂𝗆𝖾𝗋𝖺 𝗌𝖺𝗅𝗍𝖺𝖽𝗈𝗋𝖺

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Abro mis ojos deseando despertar en mi casa, pero sigo despertando en el edificio de los veraces, han sido dieciséis años en este mundo y aún sueño con despertar en mi casa. Todo aquí es blanco y negro es triste, no tanto como el gris de los abnegados, pero si triste al no poder usarse más colores. Recuerdo que cuando leí el libro y vi las películas decía: Yo en su lugar hubiese hecho esto o yo habría actuado así. Ahora que estoy aquí no sé qué haré en realidad, la protagonista es la que mueve este mundo y yo soy solo un extra que ni siquiera aparece en el libro o películas, eso creo, porque mi memoria no es fotográfica y no recuerdo todos los detalles.

—Grace, ven un minuto.

Me levanto y está vez visto un pijama negro, el pantalón me llega un poco más abajo de las rodillas y la camisa es larga, más allá de mi cintura. Mi madre aquí es una mujer hermosa, de cabello castaño oscuro y ojos cafés, se llama Lilian y participa muy activamente con el líder veraz Jack Kang—. Cariño, hoy es la elección, y solo queremos decirte que te amamos y te estaremos esperando junto a un pastel —Dice sonriente, sonrío igual, ella siempre creyó que yo sería una veraz, ni siquiera se ha preocupado.

—Gracias, yo lo estaré esperando —digo y ella me abraza, cuando me vaya a osadía, ella no me hablara más, porque aquí se valora la frase de: facción antes que la sangre.




Nos adentramos a una sala dentro de un edificio en centro de la ciudad, hay cinco tribunas y en cada una se posicionan los miembros de cada facción, abnegación está al fondo, junto a estos; cordialidad, después erudición, verdad (donde estoy sentada ahora) y junto a esta viene osadía. Estoy en la quinta fila, contando desde abajo hacia arriba, y veo a la rubia que matará y someterá a dos facciones completas; Jeanine Matthews.

Como te odio rubia. Puedo olvidar muchos detalles de la historia, pero a ti nunca.

La ceremonia comienza y Jeanine habla— El sistema de facciones es algo vivo compuesto por células —sonríe al girarse a ver a todos—, que son ustedes, y la única manera de que sobreviva y crezca es que cada uno tome su lugar correspondiente —alza su mirar con grandeza—. El futuro pertenece a aquellos que saben cuál es su lugar —termina su discurso y los eruditos la observan con admiración, es verdad que da buenos discursos, pero no olvido lo que hará.

Jeanine se va y otro sube en su lugar, viste de gris, un hombre de semblante duro, pero su hablar es suave, su voz parece forzada a serlo, quizás intenta agradar a las personas, entonces me acerco con cautela a mi hermana que está a mi lado— ¿Quién es? —le pregunté ella siempre le ha gustado investigar y saber cosas ocultas, una verdadera erudita desde pequeña, increíble.

—Marcus Eaton, el líder que dirige abnegación y el gobierno— cuando dice aquello, agua fría cae sobre mí, y el balde que la tenía cae igual, tapando mi cabeza, siento que solo falta alguien que me golpee como piñata por ser tan idiota ¡cómo puedo olvidar el rostro del desgraciado que abusó de Tobias!

Mi rostro y postura demostraban que escuchaba cada palabra de Marcus, pero mi interior maldecía incluso en lenguas extintas e inventadas, no lo podía soportar, me daban ganas de darle bofetadas hasta que me estremeció la respuesta de todos los presentes diciendo—: Facción antes que sangre.

—Facción-sangre... Eso mismo —susurro al asentir y fingir que dije lo mismo que todos. Marcus comienza a nombrar a las personas y estos avanzan, toman un cuchillo, cortan un poco su palma y vierten las gotas de sangre en uno de los cinco cuencos que hay, entonces dice su facción y todos aplauden, es así hasta que escucho mi nombre.

Me levanto y camino escaleras abajo, después subo a la plataforma donde están los cuencos y tomo el cuchillo, estoy dándole la espalda a todos, pero aun así siento sus miradas en mí.

𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄 ━━ 𝖣𝗂𝗏𝖾𝗋𝗀𝖾𝗇𝗍𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora