𝗼𝗰𝗵𝗼 - 𝗋𝖾𝖻𝖾𝗅𝖽𝖾

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Nos vestimos y esta vez no hacemos la rutina diaria, más bien Cuatro nos hace subir a un tren—. En osadía peleamos para proteger todas las vidas dentro de la valla, por eso los entrenamos así, para que jamás se rindan —nuestros ojos se encuentran y los desvío sin querer, cuando vuelvo a verlo él observa a Tris y después a los demás—, y para saber quién tiene agallas.

El tren se detiene, por primera vez lo veo detenerse y la razón es que llegamos a la frontera, a la valla que nos separa del mundo exterior, intentó recordar qué había allá afuera, recuerdo que había más gente, pero hay lagunas en mi mente, mis notas están en mi antigua casa y no me las traje, no me dejaron traerme nada.

Subimos unas escaleras que conectan al gran muro de concreto, llegamos a una altura de unos tres pisos, desde aquí podemos ver el gran campo que cordialidad trabaja, el lugar donde ellos sacan los alimentos— ¿Qué hay allá? —pregunta Tris.

—Monstruos —dice Chris al sonreír, igualmente sonrió, es una historia inventada en verdad para asustar a los niños.

—Granjas de Cordialidad —dice Al.

—No, ya sé, me refiero a más allá —recalca Tris.

—Lugares que nunca se recuperaron —Dice Will.

Frunzo el entrecejo, estamos en Chicago, es un punto en comparación al mundo entero ¿ellos en verdad creen que no hay nada más allá?

Tris se gira para ver a Cuatro— ¿tú sabes?

—Construyeron esa valla por una razón —dice Cuatro.

—Para encerrarnos —digo casi en un murmullo, Tris aparentemente fue la única que me escuchó, pero no me preguntó nada. Después de ver el trabajo de los osados en la valla nos regresamos a la base de osadía, ahora había qué montar un tren qué iba en dirección al centro de la ciudad, así que había que saltarlo, Cuatro abrió la puerta y se colgó del borde, exactamente en un escalón qué hay, todos estaban ingresando cuando vi la mano de Cuatro inclinada a mí, la sujete sin pensar y él de un empujón me ingresó al tren, estando dentro aun teníamos nuestros antebrazos sujetados, pero los soltamos tras escuchar las quejas de Al cuando ingresó al vagón.




El ruido de los cuchillos contra el tablero de madera resonaba a nuestro alrededor, Eric nos observaba a distancia mientras Cuatro parecía simplemente ver los cuchillos sobre la mesa que tenía junto a él, los cuchillos tenían un equilibrio medio, por lo cual podías tenerlo en tu dedo y no caería, esto igual me lo comentó mi padre de mi otra vida, me decía que le habían enseñado a usarlos y le encantaban, sentía el peso del cuchillo y lo sujetaba de la parte baja, moviendo mi brazo hacia atrás lancé el cuchillo y este se enterró en el hombro del sujeto dibujado en el tablero de madera, tomé otro cuchillo y volví a sentir el peso, ahora me concentré en mirar el centro y lancé el cuchillo, esta vez estuvo cerca del centro, sonreí ante ese logro.

—Eres buena en esto —dijo Chris a Tris, observé su tablero y efectivamente tenía muy buena puntería, antes de que pudiese hablar escuche un cuchillo caer al suelo, todos quedamos en silencio un segundo.

—Eso fue patético —dijo Eric al estar junto a Al, vi hacia atrás y Cuatro se cruzó de brazos, ahora estaba apoyado en la mesa mientras observaba la escena. Todos seguimos lanzando los cuchillos cuando se escuchó la voz de Eric nuevamente—. Recógelo —Al habló algo con Eric y éste gritó— ¡dejen de lanzar! —Eric observaba a Al—. Ponte a delante.

Mientras Al avanzaba al tablero sentía el pánico venir a mí, recuerdo esta escena, la protagonista se mostrará desafiante ante Eric y Cuatro sólo le herirá un poco la oreja, nada malo sucederá.

Nada malo ¿no?

—Cuatro, ven a darme una mano —dice Eric, Cuatro baja su mirar, quizás pensando en irse a tomar unas largas vacaciones, pero aun así sonríe algo forzado al ver a Al—, vas a pararte ahí mientras él lanza esos cuchillos, si te veo respingar, quedas fuera —observo a Tris, pero siento que su mirar no es el de alguien que va a interceder y reemplazar a Al en el tablero, frunzo el entrecejo—. Algo que aprenderás aquí es que las ordenes, no son opcionales —veo como Cuatro comienza a acomodar los cuchillos qué usará, da unos pasos y se posiciona a la distancia donde estamos todos, inhala y mueve su hombro para soltarse al lanzar, observó a Tris y ésta no dice nada, más bien baja su mirar y aprieta sus manos; como toda una abnegada.

𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄 ━━ 𝖣𝗂𝗏𝖾𝗋𝗀𝖾𝗇𝗍𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora