𝘀𝗲𝗶𝘀 - 𝗂𝗋𝖺

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Un ruido metálico resuena, las luces se prenden y doy un sobresalto, al levantar mi cabeza escucho su voz— Quiero a todos en el Pozo, dos minutos —dice Cuatro antes de irse, doy un suspiro y me levanto, me pongo la ropa que me dieron ayer y lavo mi rostro, entonces todos nos apresuramos en llegar hasta la parte baja del Pozo, ahí se ve a Cuatro y detrás a Eric, quien está sentado en un pilar caído—. Hay dos etapas de entrenamiento —dice Cuarto al acercarse a nosotros—, la primera es física, forzara sus cuerpos al límite para dominar todo tipo de combate, la segunda es mental, nuevamente hasta el límite, enfrentarán sus miedos y los conquistarán, a menos que éstos los venzan primero —Cuatro nos observa y se pasea frente a nosotros, de un lado a otro—. Entrenarán separados de los nacidos en osadía, pero serán clasificados juntos, después de la iniciación su clasificación determinará que puestos pueden tener; ser líder, cuidar la valla o evitar peleas entre los abandonados.

—La clasificación dictará quien se queda —frunzo el entrecejo y observó a Eric, se me había olvidado de que esto era vida o muerte—, al final de cada etapa, los que tengan baja calificación nos dejarán.

—¿Y qué harán? —pregunta Al.

—No pueden volver con sus familias así que quedarían abandonados —Eric nos observa a todos y siento como mi presión baja, mis manos se vuelven frías y mi corazón retumba en mis oídos.

—¿Por qué no nos había dicho? —pregunta Will.

—Nueva regla —dice Eric, parece disfrutar esto.

—¿Nueva regla? debieron habérnoslo dicho —dice Chris.

—¿Por qué? —La interrumpe Eric— ¿Habrías elegido otra facción, por miedo? —se supone que es pregunta, pero parecía afirmación, somo si buscase cobardes en el grupo—. Si ese es el caso, mejor te vas ahora, si son osados no les importará la posibilidad de fallar, ustedes nos eligieron, ahora elegimos nosotros —sin pensar alzo mi mano empuñada a mi boca y la muerdo, este chico es lindo, pero es un psicópata de primera, dejo en paz mi mano y veo que tiene unas marcas de mis dientes, levanto la vista y noto como Cuatro me ve frunciendo el entrecejo, sonrío nerviosa.

Después de más palabras y explicaciones comenzamos una rutina diaria, que iba de correr a primera hora, hacer flexiones, ver a Cuatro enseñándonos la postura correcta y formas de pelear, elegir un compañero para entrenar ocupando nuestros antebrazos y luchar contra una bolsa grande de box, así pasó la primera semana, mis brazos estaban llenos de hematomas morados y verdes, mis piernas dolían al mínimo movimiento y mi pulso se había puesto algo inestable, aun así sentía que podía seguir soportando, dos días a la semana entrenábamos con armas en la azotea, Cuatro nos enseñó como disparar y todos teníamos que copiarlo, el poner la culata en la clavícula, sostener el arma con la otra mano y estar preparada para ponerle o quitarle el seguro, sentir el gatillo con el dedo índice, apuntar, inhalar, seguir apuntando, exhalar, disparar. El leve movimiento del arma moviéndose y la bala atravesando al blanco frente a nosotros.

Nuevamente correr detrás de Cuatro, porque alcanzarlo significaría tener múltiples calambres. Cuatro se detiene junto a un grupo de osados, estos observan a varios abandonados— ¿Qué ocurre? —pregunta Cuatro al detenerse, aprovecho de inclinarme y sostenerme de mis piernas, mi corazón late mucho y estoy sudando demasiado.

—Abandonados —responde el osado, me levanto y suspiro—, no están haciendo nada.

—Estirada, esa es tu nueva familia —dice Peter a Tris, me río por lo bajo al recordar que ella es la protagonista y al final se quedará en osadía.

—Ay Peter, no sabes cuando callarte —le digo al tocar su hombro, antes de que me responda Cuatro nos ordena seguir la ruta, lo seguimos y ya nadie habla hasta llegar al lugar de entrenamiento. Hacemos el entrenamiento de posición, donde chocamos nuestros antebrazos simulando la buena posición para bloquear y atacar, al menos esto es más relajante que correr.

—Primera saltadora —escucho la voz de Eric y me detengo, lo observó y veo a Tris a distancia—, al cuadrilátero, última saltadora, es hora de pelear —pensé en Tris al escuchar primera saltadora, pero cuando vi la mirada de Eric sobre mí sentí un escalofrío.

Mierd-

Verdad que yo salté primero.

—Voy —digo, camino a una plataforma elevada unos treinta centímetros, no llevo zapatos, en esta área no suele usarse mucho, llevo unos pantalones que me llegan hasta los tobillos, una camiseta negra de manga corta y mi cabello trenzado, es la única forma de entrenar sin que me estorbe, es eso o cortarlo y eso jamás pasará. Al estar arriba de la plataforma veo a Molly, es la última chica que saltó; la de cabello rojizo, es amiga de Peter y pocas veces (por no decir nunca) hablamos.

—¿Cuánto dura la pelea? —pregunta Molly a Eric, este responde—: Hasta que alguien no pueda seguir.

Veo de inmediato como Cuatro se apresura a hablar— O que alguien conceda.

—Según las viejas reglas —dice Eric, parece que siempre le discute a Cuatro—. Nueva regla: nadie concede —Cuatro observa a Eric y le susurra algo, pero parece no servir, pues Eric dice en voz alta y áspera—: Se les calificará, peleen duro.

Molly se posiciona para pelear poniéndose de lado, observándome y ocupando sus brazos sobre su pecho, listos para usarlos, yo la observó unos instantes, ella avanza y yo retrocedo, formamos un círculo andante.

Noto cómo se acerca a mi veloz lanzándome el primer golpe, me inclino hacia atrás y casi pierdo el equilibro, gracias a esa acción veo como Molly descuida su costado izquierdo, empuño mi mano derecha con el pulgar fuera, retrocedo el brazo y lo choco contra el costado de la chica, justo donde deberían estar sus últimas cosillas, ella retrocede y se queja, pero después gruñe y se gira veloz para golpearme en la oreja, me muevo y su golpe termina siendo una cachetada, con sus uñas quizás me produce una herida en mi pómulo izquierdo porque logro ver algo rojizo, entonces vino otro golpe en el mismo lado, esta vez un puñetazo.

Molly retrocedió unos pasos, me levanté como pude del suelo y cuando ella observó a Eric creyendo haber ganado yo doy unos fuertes pasos hacia delante, salto y entierro mi rodilla en el abdomen de Molly, esta retrocede y me apresuró en seguir corriendo donde ella, mi padre (el de mi vida pasada) era un ex militar, me enseñó que hay tres puntos débiles en las personas, la entrepierna, la boca del estómago o triángulo como él le decía y el cuello.

Él me dijo igual que si me encontraba en una pelea ocupará mi ira para atacar, la adrenalina hará el resto.

Mi rostro está adormecido, siento la carne caliente, y sólo me dejó llevar, una patada va dirigida a su entrepierna, cuando se inclina un puñetazo va a su triángulo y cuando retrocede golpeó su cuello, ella cae y me subo encima para seguir pegándole cuando una mano me sostiene el brazo y me hace retroceder, mi respiración es agitada, mi cabello se desordenó tanto que está casi suelto y Molly se abraza en el suelo.

—Suficiente ¿Qué te sucede? —veo a Cuatro sosteniéndome del brazo, su entrecejo está fruncido, su voz sale entremedio de sus dientes, se ve muy enojado. Eric da un aplauso y sonríe casi por malicia.

—Buena pelea, no sabía que los veraces se defendían así —dice, entonces vuelvo a ver a Molly y siento como mi corazón se estruja.

—Lo siento —susurro, cuando Cuatro escucha eso me suelta, siento que suspira, algunos ayudan a Molly y le ponen bolsas de gel congeladas en donde recibió los golpes, Cuatro me da una para mi mejilla, recién recuerdo que fui golpeada.

—Bien, chicos, por acá —dice Eric, este avanza unos pasos a una pantalla y entonces comienzan a aparecer nuestros nombres, junto a un número y los más bajos están en rojo— ¿Saben lo que es esto? Es su vida —dice Eric—. Los calificamos a diario, si están en rojo al final de la primera etapa, están fuera —hay treinta y tres personas en el tablero, solo veintiuno se salvan de la línea roja, los otros doce están en estado crítico, busco mi nombre y está en el número dieciocho, exhalo aliviada. 

𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄 ━━ 𝖣𝗂𝗏𝖾𝗋𝗀𝖾𝗇𝗍𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora