𝗼𝗻𝗰𝗲 - 𝗌𝖾𝗀𝗎𝗇𝖽𝖺 𝖾𝗍𝖺𝗉𝖺

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Pasó un día completo, por primera vez descansamos, pero solo es porque la primera etapa terminó, Max (el líder de osadía) dará el discurso de quienes entran y quienes se van, algunos están nerviosos por los nuevos resultados, todo cambio con el último enfrentamiento contra Eric. Al llegar la noche comienzo a caminar junto a todos los iniciados y demás, todos vamos a una misma dirección; los comedores.

—Grecia —escucho mi nombre, veo a Cuatro quien deja a unos amigos y se acerca a mí, no lo vi desde el beso en la noria, sonrió algo nerviosa—. Hola —me dice al estar cerca, sonrío inconscientemente.

—Hola —le respondo.

—Yo, quiero decirte que lo hiciste muy bien ayer —alzo una ceja cuando recuerdo el beso—, me refiero a la bandera —bajo la ceja y esta vez aprieto mis labios—. No es que no lo hayas echo bien en lo otro, es solo que —Cuatro se pone nervioso y yo río.

—Cuatro, está bien, lo entiendo —le digo, puedo ver como su rostro se vuelve algo serio al escucharme, no sé por qué, lo sentí algo triste.

—Mejor ve con tus amigos, van a dar los resultados —dice a verme por última vez e irse de regreso con sus amigos, sonrió algo boba por lo de ayer, pero aún estoy desconcertada por lo de recién, voy a la mesa donde Chris y los demás están sentados, Max nos hace callar y habla desde el segundo piso.

—Sí estas sobre la línea roja, pasarás a la segunda etapa, si estas por debajo no perderemos más tiempo contigo —Dice, entonces apunta a una pantalla y ahí comienzan a aparecer los nombres y números-sus posiciones.

Uno - Edward, no me sorprende.

Dos - Peter, tampoco me sorprende.

A ver

Siete - Will, bien hecho.

Ocho - Grecia ¡sí! Logré pasar.

A ver

Nueve - Chris

Más abajo

Veinte Tris

Veintiuno Al.

Ay Dios, que alivio.





Estamos en una habitación que parece una sala de espera para ver al dentista, hay sillas grises una al lado de otra, estoy sentada junto a Chris y Tris quien no deja de mover su pierna nerviosa, iba a decirle que se calmara cuando la puerta se abre, dos osados toman de los brazos a Molly y se la llevan, ella parece están en un shock algo perturbador, no deja de temblar y tiene su mirada perdida.

—¿Qué le hicieron? —pregunta Chris.

Lo recuerdo, hay que enfrentarse a los peores miedos qué podemos tener, y yo que le tengo miedo a todo.

De la habitación sale Cuatro y nombra a Tris, la observó ingresar a la habitación y Cuatro cierra la puerta detrás.

Aww, es la escena donde la cuida y evita que la vean llorar, donde descubre que es divergente porque esta despierta en la simulación.

¿CÓMO QUE AWW? Se supone que Cuatro me besó, entonces si lo pienso detenidamente hay varias cosas que no se han cumplido correctamente, como Tris siendo primera saltadora, reemplazando a Al, ella contra Peter, Cuatro eligiéndola primero en el juego, qué está sucediendo ¿no se supone que es la protagonista? De ella va la historia.

¿Y si Cuatro comienza a enamorarse de ella? después de todo están destinados, ella es su ideal, entonces yo que no pertenezco a esta historia seré desechada como si nada. Ahora soy yo la que mueve frenéticamente la pierna, tengo un brazo rodeando mi abdomen, muerdo la uña de mi mano libre, no pensé que pudiese ser multifuncional.

La puerta se abre y Tris sale con los ojos rojos, no hay muestras de lágrimas, solo tiene los ojos rojos, como si se los hubiese restregado, entonces Cuatro dice—: Grecia.

Me adentro a la habitación, hay un tipo silla reclinada hacia atrás, como la que usaron para la prueba de facciones, junto a esta hay una computadora conectada con una mesa metálica, encima hay una aguja y un frasco de cristal y metal, se puede ver como el líquido es ámbar.

Parece pipí.

Cuatro conecta el suero a la aguja y dice—: Te inyectare un suero que estimula la parte de tu cerebro que procesa el miedo, induce una alucinación y los transmisores en el suero nos permiten ver las imágenes de tu mente —lo observó y él tiene la aguja en su mano derecha—, recuéstate- dice, mi pulso se acelera cuando me recuesto en la silla, toco mis manos sobre mi abdomen y las muevo nerviosa. Él se inclina a mí, mueve mi cabello para despejar mi cuello, siento su piel contra la mía y me calmo, sus manos son ásperas, quizás por entrenar tanto—. Quieta —susurra, lo observo, la luz de la habitación es cálida, así que su cabello se ve dorado, casi, sus ojos tienen un reflejo azulado y ámbar al mismo tiempo, la aguja entra, el líquido igual y entonces la saca—, ahora enfrentarás tus peores miedos, la mayoría tiene entre diez o quince, a veces más —él sigue cerca, observándome, creo que es una ilusión, pero siento como toca mi mano—. Tienes que relajarse, calamar tu pulso y respiración o enfrenta lo que aparezca, son las únicas maneras de avanzar-siento como empiezo a pestañear, adormilada, lo observó por última vez antes de cerrar los ojos, y él me dice—: Sé valiente.

Abro mis ojos y pestañeo varias veces, estoy en el abismo, en medio del puente, puedo oír como el agua ruge ante su movimiento brusco y veloz.

¿Yo, cómo llegué aquí?

Miré al pasillo e iba a avanzar cuando aparecieron unas tres personas, unas con la piel tan negra que no sabía siquiera si tenían nariz o boca, sólo se distinguían sus ojos blancos sin nada más, vestían ropas de osadía, y decían unánimes—: No perteneces aquí. Me giré rápidamente para huir cuando vi lo mismo en el otro lado, mi corazón se sentía en mis oídos, mi respiración se agitaba ¿qué era esto?

Una mano me agarra de mi tobillo y me empuja al abismo, pierdo el equilibrio y caigo contra el puente, me intento aferrar a cualquier cosa que encontrara en el camino, y eso sería una barandilla, estaba algo oxidada, así que mientras más me jalaban y me aferraba a ella, más la sentía chirriar hasta romperse por las orillas, quedó como una varilla metálica inútil, me seguían jalando y esta vez iba a caerme al abismo, vi como abajo no había agua, habían muchas personas de rostro negro, parecían ser olas de mar de tantas personas que habían, sus ojos brillaban como los de un gato iluminado en la noche, aferré mis dedos a los orificios qué había en el puente, mi deseo de vivir estaba al máximo, así que de aquí me tendrían que arrancar las manos para dejarme caer, eso creí hasta que vi como los otros que estaban en los pasillos se acercaron a mí, repetían su frase una y otra vez, me sostenían de las muñecas haciéndome soltar las manos de las rejillas del puente, me levantaron como cuando nos dieron la bienvenida a osadía, y me lanzaron al abismo lleno de personas.

Grito.

Abro mis ojos y me siento de un salto, observo a mi alrededor y estoy en la habitación de antes, una mano me toca el hombro y la sostengo rápidamente, veo a quien pertenece— Tranquila —me dice, su voz es calmada, sostengo su mano aun y la apoyo en mi mejilla, siento el tacto de sus dedos contra mi piel, mi respiración junto con mi corazón se va calmando, entonces alzó mis ojos y lo veo.

—No era real, pero se sentía muy real.

—Lo sé —Cuatro acomoda mi cabello detrás de mis ojeras, sostiene mi rostro con sus manos y sonríe-, ya estas mejor, ve a la habitación —pongo mis manos sobre las suyas y asiento, me voy de la habitación y puedo oír a Cuatro decir—: Christina. 

𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄 ━━ 𝖣𝗂𝗏𝖾𝗋𝗀𝖾𝗇𝗍𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora