Capítulo XII꧂

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Aquellas palabras que salieron de la boca de su amada estremecieron su corazón de una manera que no pudo explicar, nunca en su vida se había sentido tan feliz por solo unas palabras pero ella con sus ojos verdes, su piel pálida y su cabello negro habían logrado sacudir todo en su interior de una manera descomunal, sonrió tan amplio como se lo permitieron sus labios y la beso nuevamente antes de decir alguna palabra en absoluto, Yume por su parte no daba más de la vergüenza que repentinamente se había acumulado en su cuerpo, sus mejillas estaban tan rojas como un tomate pero aún así correspondió aquel beso con el mismo cariño que el peli blanco le transmitía a través de este, con mucho cuidado abrazo el cuerpo del contrario para lograr sentarse en la cama y también le dedicó una sonrisa que el se quedó mirando detenidamente por al rededor de un minuto completo, admirando cada pequeño detalle del rostro de su amada.

Ninguno de los dos pudo decir algo más pues ambos estaban realmente avergonzados de todo lo que había pasado pero de algo estaban muy seguros, ahora mismo eran completamente el uno del otro y no planeaban dejar que nada ni nadie interfiriera entre lo que sentían. -Voy a ir a ver a Kuina, v-vuelvo en un rato pero hoy podríamos dormir juntos.- Dijo Yume incapaz de mirar al contrario a los ojos pero Chisiya asintió lentamente y se quitó la chamarra para acostarse bajo las sábanas, Yume salió a toda velocidad hacia el cuarto de Kuina y entró cerrando la puerta detrás de si tan nerviosa que pareciera que la estaba persiguiendo un fantasma, sin esperar ni dos segundos se sentó en la cama de Kuina viendo como la misma salía del baño. -Yume, te ves como si hubieras visto un fantasma ¿Sucedio algo? ¿Estas bien?- Yume asintió golpeando suavemente su rostro para recobrar un poco su consciencia. -Chisiya me dijo que le gusto... Y yo le dije que también me gustaba, nos besamos pero ahora no puedo ni mirarlo a los ojos.- Kuina sonrió emocionada y se tiró sobre ella sacudiendo sus hombros con emoción, estaba realmente feliz por ambos. -¿Te pidió ser su novia? ¿Van a ser mis papis? Espero que una vez que salgamos de aquí me inviten a su boda eh, por que estoy segura de que los tres saldremos de aquí con vida.- Dijo Kuina hablando tan rápido como se lo permitía su lengua confundiendo aún más la cabeza de Yume, esta solo sujeto sus manos para evitar que la sacudiera más. -No me lo pidió pero siento que aún es muy rápido para eso, quisiera conocerlo un poco más antes pues aunque llegamos juntos a borderline no nos conocíamos mucho en el mundo real, apenas habíamos hablado un par de veces y no conozco nada de su pasado.- Kuina asintió levemente ante las palabras de la peli negra. -Deberían tener una cita, dejamelo a mi, mañana en la noche vayan a la azotea y les daré el mejor momento de sus vidas.

Yume asintió y le agradeció por escucharla dándole un pequeño abrazo, se levantó y volvió a su habitación para encontrar a Chisiya dormido en la cama, silenciosamente cerro la puerta y se acostó a su lado apoyando la cabeza en su pecho, podía sentir como latía calmadamente el corazón del peli blanco y al mismo tiempo si ritmo cardíaco incrementaba, su corazón no daba más de la alegría por estar junto a él, ni en sus mejores sueños había visto un escenario como este pero el hecho de que fuera una realidad la hacia aún más feliz. -Buenas noches Chisiya, hoy me hiciste la mujer más feliz del universo con esas simples palabras que salieron de tu boca y espero poder corresponder a ello haciendo feliz todos los días.- susurro dejando un beso en su mejilla antes de caer profundamente dormida en sus brazos.

A la mañana siguiente ambos despertaron aún abrazados, al inicio solo se miraron con vergüenza pero luego soltaron una risa nerviosa aún mirándose a los ojos, se dieron un pequeño beso en los labios antes de que Yume se levantará de la cama para ponerse su chamarra, ahora que se habían dicho sus sentimientos mutuos le daba mucha vergüenza que el la viera con tan poca ropa. -Hoy tenemos que ir a la azotea en la noche, Kuina dijo que tenía algo preparado para nosotros y mañana podemos ponernos al corriente con el plan.- Chisiya asintió también levantandose de la cama para entrar en el baño. -Voy a ir a desayunar con Kuina.- dijo Yume tomando unas galletas de su mochila y unos paquetes de ramen instantáneo, fue a la habitación de Kuina viendola recién levantada pero rápidamente la jalo de su cama y se la llevo al comedor, le indicó una mesa y se fue a preparar los ramen con un hervidor que había allí, repentinamente sintió unos brazos en su cintura y se dio la vuelta pensando que sería Chisiya pero no, era Niragi. -Deberíamos continuar lo de la otra noche ¿no crees? La habíamos pasado realmente bien y aún me debes algo de esa vez.- Yume se sacudió su agarre negando con la cabeza. -Lo siento Niragi, este culo ya tiene dueño y no eres tú así que si me disculpas me iré a desayunar con mi amiga.- dijo tomando ambos platos con ramen para rápidamente ir a sentarse con Kuina, una vez allí le puso el plato en frente y se sentó a comer.

-Arisu no deja de mirarte, su acompañante no parece muy feliz de aquello pero el te esta devorando con la mirada y por lo que veo Niragi tampoco te deja en paz.- Yume se dio la vuelta consiguiendo que la mirada de Arisu se despegara de ella antes de volver a girar y comenzar a comer. -Supongo que si soy muy guapa pero ya sabes muy bien que mi corazón le pertenece a Chisiya, con Niragi me bese por una borrachera horrible y con Arisu por el bien del plan, ninguno de los dos me interesa realmente.- Dijo levantando los hombros en señal de indiferencia, ninguno de los dos le hacía competencia a Chisiya. -Y anoche no fue nuestro primer beso, la noche que te besaste con Niragi también te avalanzaste sobre mi y me besaste.- Dijo Chisiya tomándola por los hombros lo que hizo saltar a la peli negra ocasionando que casi escupiera su comida. -No tenía idea de eso, no me lo habías dicho.- Dijo avergonzada escuchando las pequeñas risas que se escapaban de la boca de Kuina. -Sabía que te ibas a avergonzar, por eso no había dicho nada de aquella noche.- Dijo sentándose a un lado suyo y robándole un poco de su desayuno.

-Espero que ambos estén en la azotea esta noche para lo que les tengo preparado, será la mejor cita de su vida entera y asegurará mi lugar como dama de honor cuando volvamos al mundo real y ustedes se casen.- Ambos asintieron viendo como Kuina devoraba a toda velocidad su desayuno, era como si no hubiera comido en semanas.

-Ahí estaremos.- Dijeron al unísono antes de que Chisiya dejara un pequeño beso en la mejilla de Yume.

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Chan Chan chaaaaan, un par de horas y ya les traje otro capítulo.

La verdad es que estaba bastante inspirada y ojalá me dejen algún comentario de si les gusta la historia o no, comienzo a pensar que nadie lee esta pequeña parte.

Cuídense y besitos en el poto, ¿Capitulo 13?꧂

𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora