Tal como Chisiya se lo había prometido ese mismo día durante la cita que tuvieron llegó a recogerla junto con su padre para ser cuidada por ambos desde la casa de su padre que milagrosamente no había sido afectada por la caída del meteorito, el peli blanco llegó a cargo de la silla de ruedas y con un poco de ayuda Yume se sentó en esta, su padre recogió todas sus pertenencias y le agradeció a los médicos el cuidado que le habían dado durante aquellos días en el hospital a ambos, sin nada más que hacer se llevaron a Yume en la silla de ruedas hasta la camioneta y con ayuda de Chisiya logró subir a la misma, el peli blanco corrió a dejar la silla de ruedas dentro del Hospital y luego volvió y se sentó junto a Yume, su padre ya había notado todo lo que sentían el uno por el otro y además Chisiya se lo había confesado y le había pedido formalmente la mano de su hija pero había preferido no decir nada al respecto, solo le alegraba ver a su hija tan feliz junto a él.
Chisiya por su parte simplemente había acurrucado a Yume con sus brazos para dejar algunos pequeños besos repartidos por el rostro de su amada, ella simplemente arrugaba la nariz con una sonrisa en el rostro lo cual aceleraba el corazón de Chisiya como ninguna otra cosa en el mundo, verla haciendo aquellos gestos lo derretia por dentro pues se veía realmente tierna.
Una vez que la camioneta ya había llegado a la casa de su padre Chisiya bajo primero y Yume con ayuda de su padre se subió a la espalda del peli blanco que se había ofrecido a cargarla hasta su habitación. –Debería advertirte Yume que tu habitación aquí en mi casa sigue tal cual como la dejaste.– Yume se sonrojo pensando en que Chisiya vería su obsesión con los ositos de peluche y también la cantidad de posters que tenía de sus artistas favoritos de la época. –Por favor no te rías de mi habitación.– Dijo escondiendo su cara en el cuello del peli blanco mientras abría la puerta, Chisiya retuvo una pequeña carcajada viendo como ella tenía el típico cuarto de una adolescente obsesionada con los cantantes de moda y una obsesión gigante hacia los osos de peluche, debía admitir que le había hecho gracia pero también lo ayudaba a entender el por qué su amada tenía aquella personalidad.
La ayudó a recostarse en la cama y se recostó a su lado ayudándola a acurrucarse con el, le hizo mimos en el pelo y estuvo al pendiente de todo lo que ella necesitará, ¿Necesitaba ir al baño? El la ayudaba a levantarse, ¿sed? Ya había previsto esa situación y había traído un vaso con agua, ¿hambre? Había comprado las golosinas favoritas de Yume para consentirla.
–Has sido realmente atento conmigo, muchas gracias Chisiya.– dijo Yume acercándose para poder dejar un pequeño beso en los labios del peli blanco, el le correspondió apenas sintió sus labios entrar en contacto, con mucho cuidado se giró un poco para hacerle el beso más cómodo a la peli negra que tenía a su lado, ella no daba indicios de querer frenar aquel beso por lo que el se apartó. –No deberías tentarme tanto Yume, esta tu padre en casa y debemos comportarnos.– Ella simplemente asintió levantándose sola de la cama, Chisiya la miro con cara se confusión y ella simplemente le sacó la lengua. –Si ya no quieres besarme iré a otra habitación.– El nego con la cabeza y se levantó para volver a dejarla en la cama, Yume aprovechó la situación para tomarlo de la ropa y obligarlo a caer sobre ella, Chisiya tuvo que apoyar sus manos en la cama para no dejar caer su peso sobre ella, definitivamente estaba en una situación complicada pero decidió dejarse llevar y se lanzó a besar sus labios desesperadamente, Yume pudo notar que había despertado una furia en el interior de Chisiya pero no podía quejarse aquello, sus labios encajaban tan bien juntos que no podían apartarse el uno del otro en ningún momento, antes de poder seguir haciendo cualquier otra cosa el padre de Yume tocó la puerta a lo que ambos se asustaron y se separaron rápidamente, Chisiya se escondió en el baño y Yume se arreglo un poco el pelo antes de decir "pase".
Su padre simplemente había ido a notificarles que la cena estaría lista dentro de poco para que bajaran a la mesa, En cuanto Chisiya salió del baño ambos se miraron fijamente y soltaron una carcajada ante la situación que acababan de vivir. –Eso definitivamente estuvo cerca, debimos haber cerrado con pestillo.– Yume asintió dándole la razón para luego informarle lo que le había dicho su padre, Chisiya se acercó y la ayudó a levantarse para ir ambos al comedor, se sentaron en la mesa y en ese momento llegó el padre de Yume con la comida pero algo le llamó la atención. –Tienes los labios hinchados Chisiya, ¿te golpeaste con algo?– El nego con la cabeza recordando que Yume le había mordido más de una vez el labio tratando de calentarlo aún más. –Debi haberme frotando muy fuerte o algo.– El padre de Yume asintió y simplemente decidieron comer con normalidad, ya había sido suficientemente estresante que casi los descubrieran dos veces en un par de minutos.
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Tercer y último especial : 1200 lecturas y 100 votos꧂
Besitos en el poto chiquitines.
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𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧꧂
AventureChisiya suspiro y se abalanzó sobre ella, acorralandola contra la cama. -Me gustas... No quiero que ningún imbécil toque tu cuerpo ni se te quedé mirando mucho tiempo, quiero ser el único que bese tus labios cada día y toque tu cuerpo.- Gruño dejand...