5 años después de los acontecimientos del capítulo pasado.
Yume despertó sintiendo los rayos de sol chocando contra su rostro acompañado de unos ojos penetrantes que la miraban desde los pies de su cama, era su hija Sakura quien esperaba con ansias que su madre despertará para poder jugar con ella, rápidamente la pequeña se acomodó a un lado de su madre y por su parte Yume la acurruco con su brazo viendo como la puerta se abría lentamente dejando ver a Chisiya quien le traía una bandeja con el desayuno para ella y Sakura. –No puedo creer aún que llevamos 4 años casados y tenemos una hija de 2 años, se siente como si todo hubiera pasado demasiado rápido y esta pequeña de aquí es un torbellino de energia.– dijo Yume acomodandose en la cama para que Chisiya pudiera dejar aquella pesada bandeja en sus piernas, el peli blanco así lo hizo y se dio la vuelta para dejar a Sakura acostada entre ambos. –Lo sé, a veces también me cuesta creer que todo esto es real.– mencionó el peli blanco mirando a su hija con ternura, la pequeña Sakura ni corta ni perezosa se puso de pie en la cama y sacó una de las rebanadas de pan con palta que le había preparado su padre antes de empezar a devorarla, ambos padres ante la escena rieron con ternura.
Una vez finalizado el desayuno se levantaron de la cama y mientras Yume se llevaba a Sakura a su habitación para cambiarla Chisiya se cambiaba en la suya, se habían mudado a una casa en Osaka otorgada por el padre de Yume poco después de su boda, aquel recuerdo se mantenía en la mente de ambos a menudo pues el día que Chisiya le pidió matrimonio le puso el anillo en una copa de vino y Yume casi se ahogó pues no noto la presencia del anillo, una vez lo escupió entre muchas risas y preocupación el peli blanco le pidió la mano y Yume aún entre risas aceptó casarse con el, habían tenido una boda pequeña y una hermosa luna de miel en Seúl, habían tenido problemas para concebir a su pequeña niña y cuando ya estaban por rendirse milagrosamente la prueba se tornó positiva y tuvieron a su pequeña Sakura quien contaba con los ojos de su madre y un mechón rubio entre su cabello castaño el cual les recordaba al color de cabello de su apuesto padre.
Una vez Yume volvió a la habitación le entregó a Sakura y los echó de la habitación para poder cambiarse de ropa, Chisiya solo río ante la actitud de su esposa y se fue a la sala de estar junto a su hija para jugar un rato, últimamente le habían enseñando a contar y a leer por lo que su hija contaba sus juguetes y reía pues su padre la felicitaba orgulloso cada vez que su pequeña lograba llegar hasta el número 6, Yume al llegar y ver la escena hizo un pequeño puchero recordando con nostalgia y risa la primera palabra de la pequeña, había estado meses diciéndole mamá para que aquella fuera su primera palabra, así tendría el derecho de restregarselo en la cara a su esposo durante el resto de su vida pero a pesar de que las posibilidades estaban de su lado un día la pequeña Sakura abrió su boca y lo que salió de allí no era mamá, su primera palabra había sido papá y Chisiya al enterarse bailó orgulloso delante de su esposa, obviamente sus dotes de bailarín no estaban realmente desarrollados por lo que terminaron riéndose y discutiendo un rato a lo largo de esa noche.
Hoy era su cuarto aniversario y tenían planeado celebrarlo en un restaurante elegante, eran muy pocas las ocasiones en las que podían salir pues entre el trabajo de Chisiya y cuidar a la pequeña Sakura casi nunca tenían tiempo para ellos como pareja, hoy para su suerte la madre de Chisiya se había ofrecido a cuidar a su nieta por lo que debían pasar a dejarla antes de encaminarse a su cita, Chisiya levanto a su hija y salieron los tres de la casa, con ayuda de Yume sentaron a la pequeña en la sillita especial para ella del auto antes de subir ellos también, fueron la mitad del camino cantando para su hija y la otra mitad conversando entre ellos pues a mitad del viaje la pequeña se había quedado dormida, al llegar donde su madre Chisiya se bajo y le entregó a la pequeña Sakura dormida en los brazos. –Pasaremos por ella a las 12, su cena tiene que ser a las 7 para mantener la rutina, te la encargó mucho mamá.– Dijo Chisiya algo paranoico mirado a su hija, su madre río y negó con su mano antes de empujar a su hijo hacia su auto. –¿Con quien crees que hablas? Soy tu madre y la abuela de la pequeña Sakura, la cuidare bien así que ahora vete y disfruta tu cita con tu esposa que será la última en un buen tiempo.– Chisiya asintió y volvió a subir al auto donde lo esperaba su esposa.
Luego de media hora de conversación y risas en el auto llegaron al tan esperado restaurante, entraron y la camarera los llevo hacia su mesa sin mucha demora, ambos miraron el menú un par de minutos y luego ordenaron algo para comer, habían extrañado bastante poder así de tranquilos sin tener que preocuparse por nada más que pasarla bien entre ellos, cuando llegó el vino Yume bromeó al respecto. –¿no vas a intentar matarme esta vez, verdad?– Chisiya río y negó con la cabeza. –La última vez fue un error poco probable pero ese día te prometí que te cuidaria toda mi vida y eso haré, te amaré y te cuidare con todo mi ser hasta mi último aliento Yume.– Ambos sonrieron haciendo un pequeño brindis antes de darse un pequeño beso en los labios sintiéndose plenos y afortunados a pesar de todo lo que habían pasado, finalmente sus destinos se habían unido y ya nunca más se separarían.
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Lamento haberme tardado tanto en actualizar la historia, estuve ocupada con mudanzas y demás pero ahora si les traje el tan esperado final para esta historia, ojalá les guste mucho el capítulo y lo apoyen.
Cuídense mucho y aquí se despide SweetVelynn de su amada obra "Obsession꧂" ꨄ
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𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧꧂
AventuraChisiya suspiro y se abalanzó sobre ella, acorralandola contra la cama. -Me gustas... No quiero que ningún imbécil toque tu cuerpo ni se te quedé mirando mucho tiempo, quiero ser el único que bese tus labios cada día y toque tu cuerpo.- Gruño dejand...